Los opiáceos son sustancias psicoactivas derivadas del opio presentes en un grupo determinado de plantas presentes en la naturaleza. Una de las sustancias derivadas del opio más populares en el mundo es la heroína, una droga utilizada desde hace siglos por la humanidad con fines recreativos.
Los opiáceos cuentan con defensores y detractores en la sociedad occidental y han sido sustancias muy consumidas a lo largo de la historia en distintos países del mundo. A continuación veremos qué son los opiáceos, qué tipos existen y cuáles son sus efectos.
Los opiáceos son los alcaloides, es decir, las sustancias que hay en determinadas plantas y ejercen un efecto determinado en el organismo, presentes en el opio. Además de esta definición existen otras más genéricas que aluden a todos los derivados del opio, sean naturales o sintéticos y otra nomenclatura que se refiere a todas las drogas estupefacientes en general, siendo esta última definición incorrecta aunque muy extendida.
Podríamos definir los opiáceos u opioides de una forma general como aquellos derivados del opio que ejercen una influencia en el sistema nervioso de los seres humanos y modifican el estado de consciencia del individuo que los consume.
Los efectos de estas sustancias pueden ser analgésicos, relajantes y sedantes pero también puede provocar euforia y bienestar dependiendo del tipo de derivado del opio que se consuma.
Los alcaloides naturales con los que se elaboran los opiáceos se obtienen de las cápsulas de la amapola o adormidera, es decir, del bulbo inmaduro que forma la planta antes de florecer. La sustancia que se requiere para preparar los derivados del opio es lechosa, de aspecto blanquecino y pegajosa. Estas flores son de la especie Papaveracea y están presentes en distintas partes del mundo, sobre todo en Europa, Asia y América del Norte.
El consumo de opiáceos ha sido recurrente a lo largo de la historia de la humanidad. En la antigua Mesopotamia se consumía opio 3000 años antes del nacimiento de Cristo. Además fue una práctica común en el continente asiático y también en el mundo clásico hasta el surgimiento del cristianismo.
Los romanos ya utilizaban los derivados del opio con fines medicinales y conocían sus efectos recreativos. Durante su dominio los opiáceos fueron bienes de intercambio por todo el imperio y llegaron a ser sustancias ampliamente consumidas hasta que fueron prohibidas de manera progresiva por los imperios religiosos establecidos a lo largo de toda europa.
En el siglo XIX los opiáceos tuvieron un papel importante cuando China impidió al Imperio Británico traficar con opio y sus derivados en el país oriental, desencadenando las famosas guerras del opio. En el siglo XX la heroína fue el opiáceo consumido por excelencia sobre todo en occidente, causando epidemias en los años 70 y 80.
En la actualidad Agfanistán es el país productor de opio por excelencia. En este lugar se está experimentando un aumento en su producción de heroína desde hace aproximadamente 15 años.
Este aumento de producción en oriente próximo ha facilitado un aumento en el consumo mundial de la heroína, causando cifras de epidemia, en el consumo de esta droga, en Estados Unidos.
Los opiáceos más conocidos mundialmente son la morfina, la heroína y la codeína. No obstante, además de estos existen otros opiáceos menos conocidos como la tebaína.
La morfina es el opiáceo por excelencia y del que derivan los opiáceos más conocidos. Es utilizado en el ámbito médico por sus efectos analgésicos y sedantes, aunque también suele ser utilizada como droga recreativa. La morfina fue bautizada así, en el siglo XIX, por un investigador alemán en honor al dios griego morfeo.
El uso médico más habitual de la morfina es el tratamiento de dolores de todo tipo -ya sean asociados a traumatismos, a infartos o bien a dolores crónicos, postoperatorios o relacionados con el cáncer.
La morfina está contraindicada durante el embarazo y la lactancia, en personas con alergias o que consuman otros medicamentos que puedan estar contraindicados en combinación con los opiáceos.
La heroina es un opiáceo deriva de la morfina usado principalmente como droga por sus efectos recreativos. Se trata de una de las drogas más adictivas del mundo ya que sus efectos son superiores a los de la morfina y actúan de manera más rápida en el organismo.
Al mismo tiempo, su consumo puede conllevar un alto grado de tolerancia a la droga, por lo que el adicto tiende a aumentar su dosis de manera escalada.
Su administración suele ser intravenosa, inhalada o fumada, y sus efectos más habituales son la euforia, la percepción de bienestar, la relajación, la apatía y también la somnolencia, las náuseas, el estreñimiento y la disminución de las constantes vitales.
La codeína también es un opiáceo derivado de la morfina utilizado con fines médicos y recreativos. Suele administrarse por vía oral mediante pastillas y su efecto, al igual que el de la heroína, es más potente que el de la morfina.
Los usos médicos de la codeína se emplean para tratar la tos, la diarrea, el dolor y el síndrome del intestino irritable. Sus efectos suelen ser muy similares a los de la heroína aunque su capacidad de generar adicción es aún mayor.