Las estafas parecen estar a la orden del día. No importa si has sido víctima en tu propia piel de ello o no, pues seguramente conozcas a alguien que sí lo ha sido. Como consecuencias, numerosas organizaciones y autoridades promueven trucos para la detección de cualquier estafa. En esta ocasión, ha sido la OCU la encargada de compartir cinco reglas que podrían ser muy útiles a la hora de no caer en ninguna trampa.
Las estafas son cada vez más comunes
¿Has sufrido alguna vez alguna estafa por correo, por teléfono, o incluso en la calle? Muchos son los delitos o infracciones que se pueden cometer, circulando por la calle, en una cafetería, en el trabajo e incluso en casa. Los medios electrónicos nos han ido facilitando muchas cosas, pero también son el medio perfecto para llegar a provocar un daño que en ocasiones se paga caro.
Cuando se trata de personas mayores hay que tener un especial cuidado. Aunque intentemos ayudarlo a adaptarse a las nuevas tecnologías, es muy probable que no lleguen a entender del todo ciertas informaciones y puedan caer en una trampa.
Es indispensable, que otra persona se encargue de supervisar los mensajes, correos electrónicos o llamadas que pueden solicitar algún dato personal que los comprometa. Pues nadie está exento de sufrir una estafa, incluso personas bastante adaptadas a esta nueva era, han sido víctimas sin saber de pequeños delitos.
En el caso de los niños, debemos entender que son el gremio más vulnerable que existe y que en ningún caso deberían tener acceso a información que pudiera poner en peligro a ellos o a sus padres. Por eso se recomienda, que cuando se estime la edad oportuna y se les conceda el privilegio de manejar un móvil, sean sus padres los primeros responsables en educarlo y cuidarlo.
Cuidado con las estafas telefónicas
¿Qué pasa con las estafas telefónicas? ¿Cuándo debemos sospechar que es una estafa? La OCU (Organización de consumidores y Usuarios) advierte que cada vez son más habituales este tipo de estafas, tanto telefónicas como por correo.
Y es que, últimamente, ciertos delitos se están cometiendo en nombre de esta organización. Pues la trampa está en utilizar su nombre para hacer creer a la persona que la misma organización es la que está detrás de la información solicitante.
Engaños ocurren en numerosas ocasiones y diariamente. Por eso es importante, hay que conocer quién es la persona o entidad que está al otro lado del teléfono o del correo solicitando algún tipo de información que puede dañarnos.
Es preciso que te mantengas en actitud desconfiada al recibir correos electrónicos o mensajes que no sepas exactamente quien es la persona que hay detrás. Sobre todo qué tipo de información te está pidiendo y qué necesita realizar con ella.
Normalmente, el mensaje va dirigido a la persona con el argumento que ha sido mandado por la asesoría jurídica de la Organización de Consumidores y Usuarios. Cuando sucede esto, muchas personas caen en la trampa y suelen atender la llamada o contestar al correo sin ponerlo en duda.
Por ello, es normal cuestionarnos: ¿Qué hacer en estos casos? ¿Qué reglas seguir para evitar una estafa? La OCU nos deleita con cinco recomendaciones o pasos a seguir y evitar caer en la trampa.
¿Cuáles son las principales recomendaciones de la OCU?
En primer lugar, es esencial que leas el mensaje las veces que te haga falta para desgranarlo. Pues las traducciones de otros países suelen contener errores y es ahí cuando debes empezar a desconfiar.
Si eres asiduo a internet, sabrás que las páginas tienen un enlace, y esta debe ser de una determinada manera, por lo que si en el mensaje se enlaza con una página oficial de Hacienda, el banco o cualquier otra entidad revisa bien el enlace.
Es muy común recibir correos o mensajes que has sido seleccionado para un sorteo, un viaje o directamente que has sido el ganador de tal o cual artículo. Antes que nada, desconfía de aquello que se da gratis.
Así como en los sorteos, todo aquello que te venda el resultado de algo milagroso o poco razonable es falso, muchas veces caemos en la trampa de creer sin contrastar. Y por último, y no menos importante, no facilites datos personales, número de cuenta, contraseñas o cualquier tipo de información que a alguien que desconoces.