La tortilla de patatas es, sin duda, uno de los platos más jugosos y sabrosos de nuestro país. Su modo de cocinar tiene dividida a la población: los que le añaden cebolla y los que la prefieren sin. Estas son las dos Españas más enfrentadas.
Ahora bien, lo que quizás debería preocuparnos más es su modo de preparación. Y es que, dependiendo de cómo se haga, esta joya de la gastronomía de nuestro país puede volverse peligrosa. Y no, no se trata de ninguna broma de mal gusto; los nutricionistas hablan clarO sobre el peligro que puede enviarnos directamente al hospital.
El gran peligro de la tortilla de patatas en verano
Cuando hablamos del modo en que cocinamos este plato, se abre un mundo de infinitas posibilidades. Algunos prefieren que quede líquida por dentro, y otros sin embargo defienden que es mejor que quede cuajada y bien hecha.
Sea la opción que sea, es importante tener presente que en ambas existe un producto que debe cocinarse perfectamente: el huevo. Beatriz Robles, nutricionista y divulgadora de seguridad alimentaria, advirtió en Hora 25 de Cadena Ser por qué en verano el riesgo aumenta. Y es que, una mala preparación de este plato, puede acarrearnos auténticos problemas de salud e incluso mandarnos al hospital.
Robles señaló que, tanto la tortilla de patata poco cuajada como la mayonesa casera, podrían ser un foco de intoxicación. "Es un peligro por esas rutinas que tenemos a veces de cocinar la tortilla poco cuajada, hacer mayonesa en casa con huevo crudo, que dejamos un par de horas encima de la mesa". Y lo cierto es que los datos avalan a la nutricionista, ya que estos alimentos están relacionados con un gran número de intoxicaciones, principalmente por Salmonella.
El calor, el mayor enemigo de la tortilla de patatas
Así pues, la experta advirtió que debemos tener cautela a la hora de preparar estas dos comidas, sobre todo en verano. Según relataba, el calor puede suponer un gran foco de intoxicación. Aunque son muchas las personas partidarias de comer la tortilla de patatas poco cuajada, lo cierto es que esto entraña un gran peligro.
Por esta razón, es recomendable seguir algunas pautas a la hora de prepararla. Primero, es importante fijarnos en los huevos que compramos: debemos asegurarnos que la cáscara esté intacta. Una vez lleguemos a casa, tendremos que conservarlos en la nevera.
Cuando vayamos a preparar la tortilla, es conveniente evitar no cascar el huevo al borde del plato, y mucho menos que la cáscara pueda caer encima después. Si esto ocurre sería ser algo negativo, ya que la salmonela podría contaminar el plato. Una forma práctica de evitar que esto ocurra es separar las claras de las yemas.
Cuidado si la consumimos fuera de casa
Durante el verano y las vacaciones es muy habitual que salgamos más de un día a comer fuera de casa. En el caso de que estemos en otro sitio y queramos comer tortilla, esta deberá estar en un ambiente refrigerado.
Si no es así, o ha pasado más de dos horas fuera de la nevera, convendría descartar su consumo. Pero la tortilla no es el único alimento que puede intoxicarnos por salmonela. La ensaladilla rusa, por ejemplo, también podría perjudicarnos.
Normalmente este plato se suele acompañar con mayonesa, para la cual también se utiliza huevo. Si queremos ser precavidos y evitar tener una intoxicación, lo mejor es que consumamos estos platos inmediatamente después de ser cocinados. Si no los hacemos nosotros y desconocemos su origen, mejor prevenir y no comerlos.