Cada vez es más habitual ir al supermercado y encontrarnos con una gran variedad de productos lácteos. En lo que respecta a la leche, concretamente, también es posible distinguir tres tipos: entera, semidesnatada y desnatada.
Es muy probable que conozcas gente que consuma unas y otras, y seguramente tú también te decantes por alguna de ellas. Sin embargo... ¿Realmente existen diferencias significativas? Sea como sea, a continuación vamos a salir de dudas.
Los expertos lo tienen claro: Esto es lo que debes saber sobre la leche
Cuando hablamos de leche hacemos referencia a uno de los alimentos más antiguos del mundo. Se trata de algo tan esencial y primitivo como la propia especie humana, ya que desde nuestro nacimiento nos alimentamos a base de ella.
No obstante, además de las personas, los animales también la producen y la destinan a sus crías. Por lo tanto, se trata de un alimento que contiene nutrientes esenciales, así como proteínas de alta calidad y grasas necesarias para el correcto desarrollo.
Sin embargo, a día de hoy la industria alimentaria ha avanzado a pasos agigantados, y ahora es posible ver en los supermercados diferentes tipos de leche. Entera, semidesnatada, desnatada... ¿Qué diferencias podemos ver entre unas y otras?
Pues bien, todo dependerá de las propiedades y las sustancias que aparezcan en la mezcla. En cualquier caso, nutricionistas y profesionales de la salud lo tienen claro: ningún alimento tiene la capacidad de hacernos engordar por sí solo, y la leche tampoco es una excepción.
Leche desnatada o semidesnatada: ¿Cuál es mejor para adelgazar?
Así lo ha querido transmitir el nutricionista Pablo Ojeda, en el programa de Más Vale Tarde de La Sexta. Al parecer, tal y como señalaba, no existen diferencias significativas entre la leche desnatada y semidesnatada (al menos en lo que respecta al hecho de adelgazar).
Ojeda empezó su aportación con la siguiente frase: "Ningún alimento por sí solo tiene la capacidad de engordar. La leche semidesnatada se ve más blanca porque tiene más grasa", añadía. No obstante, también comentaba que a la leche desnatada se le quita mucho porcentaje graso.
Sin embargo, y siendo conscientes de que tanto una como otra presentan menos calorías que la leche entera, Ojeda ha remarcado que se trata de calorías que no sacian. En este sentido, el nutricionista considera que en este caso es mejor optar por una leche entera, pues aunque contenga más calorías, saciará también más.
También ha surgido una de las grandes incógnitas respecto a este alimento, y es la famosa leche sin lactosa. El experto ha remarcado que se trata de una única diferencia, y tal y como su propio nombre indica, es la presencia o no de lactosa.
"La lactosa es una molécula de dos azúcares: glucosa y galactosa. Como el intestino de la gente intolerante no es capaz de asimilarla, rompe la molécula y ya no va junta, sino separada. Por eso tiene un punto más dulce y es más oscura", apuntaba.
En cualquier caso, no ha querido dejar de insistir en que este tipo de leche también contiene la misma grasa y el mismo azúcar que la normal. Lo que está claro es que la leche, a grandes rasgos, es un alimento cardio saludable.
¿Y qué ocurre con las leches 'vegetales'?
Todos sabemos que la leche de vaca es el tipo de leche más tradicional y más consumido de todos los tiempos. Ahora bien, estos últimos años también han ganado terreno las famosas 'leches vegetales', que a grandes rasgos, podemos decir que son las que no provienen del animal.
Un ejemplo de este tipo de bebidas podría ser la leche de avena, de soja o de almendra. Esta gran variedad de bebidas han alcanzado una popularidad que no ha parado de crecer, pero... ¿Realmente son mejor opción que la leche de vaca?
Pues bien, a pesar de que son bebidas no lácteas y pueden ser una gran alternativa para los intolerantes a la lactosa, hay que tener en cuenta una serie de cosas. Para ello, lo mejor es asegurarnos de que la bebida que escojamos sea rica en calcio, proteínas, potasio y vitaminas, independientemente de si es una leche de origen animal o vegetal.