El economista Santiago Niño Becerra no era capaz de creerse lo que estaba escuchando. Una oferta de trabajo, con unas condiciones excesivamente precarias tenía la culpa. De hecho la llego a considerar de ilegal.
Cualquier persona se llevaría las manos a la cabeza después de comprobar que todavía siguen ofertando empleos así. La periodista Alejandra de la Fuente se ocupa de recopilar propuestas laborales que resultan de lo más vergonzosas. Y una de ellas fue la que llamó la atención de este experto en economía.
Consistía en un trabajo de 17 horas al día, sin descansos durante la semana, y con un sueldo que apenas llegaba a los 1.000 euros. Se puede decir que casi roza la esclavitud.
El periodista Carles Francino, de la Cadena Ser, le preguntó a Niño Becerra si eso podía hacerse. El prestigioso economista fue rotundo en su respuesta y aseguró que "no es legal". Sobre todo porque cada convenio, cada rama de actividad, tiene su jornada de trabajo.
Dos exigencias que deben cumplirse
En todas las empresas hay la obligación de cumplir una serie de condiciones. Niño Becerra quiso referirse a dos en concreto. En primer lugar se pronunció sobre las horas que deben transcurrir entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente.
Explicó que "eso está legislado, hay un número de horas que varía según el convenio". Por lo general, ronda entre las 10 y 12 horas. Todo lo que se encuentre por debajo de ese periodo puede considerarse de ilegalidad.
En segundo término, también se pronunció sobre el número máximo de horas. La mayor parte de los convenios recogen un límite semanal de 40 horas, que se distribuirían en cinco jornadas. Pero en algunos sectores esto resultaría muy complicado y finalmente se acaban haciendo horas de más.
De ocurrir esto, el tiempo que se trabaja por encima de lo establecido pasaría a adquirir la condición de horas extras. Por lo tanto, el empresario tendría la obligación de abonárselas al asalariado. También puso el ejemplo del ámbito del automóvil, donde se les compensa con una bolsa de horas a descontar en otro instante.
Pero detrás de esa oferta tan bochornosa hay algo más que las horas. Por ley tampoco se permite desempeñar una labor sin disponer de los correspondientes días de descanso a la semana. Además, todo trabajador tiene que contar también con un periodo correspondiente a las vacaciones.
El sueldo, aunque se ajusta prácticamente a lo que se paga en muchas empresas, resulta bastante ridículo con esas jornadas maratonianas de trabajo. Lo que está claro es que existen muchas deficiencias en el sistema si se permiten ese tipo de ofertas.
Muy blandos a la hora de cumplir con las normas
Santiago Niño Becerra también incidió en que todo lo que haga referencia a las condiciones de trabajo deben aparecer "por escrito". Recordó, además, que "el número de horas extra está limitado por ley".
Respecto a la oferta de empleo indicó que "no hay por donde cogerla". Esas propuestas laborales tan vergonzosas que recoge Alejandra de la Fuente deberían considerarse de excepciones. Sin embargo, cada vez resultan más frecuentes en los portales de empleo.
El economista sostiene que "son propias de un país con una legislación operativa laxa sobre el tema". Además, se refirió al "tipo de valor añadido que genera". Sobre todo porque "la economía no sumergida puede conducir al fraude fiscal, pero la economía sumergida ya es fraude fiscal".
Como es lógico, demandó más recursos para la persecución del fraude y la evasión fiscal. Se tratan de graves problemas que afectan a nuestro país desde hace tiempo.