Bershka ha rebajado el mono más bonito y ahora cuesta 16 euros. Todas sabemos que hay prendas a las que les cuesta más llegar a su apogeo y convertirse en una tendencia. Sin embargo, a base de verlas temporada tras temporada entre las versiones de las grandes firmas, estas piezas han ido calando. Prueba de ello, es el mono de trabajo.
Su primera aparición
El mono de trabajo se dejó ver en diferentes colecciones del pasado verano. Esta pieza empezó a inundar las pasarelas cuando las chaquetas de bombero de Raf Simons para Calvin Klein a las Burberry hicieron su aparición y se convirtieron en la prenda más versátil y con personalidad del momento.
Giambattista Valli, Hermès, Alberta Ferretti, Emilia Wickstead, Marine Serre, Stella McCartney o Isabel Marant, entre otras, son algunas de las marcas que subieron el mono a la pasarela en sus colecciones primavera-verano del año pasado. Este año, pero, hemos seguido de cerca la trayectoria y el impacto en la sociedad de los monos y hemos podido ver finalmente su apogeo en el ‘street style’.
El mono de trabajo femenino de Bershka
Marcas como Zara, H&M o Bershka se han sumado a la nueva tendencia de los ‘jumpsuits’ y han lanzado sus creaciones con relación a este campo. Los monos de Zara y H&M han dado de que hablar y han conseguido tanto fanáticos como retractores. Bershka, en cambio, ha enmudecido a toda la población con su espectacular mono de trabajo.
Concretamente el mono de la firma es una pieza larga de color blanco, un tono en tendencia esta época de altas temperaturas, ya que resalta el moreno y su versatilidad provoca que quede fenomenal con todo y se pueda combinar fácilmente.
Además, este mono posee un cuello redondo y una manga corta abullonada que junto con la línea entallada de la parte inferior la convierten en la elegida. Por ende, si tu cuerpo tiene forma de triángulo invertido, este mono destacará la zona de los hombros y bajará el nivel de atención de las caderas y los muslos.
Con esta prenda de Bershka todo son ventajas, ya que, como de color base tiene un color blanco, se pueden crear miles de combinaciones. Si le añades un pañuelo estampado a este mono largo abullonado se transformará por completo. El pañuelo puede ser de un color que cree contraste, de estilo cowboy, trenzado para un estilo más desenfadado, etc.
En cuanto a los zapatos, puedes apostar por unas strappy sandals o sandalias planas y, si eres más atrevida, por unas botas estilo militar que le acaben de dar el aire utilitario que inundó la moda callejera.. Esta pieza puede ser tuya solo por 15,99 euros.
Los antiguos monos de trabajo
Según la sección de moda de El País, los monos de trabajo se han situado como 'best sellers' todos estos años gracias a la estética que poseen, similar a la de los años 50, que copia el ‘modelo para la fuga’ una de las creaciones de Elsa Schiaparelli.
Esta prenda, acostumbraba a utilizarse para los refugios antiaéreos y estaban confeccionados con una tela resistente, una cremallera, la pernera ancha y cuatro grandes bolsillos pensados para guardar todo lo que fuese necesario en casa al tener que iniciar una huida.
La combinación entre camiseta y pantalón 'culotte' (es decir, el típico mono), causó sensación en el mundo de las invitadas y ha seguido sorprendiendo en varias alfombras rojas como, por ejemplo, en el caso de Dakota Johnson.
Más allá de ocasiones especiales, esta prenda se ha ido adaptando a diferentes épocas y contextos a lo largo del tiempo y, dadas sus connotaciones de empoderamiento femenino, estas piezas se alzaron como el uniforme para las reivindicaciones feministas.
Más tarde, Hollywood adoptó el ‘jumpsuit’ y los lució con modelos y actrices como Katherine Hepburn o Janet Leigh (Psicosis) que provocaron que la prenda se coronara como símbolo de glamour. A partir de ahí, varios diseñadores apostaron por la prenda como Yves Saint Laurent o André Courrèges y firmaron sus propias versiones.
Los monos marcaron un antes y un después en la historia, ya que ni la estética setentera ni las noches en Studio 54 hubieran sido lo mismo que sin la pieza estrella, como tampoco hubiese sido el mismo 'boom' el de artistas como David Bowie, Elvis Presley o Freddie Mercury