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Imagen de un cajero de un banco.

El mínimo de cuentas en el banco que deberíamos tener para evitar problemas

Contar con una sola cuenta puede llegar a resultar contraproducente

Muchos ciudadanos se conforman con tener una única cuenta en el banco. Piensan que les resultará suficiente y además no tendrán que soportar comisiones por el mantenimiento de otras.

Sin embargo, esta teoría llega a resultar un tanto contraproducente para la economía personal. Hay que tener en cuenta que pueden darse una serie de problemas que podrían dejarnos sin acceso a los ahorros. Debemos preguntarnos qué ocurriría si la entidad bloquea la cuenta, perdemos la tarjeta de crédito o la aplicación no funciona un día concreto.

Una única cuenta bancaria: ¿La mejor opción?

Ante este tipo de situaciones, el usuario vería necesario disponer de otra cuenta corriente. Le serviría de gran utilidad para salir del paso en ciertos momentos. Pero siempre han surgido dudas sobre el número concreto que habría que tener.

Los expertos del comparador HelpMyCash.com aseguran que la cantidad "depende de cada persona". Sin embargo, su recomendación es disponer "al menos de dos cuentas". En su opinión es "la mejor forma de administrar el dinero".

Explican que "es como dividir el capital en diferentes cubos, cada uno con su propio propósito". Desde este portal indican que además de "mejorar la gestión de las finanzas", el usuario "está más protegido". Tendría la posibilidad de "seguir operando si la cuenta principal falla en algún instante".

Una mujer introduciendo su tarjeta bancaria en un cajero automático con la pantalla en blanco
Recomiendan que al menos haya un par de cuentas bancarias para atender imprevistos | Getty Images

Necesario ante un bloqueo de cuentas o robo de tarjeta

En el momento menos oportuno pueden llegar a bloquearnos la cuenta. De ocurrir esto no habría la posibilidad de trabajar con ella, por lo que sería imposible sacar dinero, pagar facturas o realizar transferencias. Algo similar ocurriría si nos roban o se pierde la tarjeta de crédito.

En este último caso, la única opción que nos queda para la retirada de efectivo pasa por acudir a la oficina del banco. Pero en realidad no resulta nada práctico, ya que habría que ajustarse a sus horarios. Por lo general cierran a las 14:00 horas y los fines de semana permanecen cerrados.

Ante estas situaciones, que se repiten con más frecuencia de lo que pensamos, se hace más evidente la necesidad de una segunda cuenta. Se trata de contar con una alternativa para seguir operando en caso de que hubiera algún tipo de incidencia inesperada con la primera.

"La secundaria puede servir para emitir y recibir transferencias, pagar recibos o abonar compras", apuntan en dicho portal financiero. Inciden en la necesidad de asegurarse de "que se tiene saldo para cubrir emergencias". No sería preciso disponer de mucho dinero, solo el necesario para salir del paso.

Recuerdan que una segunda cuenta corriente no implica un coste demasiado elevado. De hecho, sí solo se va a utilizar de forma esporádica y no se domicilia la nómina, se puede abrir sin comisiones y sin vinculación. Por lo general, algunas entidades las ofrecen sin gastos de mantenimiento, con transferencias, retirada de dinero y tarjeta gratuita.

Sacando dinero
En caso de incidencia podríamos quedarnos sin la posibilidad de retirar dinero del cajero | Getty Images

Separar ahorros y dinero de uso diario

Trabajar con una única cuenta también puede resultar perjudicial en nuestro intento por ahorrar. En este tipo de escenario, los ahorros y el dinero que se usa en el día a día conviven en la misma cuenta. Pero esto no contribuye a mantener el control de las finanzas.

Aconsejan que lo conveniente sería disponer de una para el ahorro y otro para el día a día. Así resultaría más cómodo gestionar la economía doméstica y conocer la cantidad que se ahorra al mes y el colchón financiero disponible.

Además, los bancos ya empiezan a ofrecer productos financieros para rentabilizar los ahorros a través de los intereses. La intención es que a lo largo de los próximos meses mejoren sus propuestas a los clientes tras una época de parón.