Cada año, para Navidad, es muy típico regalar a nuestros familiares una flor de Pascua. Esta planta en concreto, es una planta leñosa de hojas grandes y verdes. Su cualidad más destacable es que, en la parte superior de esta, sus hojas se tornan en color rojo, creando una enorme flor muy relacionada con la navidad, presente en muchas decoraciones.
Muchos de nosotros, al terminar la festividad, nos damos cuenta de que esa impresionante planta de flores rojas es ahora un pequeño conjunto de ramitas y hojas secas en su fondo.
¿Debemos comprar cada navidad una nueva flor de Pascua? ¡No! Vamos a enseñarte cómo cuidar y mantener en perfectas condiciones esta festiva planta para que año tras año florezca igual que el primer día. Su mantenimiento y cuidado es muy sencillo, mucho más de lo que piensas, y solo te ocupará unos minutos de tu tiempo.
¿Cómo es la flor de Pascua?
Esta planta navideña es muy típica en casi todos los hogares de España para las fiestas de navidad. Es una planta de la familia de las Magnolias llamada poinsetia, con grandes y vistosas hojas de color verde, en la parte inferior, y roja, en la parte superior.
Lo que diferencia a la flor de Pascua de las otras plantas típicas de esta época es su conjunto de hojas superiores. Son llamadas brácteas, de color rojo intenso y forman una inmensa flor rojiza muy llamativa y hermosa. Estas brácteas están creadas para llamar la atención de los insectos polinizadores, al simular la forma de una enorme flor.
¿Cómo cuidar tu flor de Pascua una vez finalizada la Navidad?
Cuando llega enero y empieza el nuevo año, muchas de estas plantas tienen un aspecto totalmente opuesto a como llegaron a nuestro hogar. Muchas, pierden sus hojas por completo y quedan secas y con sus tallos a la vista. En ese momento, es cuando muchos de nosotros tiramos la toalla y la damos por perdida, pero no es así.
Estas plantas quedan en reposo hasta la siguiente primavera, donde vuelven a florecer con la misma fuerza que al llegar a tu casa. Para poder lograr este resultado, es esencial que sigas los siguientes pasos.
1. Regar la flor de Pascua con moderación
Debes regar moderadamente tu planta cada dos días, dejando que su tierra quede completamente seca antes de seguir regando. En este punto la planta está guardando todas sus fuerzas para florecer de nuevo en primavera, por eso debemos seguir regándola.
Debemos tener en cuenta que es un proceso largo y no debemos dar por perdida a nuestra planta, debemos seguir regando su tierra cada semana para mantenerla con vida. Poco a poco observamos como empiezan a brotar de ella hojas verdes por todos sus tallos.
2. Abonar la planta si es necesario
Una vez entremos en la época de primavera-verano, es recomendable trasplantar la flor, y, seguidamente, abonar una vez al mes con un buen sustrato.
¿Cómo obtener las distintivas hojas rojas de la flor de Pascua?
Estas flores suelen hacer el cambio de color de las hojas de manera natural con el cambio de estación. Al estar en el interior de una casa, este cambio no suele realizarse siempre de una forma efectiva. A partir de septiembre, deberás seguir estos pasos para hacer que tu planta de Navidad “florezca”.
Las brácteas superiores cambian su color con las largas noches que nos da el cambio de estación. Para lograr este efecto, deberás poner tu planta en un lugar totalmente oscuro durante 14 h, así imitaremos esos cambios de estación que hacen que florezcan las flores rojas.
Un armario o una despensa pueden ser perfectos para crear este ambiente oscuro que nos dará las flores rojas que tanto deseamos. Si no fuera posible, puedes tapar la planta con un trapo o con algún elemento que le impida ver la luz del sol ya así proporcionar esa oscuridad tan necesaria para generar los tonos rojizos tan distintivos.
¿Cómo es el cambio de sus hojas verdes a rojas?
Si mantenemos la planta en un ambiente oscuro y en torno a los 15 grados, será suficientes como para provocar ese cambio de color en sus hojas. Es esencial seguir este proceso durante 4-5 semanas para lograr unas hermosas flores rojas. Una vez finalizado el proceso, y cuando la planta esté lista, aparecerán las famosas flores que tanto buscamos.
Es un proceso largo, pero no muy costoso, debemos mantener esta simple rutina de cuidado y veremos cómo el próximo año, disfrutaremos de la misma flor de Pascua sin tener la necesidad de comprar una nueva, dándole a la nuestra una segunda vida.