La maltodextrina es un suplemento básico en la industria alimentaria, aunque es desconocida por muchos. Entre otras funciones, sirve para espesar algunos alimentos, estabilizar los que tienen altas cantidades de grasas y, además, es importante como fuente de carbohidratos en bebidas energéticas.
En este artículo vamos a hablar sobre qué es la maltodextrina y de donde proviene y de sus dos usos principales, como aditivo alimentario y como suplemento deportivo. Terminaremos con las contraindicaciones que vienen junto a un consumo inapropiado.
Podemos definir la maltodextrina como la sustancia que se produce con la hidrólisis del almidón, es decir, la reacción química en la que, por la acción de ácidos, se rompen los enlaces de los polisacáridos dando lugar a cadenas más pequeñas que, en este caso, son las maltodextrinas.
Por lo general se extrae del maíz, ya que es el menos dañino para el cuerpo, aunque puede variar según la región del mundo, si la mayor fuente de almidón es otra. En Europa, por ejemplo, la fuente principal de almidón es el trigo, pero esto podría suponer daños en personas celíacas, si el proceso de obtención del maltodextrin no logra eliminar el gluten que contiene este cereal.
Las maltodextrinas, pues, son cadenas de glucosa, la fuente de energía más importante para la fibra muscular durante la actividad física. Si hay un exceso de glucosa en la sangre después de comer, el cuerpo puede almacenarla en forma de glucógeno en el hígado y en el músculo. Cuando los niveles de glucosa en la sangre disminuyen por razones varias, como la realización de ejercicio físico o por ayuno, la glucosa que se había almacenado es la encargada de cubrir las necesidades energéticas de ese momento.
Como ya hemos dicho, la maltodextrina es usada como una sustancia básica en la industria alimentaria. Es famosa como edulcorante, tanto en productos que encontramos en el mercado como para la preparación de comidas. Por ejemplo, este polisacárido es un componente muy importante en algunas patatas fritas.
Además, es utilizada para fabricar comidas ya preparadas, como galletas y harinas. Además, también podemos encontrarla como parte de la composición de edulcorantes comerciales.
¿Pero qué es lo que hace que sea tan especial para estar en tantos productos? Principalmente, porque se trata de un carbohidrato simple que se absorbe mucho más rápido que otros y es más saludable para el sistema digestivo. Aunque es muy utilizada como edulcorante, pero, la maltodextrina tiene un dulce muy ligero, que sólo se potencia cuando es mezclada con otras sustancias.
Otra característica que la hace interesante en la elaboración de alimentos es que, gracias a su composición, tiene la capacidad de comprimir los sabores y conservarlos durante un período largo de tiempo.
Los cocineros más reconocidos del mundo también han sabido aprovechar sus virtudes secantes en la elaboración de platos, ya que la maltodextrina es capaz de transformar rápidamente un líquido o un aceite en un polvo. Esto ha permitido a los chefs hacer creaciones muy originales y diversas.
La maltodextrina se ha popularizado como suplemento deportivo gracias a las propiedades que tiene como cadena de glucosa. En general, esta sustancia se usa para dar energía al cuerpo de una forma alternativa a la glucosa, ya que esta posee menos de 20 moléculas de glucosa.
Al igual que esta, forma parte de los carbohidratos simples, pero con un índice glucémico muy bajo al de los demás, que es la capacidad que tienen los alimentos para aumentar la glucosa en la sangre después de su ingestión. Es decir, tiene la capacidad de aportar gran cantidad de calorías sin generar molestias digestivas que ocasiona el consumo de azúcar simple en grandes cantidades.
Habitualmente el uso de la maltodextrina es más común entre los atletas que practican disciplinas relacionadas con la resistencia, como el running, ciclismo o crossfit, así como también en aquellas que tienen que ver con la fuerza, como el levantamiento de pesas. Esto es porque al consumir maltodextrin la energía del cuerpo aumenta rápidamente y le da más posibilidades para resistir ejercicios de alta intensidad, a la vez que retrasa la aparición de la fatiga muscular.
El consumo de este suplemento es recomendado por entrenadores de todo el mundo para mantener el ritmo durante competiciones muy largas, ya que le da al cuerpo esa energía necesaria para llegar hasta el final, en especial, en actividades de alta resistencia.
Su uso está permitido y popularizado entre atletas de todas las disciplinas, y también entre las personas que entrenan en un gimnasio, por lo que es fácil encontrarlo a la venta tanto en tiendas de suplementación deportiva, así como en tiendas online. Se puede encontrar tanto en polvo para mezclar con agua, así como también forma parte de otros productos especiales para la recuperación de energía, como los geles energéticos o las barras.
Como ya hemos explicado, la maltodextrina está formada principalmente por glucosa. Por eso, su consumo no suele ser recomendado para personas que sufren de diabetes, ya que deben evitar los cambios bruscos en los niveles de glucosa en la sangre, debido a que no producen suficiente insulina para regularla de manera correcta.
Su uso se ha extendido tanto que es posible encontrar maltodextrin en productos que consumimos a diario, como bebidas, caramelos, helados o cervezas. A veces, no se explica de dónde proviene dicha sustancia y, como ya hemos mencionado antes, puede llegar a ser peligroso si es derivada del trigo y contiene gluten. Puede afectar a las personas celíacas sin que sean conscientes de que lo están consumiendo.
Aunque hasta ahora no se han comprobado efectos dañinos para el organismo que vayan relacionados con el consumo de maltodextrina, como ocurre con todas las sustancias, tomarla en exceso no va a ser bueno. Por ejemplo, en deportistas, abusar de este suplemento va a hacer que el cuerpo libere más insulina para combatir los niveles de glucosa. Un exceso de insulina en la circulación puede causar una hipoglucemia momentánea, además de experimentar náuseas y vómitos.