El sistema nervioso central es una de las estructuras más complejas de nuestro organismo, sino la que más, el cual se encarga de la percepción y procesamiento de estímulos tanto externos como internos, así como de la trasmisión de esta información a lo largo de todo nuestro organismo.
Entre estos estímulos se encuentra también el dolor, lo que significa que cualquier afección que afecte al sistema nervioso puede intensificar los síntomas de dolor. No obstante, existen medicamentos como Lyricia que tratan de luchar contra estos síntomas. A lo largo de este artículo explicaremos qué es Lyrica, para que sirve y sus efectos secundarios y contraindicaciones.
Lyrica es uno de los diferentes nombres comerciales que se otorga a la pregabalina. Este compuesto, es un fármaco es un anticonvulsivo que actúa sobre el sistema gabaérgico y un depresor del sistema nervioso central.
Por lo tanto, aunque no se conoce con exactitud el mecanismo de acción de Lyrica, se hipotetiza que que funciona sobre los nervios dañados y desciende la actividad o “calma” los nervios hiperactivos.
Este es un medicamento comúnmente utilizado en el tratamiento de la de la epilepsia, el dolor neuropático, la fibromialgia y el trastorno de ansiedad generalizada. Además, otros de los usos pendientes de aprobación incluyen en síndrome de piernas inquietas, la prevención de las migrañas, la ansiedad social o el alcoholismo.
En un inicio, la pregabalina se desarrolló como una alternativa a la gabapentina y fué aprobada y comercializada en el año 2004 bajo diversos nombres comerciales según el país de venta, uno de ellos es Lyrica.
Tal y como se menciona anteriormente, Lyrica es comúnmente utilizada en el tratamiento de una gran cantidad de condiciones físicas e, incluso psicológicas; todas ellas relacionadas con algún tipo de alteración o daño del sistema nervioso.
La fibromialgia es una de las afecciones relacionadas con el dolor más comunes que existen en la actualidad. Se hipotetiza que en la fibromialgia el cerebro intensifica la sensaciones de dolor, provocando síntomas como dolor muscular crónico sin causa aparente, fatiga, problemas de sueño y puntos sensibles y dolorosos.
Todos estos síntomas físicos que se experimentan de manera crónica y recurrente acaban por generar un impacto psicológico negativo que interfiere con el ritmo de vida de la persona y con su manejo de las emociones y el estrés.
Además de para el dolor provocado por la fibromialgia, Lyrica también se administra en el tratamiento del dolor neuropático. Este tipo de dolor está estrechamente relacionado con la diabetes y es comúnmente conocido como neuropatía diabética
Las personas con diabetes, suelen poseer niveles muy elevados de azúcar en sangre los cuales, con el paso del tiempo, pueden causar daños permanentes en los nervios. Este tipo de afección, que suele darse sobre todo en pies y manos, puede causar distintos grados de dolor, llegando a ser realmente molesto para el paciente.
Una lesión en la médula espinal, además de innumerables síntomas físicos y un riesgo de parálisis, puede provocar dolores punzantes, palpitantes o en forma de ardor como resultado de los nervios dañados.
Gracias a la administración de Lyrica, este dolor puede disminuir de manera notable, mejorando la calidad de vida de las personas afectadas.
Aunque no es uno de los principales tratamientos de elección, la pregabalina presente el Lyrica se recomienda como un posible tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno de estrés postraumático.
El motivo es que este medicamento parece poseer propiedades ansiolíticas parecidas a las de las benzodiazepinas pero con un riesgo de dependencia bastante menor. Los efectos de la pregabalina sobre los síntomas de la ansiedad pueden aparecer alrededor de una semana tras el inicio del tratamiento y ha demostrado ser superior a otros fármacos (lorazepam, alprazolam y venlafaxina) en cuanto a los síntomas de ansiedad psicosomática.
Finalmente, Lyrica también puede ser administrado en casos de infección por herpes zóster y, en compañía de otros medicamentos, en el tratamiento de ciertos tipos de convulsiones.
Puesto que la pregabalina es un depresor del sistema nervioso central, puede causar una serie de efectos secundarios no deseados en aquellas personas que lo consumen. Los principales efectos secundarios de Lyrica son:
Somnolencia
Boca seca
Estreñimiento
Problemas de concentración
Hinchazón en brazos y piernas
Aumento de peso
Además, existen otro tipo de efectos secundarios de Lyrica poco probables pero algo más graves. Estos incluyen:
Visión borrosa
Sangrados o hematomas sin causa aparente
Inestabilidad
Confusión
Sensibilidad y/o debilidad muscular
Problemas renales
En caso de experimentar cualquiera de estos efectos secundarios, es recomendable acudir a la consulta de un profesional médico el cual reajustará la dosis de Lyrica o la cambiará por otro fármaco similar.
En el caso de pacientes a los que se administra pregabalina con motivo de una condición psicológica o para el tratamiento de las convulsiones, este fármaco puede también provocar los siguientes efectos secundarios:
Depresión
Pensamientos y/o conductas suicidas
Alteraciones anímicas graves
Debido a la gravedad de estas posibles reacciones, en estos casos es necesario que tanto el médico como los familiares realicen un seguimiento muy ajustado del estado psicológico del paciente, con el objetivo de evitar cualquier lesión o daño que se pueda provocar a él mismo.
Antes de iniciar el consumo de Lyrica, el paciente debe informar a su médico de cualquier alergia o condición especial de salud para así evitar interferencias o posibles reacciones adversas graves. Entre las principales afecciones físicas en las que se desaconseja la administración de Lyrica se incluyen:
Problemas cardíacos
Problemas renales
Antecedentes de reacciones alérgicas a la pregabalina
Antecedentes personales o familiares de trastorno por consumo de sustancias
En casos de embarazo y lactancia, la pregabalina solamente debería ser usado cuando sea realmente necesario puesto que puede suponer un riesgo para el feto y, al ser excretado por la leche materna, también un riesgo para el recién nacido.
Finalmente, Lyrica puede causar mareos, somnolencia y visión borrosa, por lo que se desaconseja la conducción o utilización de maquinaria pesada durante el tratamiento. Además, estos síntomas pueden verse agravados con el consumo de alcohol u otras drogas como la marihuana.