Desde hace unas semanas ya se pueden ir adquiriendo décimos de Lotería para el Sorteo de Navidad. Pero hay que extremar las precauciones, ya que con mucha facilidad se puede caer en un error que nos puede costar muy caro.
Hay mucha ilusión y esperanzas puestas en la jornada del 22 de diciembre. Aunque no llevemos muchos boletos, durante unos minutos nos invade un cierto estado de intranquilidad. Y es que el número que jugamos puede resultar agraciado con el Gordo.
Serían 400.000 euros, aunque la cantidad a percibir sería bastante menos una vez que liquidasen los impuestos. También hay que aclarar qué ocurriría en caso de jugar un décimo compartido con otras personas. Por muy buena relación que haya entre ellas, cuando existe dinero de por medio no podemos confiarnos demasiado.
Es cierto que tradicionalmente se juega con amigos, familiares y compañeros del trabajo. Y en principio no debería haber problemas a la hora de repartir las ganancias. Pero en cualquier momento puede surgir un contratiempo, como el que poseedor del boleto se resista a dividir el premio.
Por eso resulta imprescindible asesorarse y seguir una serie de pautas. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) inciden en la necesidad de identificar a los distintos participantes.
Además debe mostrarse con claridad el porcentaje que tiene cada uno en el juego. De esta manera se evita el impuesto de donaciones al tiempo que se garantiza un reparto más justo de los beneficios.
Problemas por no hacer las cosas bien al comprar la Lotería
En el caso de que resultemos agraciados con un premio importante, como puede ser el Gordo, estaremos obligados a declararlo. Los expertos insisten en la necesidad de poner en conocimiento del banco la naturaleza compartida del mismo. De lo contrario podría darse una doble tributación.
La retención fiscal, como publica el diario Sport, se aplica de forma automática sobre premios que rebasen los 40.000 euros. Por lo tanto, esto es algo a valorar en el momento en que se vaya a reclamar el pago.
Cuando se traten de cuantías inferiores a los 2.000 euros no habría inconvenientes. Este tipo de premios será posible cobrarlos en las propias administraciones de Lotería sin ningún tipo de inconveniente.
Disfrutar del premio sin preocupaciones
Desde la OCU recalcan la necesidad de plasmar por escrito la compartición de un boleto. En caso de futuras disputas, las palabras y promesas no tendrían ningún tipo de valor. No costaría nada realizar un registro preciso con todas aquellas personas que adquieren algún tipo de derecho sobre el décimo.
Así será la manera de asegurarse que todos puedan cobrar la parte que le corresponda de forma justa sin que haya opción para el conflicto. Siempre recuerdan que el sorteo de Lotería es un momento de mucha felicidad e ilusión. Pero esto no debe ser impedimento para que actuemos con cierto sentido.
Es decir, conociendo las responsabilidades e implicaciones legales que implique compartir un boleto. Si somos capaces de seguir las recomendaciones de esta organización tendremos la opción de disfrutar del premio sin preocupaciones legales ni fiscales.
Por lo tanto, será tan sencillo como identificar a los que tomen parte en el juego y documentarlo todo por escrito. Será la única forma de que adquiera una cierta legalidad. Además, también habrá que poner en conocimiento del banco su compartición en el caso de resultar agraciado.
Otro error que no debemos pasar por alto y que puede costarnos caro es a la hora de adquirir papeletas. Por lo general se compran a precios más reducidos y suelen incluir algún tipo de recargo.
En alguna ocasión se ha dado la circunstancia que la entidad u organización que los vendía carecía de los décimos con dicho número. Por lo tanto se producía una estafa en toda regla.
De ahí que resulte decisivo fijarse en que los boletos cuente con sello y un depósito. Además, habría que desconfiar de aquellas asociaciones desconocidas o que no nos suenen de nada.