Lidl vuelve a demostrar su compromiso con la sostenibilidad. La cadena lleva años al frente de propuestas que mejoren no solo la experiencia de los clientes, sino el impacto que tiene sobre las personas y la sociedad en sí.
Y esta vez, ha decidido desarrollar una estrategia medioambiental para sus establecimientos de Cataluña, al tratarse de una región estratégica. Esto se debe a que esta comunidad autónoma reúne un alto nivel comercial, así como 120 puntos de venta de la cadena alemana.
Las medidas que lleva a cabo la compañía en Cataluña
Dentro de dicha estrategia por mejorar su impacto medioambiental en Cataluña, se encuentran una serie de medidas que abogan por mejorar su huella.
1. Aparcamiento descontaminante
Lidl ha implementado su primera lona sostenible en Barcelona, concretamente, en Montcada i Reixac. Allí, la lona permite purificar el aire, para hacerlo más limpio y mejorar su calidad. Teniendo en cuenta su tamaño (equivalente a la plantación de 240 árboles) se ha convertido en la más grande, pues la ubicada en Mallorca le sigue por detrás.
2. Instalación fotovoltaica de casi 30.000 m²
Como la cadena quiere reducir sus emisiones de carbono, busca constantemente la forma de reducir las emisiones nocivas para el planeta. De ello es el ejemplo la energía que se suministra en todas sus tiendas, oficinas... pues se trata de fuentes renovables.
En el caso de Cataluña, Lidl ha dispuesto unos 30.000 m² de placas fotovoltaicas, encargadas de producir casi el 30% del consumo energético de los establecimientos. En concreto, han sido Olot, Figueres y Vilafranca del Penedès las últimas los últimos municipios en haberse adherido a este tipo de energía.
3. Red gratuita con 44 puntos de recarga para vehículos eléctricos
Distribuida por Cataluña, Lidl dispone de una red gratuita para que los clientes recarguen gratuitamente sus vehículos eléctricos. En total, tiene 44 puntos de recarga que se reparten entre 14 establecimientos. Algunos de ellos ubicados en Barcelona, Olot, Rubí...
4. Gestión de residuos
Lidl ha compartido en numerosas ocasiones su preocupación por alargar, lo máximo posible, la vida útil de sus productos. Gracias a su gestión de residuos ha conseguido ser la única empresa de distribución que cuenta con el certificado Residuo Cero (AENOR). Y con intención de evitar que se desperdicien grandes cantidades de alimentos, se han propuesto que para 2025 el tanto por ciento disminuya considerablemente.
5. Reducción de plástico
Una de las máximas de la cadena es la de disminuir la cantidad de plástico en sus tiendas. Por ello, fue el primer supermercado español en implantar la retirada de las bolsas de plásticos para la compra.
Además, también fueron pioneros al aprobar la sustitución de bolsas de plástico por compostables en sus secciones de frutas y verduras. Precisamente en estas secciones, también abogaron por el uso de mallas en las que meter los productos, facilitando así la posibilidad de reutilizar las mismas.
Pero no solo eso, Lidl decidió retirar todo el plástico de los artículos que estaban destinados a un solo uso. Por ello, decidió cambiarlos por papel y convertirse así en el primer supermercado que había eliminado los microplásticos de productos como los de cosmética o limpieza.
Y en lo que concierne a sus propios productos, están buscando la forma de utilizar el menos plástico posible u optar por plástico reciclado. De este modo, buscan seguir adelante con su iniciativa REset Plastic, la cual promueve que para 2025 se reduzca el uso que le dan al plástico y aumente la cantidad de plástico reciclado en sus productos.
6. Ticket Eco
Por si fuera poco, la cadena también dispone del conocido "ticket eco". A diferencia del habitual, este una versión original que se puede solicitar por la aplicación Lidl Plus. De este modo, los clientes pueden contribuir a no malgastar más papel del necesario.