En la actualidad, más de 1.900 millones de personas padecen obesidad y se calcula que con el paso de los años, la cifra aumente considerablemente. El problema de esta enfermedad no es solo las limitaciones que provoca. También, supone un factor de riesgo para padecer un gran número de enfermedades como las cardiovasculares.
En España las cosas no están mejor, ya que se calcula que, anualmente, mueren más alrededor de 100.000 por los efectos derivados de la obesidad. La ciencia se esfuerza por poner solución a un problema que afecta a gran parte de la población mundial.
Por ello, cada vez son más frecuentes los estudios centrados en la investigación de la obesidad y del colesterol. En este sentido, la solución podría venir desde Japón, país en el que la obesidad no suele ser un problema tan marcado. Koji Fukui, un prestigioso investigador del país asiático, ha querido asegura haber encontrado una posible solución al sobrepeso...
Los japoneses descubren cómo frenar la obesidad y eliminar grasa
Investigadores japoneses del Instituto de Tecnología de Shibaura (SIT) han encabezado una investigación para frenar el avance del colesterol y de la obesidad. Los resultados son prometedores y los científicos se muestran positivos ante los resultados. Han podido demostrar que el uso de la vitamina E podría combatir la verdadera pandemia del siglo XXI, la obesidad.
En este estudio publicado en la revista científica Molecules, los investigadores afirman haber utilizado un subtipo de la vitamina E, el tocotrienol, también conocido como T3. Querían conocer qué efectos tenía relacionados con el peso y las enfermedades ligadas a él.
Para llevar a cabo esta investigación, alimentaron a ratones que ya contaban con dietas altas en grasa con esta vitamina. Los dividieron en dos grupos, pero solo a uno de ellos los alimentaron con extractos de T3, mientras el otro seguía con su dieta normal.
La posible clave para acabar con la obesidad de una vez por todas
Pese a que ambos grupos se alimentaron mediante una dieta alta en grasa, solo aquellos que habían sido alimentados con T3 no engordaron. Además, se observó que acumulaban mucha menos grasa visceral, aquella que puede rodear órganos como el hígado o los riñones. Pero las buenas noticias no se acaban ahí, los tratados con T3 sufrieron una reducción del colesterol malo.
Asimismo, este experimento ha arrojado luz sobre la relación entre la obesidad y la disfunción cognitiva. Los ratones que no fueron alimentados con T3 se comportaban de una forma especial. Se movían muy poco y cuando lo hacían, era de manera lenta.
Este comportamiento es muy común entre los ratones que sufren de ansiedad y depresión, por lo que la obesidad podría estar relacionada con estos estados mentales. Siguiendo en esta línea, el mantener una dieta alta en grasas sin la presencia del T3 provocó que los ratones sufriesen un incremento entre los biomarcadores que marcan la oxidación cerebral.
Su expresión del factor neurotrófico cerebral fue afectado, mientras que en el grupo de los ratones alimentados con vitamina E no hubo ningún cambio significado entre sus marcadores.
¿Realmente funciona la vitamina E?
El estudio ha concluido que, en este caso, la vitamina E sí ha sido efectiva para la disminución de grasa y colesterol malo. Pero, a día de hoy, las investigaciones de los efectos de la vitamina E todavía son poco concluyentes o escasas para otorgarle la propiedad de reductora de peso. Lo positivo de este estudio se halla en que ha abierto una nueva línea de investigación para tratar algo tan grave como la obesidad.
La mejor solución para eliminar el colesterol y la grasa es mantener un estilo de vida. En él, se incluye alimentarse de forma saludable y variada. Además, se debe combinar con ejercicio diario y dejando atrás el estilo de vida sedentario. Si te preocupa conocer si padeces obesidad, la mejor opción de conocer la respuesta es calculando tu IMC (Índice de Masa Corporal).
Para ello, deberás dividir tu peso en kilogramos entre tu estatura en metros cuadrados (Kg/m2). Si el resultado es superior a 30, padeces de obesidad.
- Resultados de 30 a 35: Obesidad de tipo I
- Resultados de 35 a 40: Obesidad de tipo II
- Resultados superiores a 40: Obesidad de tipo III