Las hipotecas atraviesan su peor momento a raíz de las sucesivas subidas de los tipos de interés. El nuevo incremento, el quinto desde el verano, supone un nuevo varapalo para aquellos que tienen una hipoteca variable o quieren acceder a ella. La situación actual ha cambiado por completo el escenario.
Los bancos ya no ofrecen hipotecas fijas y las condiciones de los préstamos son más duras, con créditos más caros y fórmulas que siembran la incertidumbre. Es el caso, por ejemplo, de las hipotecas mixtas o las variables con cuotas fijas. Parece que son ventajosas, pero podrían no serlo tanto.
Los españoles que tienen contratada una hipoteca variable, la subida de los tipos conlleva cuotas más caras en cada revisión. Con el Euríbor en enero (3,337%) y una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, la cuota subiría 277 euros al mes. Al año supondría un encarecimiento de 3.325 euros.
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El Euríbor no dejará de subir
El Euríbor es el indicador de referencia para los tipos de interés de las hipotecas variables. Este indicador está aumentando de manera imparable, ya se encuentra en el 3% y la previsión es que alcance el 4% antes del verano. Si los precios no dejan de subir, incluso podría llegar al 5%.
Esto dibuja un nuevo escenario en el que las hipotecas fijas desaparecen prácticamente, mientras que las variables ganan terreno. Lo previsible es que los bancos ofrezcan tipos muy competitivos este 2023, con hipotecas que darán mucha rentabilidad. Es lo que ya hacen muchas entidades digitales.
Es un escenario opuesto al vivido durante la pandemia, cuando los tipos estaban en negativo y los bancos vendían muchas hipotecas fijas. En aquel momento, la demanda de estas hipotecas alcanzó su punto máximo. Pero la inflación disparada de los precios ha dado la vuelta completamente a la tortilla.
Qué está pasando ahora
Los bancos ya casi no ofrecen hipotecas fijas, y las pocas que quedan son a precios muy poco atractivos para el cliente. Estos préstamos podrían llegar al 3,5% o al 4% con bonificaciones. Su valor es muy parecido al del Euríbor, así que es un producto menos atractivo para el comprador.
Por eso los compradores prefieren ahora mismo otro tipo de productos como las hipotecas mixtas. Se trata de hipotecas con un primer tramo a tipo fijo, que pasados unos años se vuelve variable. Las entidades ofrecen estos productos con plazos más cortos, de cinco a diez años, en el tramo fijo.
Es la forma como las familias pueden obtener financiación a precios más bajos y estables durante los primeros años. Pero los expertos advierten que después se abre un escenario de riesgo, al no saber cómo evolucionará el Euríbor. Si sigue subiendo, el comprador quizás no pueda hacer frente a la subida.
Angustia, incertidumbre y muchas críticas
La situación actual ha generado muchas críticas porque el margen de beneficio que están consiguiendo los bancos a costa de la ruina de los compradores. El aumento de los tipos supone que las hipotecas se encarecen 300 euros al mes. Y arroja más incertidumbre entre los angustiados hipotecados.
En España, Unidas Podemos ha solicitado poner un tope máximo de las hipotecas variables hasta que el escenario sea más favorable. El PSOE ya ha reaccionado asegurando que esto no se puede hacer de forma estructural. De momento, no parece que el Gobierno vaya a aprobar pronto una medida así.
El Banco Central Europeo ha llamado a la calma asegurando que el mercado se estabilizará en el mes de mayo. Pero la evolución del Euríbor está condicionada a la inflación de los precios y el escenario internacional. Si los precios no dejan de subir, la cosa solo puede ir a peor.