La higiene dental debe ser un imperativo necesario en la vida de una persona. Mediante el uso del cepillado y el hilo dental de forma diaria y adecuada, se puede mantener una correcta higiene bucodental y de esa manera procurar evitar problemas de salud bucal futuros como caries o patologías periodontales.
Debido a su gran importancia para procurar nuestra calidad de vida general, en este artículo explicaremos qué es la higiene bucodental y por qué es tan importante cuidar la salud bucal. Finalmente, revisaremos ampliamente cómo debemos lavarnos los dientes y usar el hilo dental.
¿Qué es la higiene bucodental?
La higiene dental consiste en la práctica diaria de mantener la boca limpia y saludable mediante el uso del cepillado y el hilo dental; todo con tal de prevenir enfermedades dentales y de las encías que incluyen la periodontitis, la gingivitis o las caries.
El objetivo principal de la higiene bucodental es el de prevenir la acumulación de placa en los dientes, así como otras afecciones bucodentales asociadas. La placa es una película adhesiva de bacterias y restos de alimentos que se acumula en los dientes. Esta capa va generando poco a poco ácidos, que, cuando no se eliminan con regularidad van deteriorando la superficie protectora de los dientes y genera las patologías dentales y gingivales.
El cepillado y el uso del hilo dental son prácticas que engloban a la higiene dental y que ayudan a acabar con la placa de los dientes. Asimismo, el uso de los enjuagues bucales antisépticos también pueden ayudar a eliminar más bacterias que ayudan a la formación de la placa.
¿Sólo basta con la higiene dental?
Además de toda la atención oral diaria que acabamos de explicar anteriormente, es importante saber que para poder mantener una buena salud bucodental se debe visitar al dentista de forma regular.
A parte de acabar de limpiar la placa acumulada en nuestros dientes que no puede ser eliminada mediante el cepillado normal y realizar tratamientos regulares (empastes, puentes, etc.), el dentista también puede hacer servicios diagnósticos tales como imágenes de rayos X y detección de cáncer oral.
¿Por qué debemos cuidar nuestra higiene bucal?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que las caries dentales son quizás las enfermedades infecciosas más prevalentes en los niños. Más del 40% de todos los niños tienen caries cuando llegan a parvularios y es necesario que todos los padres aprendan la importancia del cuidado bucal temprano y que enseñen a sus hijos una higiene oral adecuada.
Una buena higiene bucodental debe comenzar desde el comienzo de la vida de un niño. e incluso antes de que aparezcan sus primeros dientes. Las madres embarazadas y lactantes deben tener cuidado con el uso de medicamentos, ya que algunos, como la tetraciclina (un tipo de antibiótico), pueden causar decoloración de los dientes en los bebés.
Mantener la higiene oral debe ser un hábito de por vida. Las encías de un bebé y, más tarde, los dientes deben mantenerse limpios mediante el uso de un paño húmedo o un cepillo de dientes suave. Sin embargo, sólo debe usarse una cantidad muy pequeña (del tamaño de un guisante) de pasta de dientes, ya que un exceso de flúor puede ser tóxico para los bebés.
¿Cómo podemos mantener nuestra salud dental y bucal?
Según se recomienda, debemos lavarnos los dientes y usar el hilo dental de forma diaria al menos 2 veces al día; siendo 3 lo ideal. Debemos realizar ambas actividades de higiene a fondo, pero no con demasiada fuerza, ya que las acciones mecánicas bruscas pueden irritar o dañar a los tejidos orales sensibles.
Para asegurar un buen cepillado, debemos cambiar los cepillos de dientes aproximadamente cada 3 meses. Los cepillos ideales suelen ser aquellos que tienen cerdas suaves, de nylon y redondeadas en un tamaño y forma que sea el adecuado para llegar a todas las superficies de los dientes con facilidad.
Debido a la gran importancia de saber utilizar estos dos instrumentos para nuestra higiene bucodental, a continuación explicaremos cómo realizar los pasos necesarios para poder cepillarnos los dientes de forma correcta y cuidar de esta manera nuestra salud bucodental.
1. Cepillado
Como bien sabemos y hemos explicado antes, la limpieza dental es una de las principales medidas de prevención de enfermedades bucodentales.
Debemos cepillarnos los dientes al menos 2 veces el día y preferiblemente después de cada comida. Para poder hacer un cepillado efectivo tenemos que limpiar cada superficie externa, interna y plana de los dientes.
Para limpiar las superficies externas e internas, el cepillo de dientes debe mantenerse en un ángulo de 45 grados contra las encías y tiene que moverse hacia adelante y hacia atrás en movimientos cortos. Las superficies de masticación de los dientes posteriores, en cambio, deben cepillarse con el cepillo plano y moviéndose hacia adelante y hacia atrás.
Finalmente, es importante que la lengua también se limpie para eliminar todas las bacterias y partículas de alimentos que puedan acumularse en ella. Ésta debe cepillarse con un movimiento de barrido en dirección hacia atrás.
2. Uso del hilo dental
En relación al hilo dental, se debe utilizar por lo menos una vez al día. Su práctica constante puede ayudar a prevenir afecciones gingivales al eliminar los restos de alimentos y de placa dental que se acumulan debajo de la línea de las encías y entre los dientes.
Para empezar a utilizar este instrumento, se debe enrollar la mayor parte del hilo (45 cm) alrededor del tercer dedo de la mano. A continuación, se sujeta firmemente entre el pulgar y el índice de cada mano la sección que sobra (2,5 cm).
Seguidamente, el hilo debe introducirse entre cada par de dientes y moverse de una forma suave hacia arriba y hacia abajo varias veces con un movimiento de frotamiento. Además, en las líneas de las encías, el hilo dental se curva primero alrededor de un diente y luego del otro deslizándose suavemente en el espacio entre el diente y la encía.
Finalmente, es importante decidir también qué tipo de hilo queremos utilizar. Éste está disponible de distintas formas (encerado, sin cera, con sabor, etc.) y puede elegirse en función de las preferencias personales de cada uno.
Asimismo, para las personas que tienen dificultades para manejar el hilo dental, también existen se encuentran otros tipos de dispositivos de limpieza interdentales como cepillos y picos.
Referencias bibliográficas:
Swartout-Corbeil, D. M., & Thivierge, B. (2006). Oral Hygiene. In K. Krapp & J. Wilson (Eds.), The Gale Encyclopedia of Children's Health: Infancy through Adolescence (Vol. 3, pp. 1354-1357). Detroit: Gale.
Thivierge, B. (2002). Oral Hygiene. In D. S. Blanchfield & J. L. Longe (Eds.), The Gale Encyclopedia of Medicine (2nd ed., Vol. 4, pp. 2405-2407). Detroit: Gale.