Hacienda tendrá que dar explicaciones de lo ocurrido tras el último informe del Banco de España. Hay ciertos datos que no le acaban de cuadrar al organismo estatal.
"Un 20% de la recaudación pública no la podemos aclarar", recoge el último informe Trimestral de la Economía Española. El encargado de presentar dicho trabajo fue el director de Estadística de la citada entidad, Ángel Gavilán. Aclaro que dicho dato "no quiere decir que sea bueno o malo".
Lo que desconocen por completo es "a qué obedecen o de dónde llegan estos ingresos". En cuanto al capítulo de ingresos públicos desvelan que sigue habiendo "un fuerte dinamismo" en cuanto a recaudación. Por lo tanto, no se descarta que el déficit de las administraciones públicas en 2022 sea inferior a lo estipulado inicialmente en los presupuestos.
Los ingresos se imponen a los gastos
Explican que hubo una pequeña desaceleración en agosto y septiembre, pero los ingresos impositivos continúan creciendo a unos niveles interanuales muy altos. Serían bastante superiores a los gastos contabilizados.
Desde el Banco de España defienden que ese aumento de los ingresos impositivos estaría vinculado con el incremento de los salarios y los precios. Sin embargo, en torno al 20% de lo aumentado en el primer semestre del año no puede ser explicado. Eso provoca "ciertas dudas" sobre el carácter estructural o transitorio de esos ingresos extras.
Ángel Gavilán advierte a Hacienda que "no se deben confundir estos ingresos, de los que no se sabe su procedencia, con unos ingresos estructurales". Principalmente porque "no sabemos si lo son o no".
De ahí que insista en la necesidad de no asociar a dichos ingresos partidas de gastos como si fueran estructurales. De lo contrario se corre el riesgo de sufrir serios problemas más adelante. En estos instantes aconsejan "ser prudentes y no tratar todo el crecimiento de los ingresos como estructural" y ligarlo a gastos estructurales.
El saldo negativo de las administraciones
En el análisis del Banco de España se recoge que el saldo de las administraciones públicas, exceptuando ayuntamientos, quedó fijado en el -3,9% del PIB. El citado déficit está tres décimas por debajo de lo registrado al término de 2021. Además, es inferior 1,1 puntos respecto a la referencia del plan presupuestario.
Y todo ello pese a que las arcas del Estado se han visto muy beneficiadas en los últimos meses. Sobre todo por la inflación y el buen estado del empleo durante los dos pasados ejercicios. Las cuentas del país registran hasta 60.000 millones más que los había hace cuatro años.
Evitar cometer gastos innecesarios
Tanto el Banco de España como distintos organismos solicitan al Gobierno prudencia con sus actuaciones. El instituto de análisis económico FEDEA desveló en uno de sus últimos estudios un detalle a tener en cuenta.
El crecimiento medio del PIB entre 2018 y 2023 fue del 1%. Por su parte, los ingresos aumentaron un 15%, frente al 18% de los gastos. Esto implica que la subida del gasto real "ha sido 6,6 veces mayor que el del PIB".
Además, "el tipo de gravamen sobre el aumento de la renta fue superior al 500%", recoge La Razón. Todas las entidades reclaman responsabilidad a Hacienda en lo que se refiere al gasto. Encontrarse con los bolsillos llenos no implica que se puedan cometer despilfarros.
Indican que lo adecuado sería adoptar "una política fiscal más prudente en los próximos años". Insisten en la necesidad de apostar por la "contención del crecimiento del gasto y la reducción del déficit".
Solo de esa manera se podría garantizar la "sostenibilidad de nuestras cuentas públicas". Ahora queda por ver si desde Hacienda le prestan atención a todos estos organismos.