Hacienda ha avisado del dinero máximo que puedes recibir sin que los técnicos empiecen a investigar su procedencia. En muchas ocasiones, no somos consciente de que la lupa de los técnicos de Hacienda es muy larga. Nuestros movimientos bancarios están estrictamente controlados, para combatir las actividades ilegales como el blanqueo de capitales.
Es posible que en alguna ocasión alguien de tu familia se haya planteado darte una determinada cantidad de dinero. Ya sea para la compra de una vivienda, un coche o asumir un gasto inesperado. Pero posiblemente tuvieras que descartar esa posibilidad por miedo a que Hacienda te investigara.
Cuando se tratan de donaciones, que es una cesión, sobre todo de dinero, será necesario que lo declaremos a la Agencia Tributaria. Nos veremos en la obligación de asumir el pago de impuestos por dicho traspaso. En cualquier caso, cuando se tratan de cantidades pequeñas, este organismo no suele ser especialmente controlador.
Es más frecuente que pongan la lupa sobre todo en los importes elevados de dinero. Hay que aclarar que cuando se trata de una donación, nos referimos al traspaso de dinero, bienes o inmuebles, estando el donante aún con vida. Guarda muchas similitudes respecto a una herencia, con la diferencia de que la cesión en este caso se hace una vez fallecido el donante.
Hay que conocer la diferencia entre donación y herencia
Además, también hay una serie de aspectos que hacen que se distingan con facilidad. Cuando se habla de una donación, nos referimos a una transferencia totalmente voluntaria y que presenta un resultado positivo. Es decir, no implica ningún tipo de carga.
Por su parte, en las herencias también puede acarrear una cesión de deudas. Los herederos tendrán que asumirlas aunque el fallecido no lo haya dejado por escrito en el testamento. Por lo tanto, la primera opción se presenta como la más rentable por distintos motivos, como acabamos de comprobar.
La cesión de dinero también implica unas responsabilidades fiscales
Con la cesión de dinero o inmuebles en vida también habrá que rendir cuentas con la Agencia Tributaria. Es lo que se conoce con el nombre de Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Sin embargo, algunas comunidades han optado por eliminarlo, como es el caso de la región de Murcia.
En su caso, quedarán exentos de dicho gravamen las personas del grupo de parentesco III. Hace referencia a hermanos, sobrinos, tíos y ascendientes y descendientes por afinidad, como yernos, suegros, hijastros o padrastros.
Desde Hacienda se encargan de aclarar las condiciones que deberán afrontar los que hagan, por ejemplo, un préstamo entre familiares. Aseguran que están "obligados a presentar declaración o autoliquidación por este impuesto por los bienes y derechos que adquieran por donación". También "cualquier otro negocio jurídico a título gratuito e inter vivos".
El plazo que existe es de 30 días hábiles, que empieza a contar a partir del día siguiente a la firma del contrato. Por lo tanto, se trata de un trámite obligatorio al que deben enfrentarse todos aquellos que vayan a realizar un traspaso de dinero o inmuebles.
Una cantidad máxima que quedará al margen del control de Hacienda
La Agencia Tributaria suele ser muy estricta en lo que se refiere al movimiento de dinero. Resulta muy complicado escapar de su control cuando se tratan de cuantías muy elevadas.
Por lo general, si el importe se encuentra por debajo de los 3000 euros no suele haber demasiados problemas. No es precisamente una cifra que esté muy vigilada por Hacienda. Hay que recordar que las entidades bancarias no tienen la obligación de informar sobre los movimientos que estén por debajo de esa cantidad.
Así que si tienes previsto recibir próximamente una donación o una cantidad de dinero inferior a los 3000 euros puedes estar tranquilo. La Agencia Tributaria no reparará en dicha transacción.
Otra cosa bien distinta es cuando la operación se lleve a cabo con cierta regularidad. De ser así, lo más probable es que levante sospechas y tengas que dar explicaciones a este organismo.