Hasta 4.000 litros de combustible. Esto es lo que llegó a sustraer una organización criminal dedicada a robar gasolina en España. La Guardia Civil ha detenido a cuatro individuos como presuntos autores de un delito por manipulación de los oleoductos. Los delincuentes buscaban las tuberías y las perforaban para hurtar la gasolina y, posteriormente, venderla al mercado negro.
Los cuatro miembros, de nacionalidad letona y lituana, han sido localizados en el municipio de Utrera (Sevilla). Uno de ellos, más conocido como el 'cirujano', era el encargado de encontrar los oleoductos y efectuar la extracción del combustible. Una operación que, además de ser muy complicada, es extremadamente peligrosa para la seguridad de la zona, teniendo en cuenta el gran riesgo de explosión.
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Este era el 'modus operandi' del grupo criminal
La estrategia que empleaba el grupo organizado era muy meticulosa. Tal como detalla la Guardia Civil, los criminales buscaban la ubicación de los oleoductos y llegaban hasta ellos por sitios encubiertos y de difícil acceso, realizando agujeros de hasta 2 metros.
Una vez localizada la tubería, instalaban una manguera con una llave de paso. Según las autoridades, esto les permitía "llenar los depósitos camuflados en el interior de pequeños camiones estacionados en las inmediaciones". De esta manera, procedían a vender el combustible en el mercado negro.
El grupo especializado lo tenía todo planificado al milímetro. Contaban con un centro de control, ubicado en una parcela rústica cerca del municipio de Utrera, en Sevilla. Allí es donde organizaban sus operaciones de venta. Tras su investigación, la Guardia Civil también descubrió algunas de las empresas de distribución implicadas en el fraude.
Se trata de una operación muy peligrosa
Tal como informa la Guardia Civil, la investigación se inició a finales del mes de noviembre, después de descubrir la manipulación de uno de los oleoductos situados en Alcalá de Guadaira (Sevilla). Según confirman las autoridades, los delincuentes habían llegado a extraer hasta 2.300 litros de gasolina.
Cabe tener en cuenta, que la manipulación de estos tubos es extremadamente peligrosa. Pues, en función del tipo de combustible que contenga el oleoducto, el mínimo fallo puede provocar un incendio inmediato y una explosión de gran magnitud.
En este sentido, también se pone en riesgo la vida de todas las personas que se encuentran en esa misma zona. Es por eso que la operación llamó mucho la atención de los agentes. Los cuales no tardaron en darse cuenta de que se trataba de un grupo perfectamente organizado y especializado en estos tipos de hurto.
Ya hay cuatro detenidos: habrían robado hasta 4.000 litros
Tras identificar a los presuntos autores del delito, el cuerpo de seguridad pudo recuperar dos depósitos llenos, con 1.000 litros de gasolina cada uno. No obstante, los ladrones ya se habrían hecho con un total de 4.000 litros de combustible hasta la fecha.
De momento, se han detenido a un total de cuatro personas, todas ellas acusadas de participar en la operación. La Guardia Civil les imputa por "robos con fuerza, pertenencia a organización criminal, contra la seguridad colectiva y receptación".
Uno de los sospechosos es el responsable comercial de una de las empresas de distribución de combustible investigadas. Los agentes llevaron a cabo su detención tras inspeccionar la compañía, ubicada en el municipio de Espera (Cádiz). También se ha arrestado al conocido 'cirujano', el miembro de la organización que se responsabilizaba de ubicar las tuberías y efectuar las perforaciones.
En el margen de esta investigación, las autoridades procedieron al registro de una vivienda alquilada por uno de los individuos identificados. Allí, se encontraron con varios materiales y herramientas, todas relacionadas con la sustracción de combustible. Entre ellas había perforadoras, nanómetros de presión, linternas y detectores de radares.