La Guardia Civil ha lanzado una serie advertencia a los españoles. Los delincuentes no solo tratan de introducir en la circulación billetes falsos, también monedas. Para ello, hay que decir que tienen una moneda preferida para tratar de engañar a sus víctimas.
Los estafadores suelen decantarse por los billetes debido al gran valor que tienen y porque los beneficios resultarán superiores. Pero tampoco se olvidan de las monedas. El año pasado se detectaron 26.175 falsas, con un valor que ascendía a 49.472 euros, según informaciones del Banco de España.
Resulta muy sencillo que nos puedan 'colar' una moneda falsa. Sobre todo porque la mayoría de ellas presentan un aspecto muy parecido a los euros. Sin embargo, que lleguen a nuestra cartera no es tan fácil.
Estiman que puede haber en circulación solo seis monedas por cada millón que existe. La preferida por los delincuentes desde hace varios años es la de dos euros. Desde 2016 se han falsificado 238.733 piezas de este valor.
Mucho menor resulta la incidencia en cuanto a las de un euro y 50 céntimos. Desde 2016 hasta 2022 apenas se han falsificado 7.586 y 6.334 monedas, respectivamente. Lo que puede considerarse una cantidad muy baja en comparación con las de dos euros.
Las monedas de dos euros, en el punto de mira
Las autoridades encontraron durante el pasado año un total de 23.838 monedas falsas de dos euros. Su valor ascendía hasta los 47.676 euros. Estas cifras según el Banco de España, representan el 91% del total de piezas falsificadas.
Pueden parecer a simple vista unas cifras alarmantes. Pero resultó mucho más preocupante lo sucedido en 2018, cuando se duplicó la incidencia. Detectaron 48.031 piezas falsas de dos euros, que tenían en el mercado un valor de 96.062 euros.
La estrategia de los timadores
Una de las acciones más extendidas por parte de los timadores consiste en poner en circulación una divisa extranjera. Sobre todo la lira turca, que presenta muchas semejanzas con las monedas de dos euros. Sin embargo, su valor resulta mucho más bajo, ya que apenas vale 30 céntimos.
Por lo tanto, en el caso de que acabara en nuestro bolsillo la pérdida sería considerable. Este tipo de fraude se repite con demasiada frecuencia empleando piezas de otros países ajenos a la Unión Europea.
Las recomendaciones para distinguir las monedas falsas
El Banco de España ofrece una serie de consejos para distinguir una moneda falsa de otra auténtica. En primer lugar inciden en la necesidad de comprobar que estamos ante una moneda perteneciente a la zona euro. Para ello es preciso que reúna una serie de características pese a que proceda de un país distinto al nuestro.
En una de las caras, en la común, debe aparecer el término 'euro' o 'eurocent', además del mapa de Europa. En la otra, que variará en función del territorio de origen, se incluye una imagen representativa del país y el año de acuñación. Siempre tendrán también las doce estrellas de la bandera europea.
Un segundo aspecto en el que hay que reparar es en el alineamiento. Para ello habrá que colocar la moneda entre el índice y el pulgar. Al hacerla girar, los grabados de las dos caras deben encontrarse perfectamente alineados en sentido vertical.
En tercer lugar mencionan la concordancia cronológica. Las emitidas antes de 2007 cuentan con un mapa de la Unión Europa. Las posteriores a esa fecha muestran todo el continente europeo.
Tanto las monedas de un euro como las de dos presentan un cierto magnetismo en la parte central de la moneda. Haz la prueba con un imán y comprobarás como se adhiere a ellas. Las de 10, 20 y 50 céntimos no son magnéticas, mientras que las de 1, 2 y 5 céntimos sí lo son. Por último, otro detalle a valorar es la rugosidad de la superficie en las piezas de 1 y 2 euros. Sobre todo en la parte del mapa de Europa.