Fluye por las venas de todos los animales, insuflando oxígeno a los músculos y, por definición, dando la vida. En lo que respecta a la especie humana, son varios los tipos de sangre que irrigan nuestro sistema circulatorio y que permiten que puedan realizarse transfusiones entre donantes compatibles.
¿Qué tipos de sangre existen y cuáles son los más y menos frecuentes?
Los componentes básicos de la sangre
Independientemente de cuál sea la incidencia de cada uno de los tipos de sangre presentes en la población, el líquido rojo se compone de los mismos elementos esenciales:
1. Glóbulos rojos
Una de las células de la sangre más abundantes del cuerpo humano. En su interior se encuentra la hemoglobina, la proteína que debe transportar el oxígeno captado en los pulmones a las demás células y otras estructuras superiores del organismo.
Los glóbulos rojos se generan en la médula espinal y, un déficit en la cantidad que debería ser considerada «normal» o una malformación, puede implicar alteraciones típicas como la anemia, talasemia o la leucemia. Conocidos también como “eritrocitos”, estas células son las que le confieren a la sangre su característico aspecto escarlata.
2. Glóbulos blancos
Encargados de eliminar todos los agentes infecciosos que penetran en nuestro organismo para que no se propaguen, los glóbulos blancos forman parte del sistema inmune y también se producen en la médula espinal. Al igual que sus homólogos rojos, puede determinarse si sus valores son los correctos mediante un examen de recuento, para descartar las anomalías que pueden aparecer en cualquiera de los tipos de sangre que portemos. Se les puede llamar “leucocitos”.
3. Plaquetas
Cuando nos sangra una herida, las plaquetas son las encargadas de contribuir a la coagulación de la sangre para cortar la hemorragia. Debido a la gran importancia de su función, una malformación o función irregular de los trombocitos puede ocasionar serios problemas en evitar el sangrado masivo.
4. Plasma
El plasma es el componente que le otorga a la sangre su carácter líquido. Aunque su color es translúcido y de un amarillo pálido, el plasma queda tintado de rojo debido a la cantidad de glóbulos rojos. En su interior, están contenidas proteínas que nos previenen contra enfermedades, moléculas que cooperan junto a las plaquetas en la coagulación y otras partículas transportadoras. Es la sustancia con más proporción en la sangre (55%).
Los tipos de sangre más comunes y más raros
El sistema sanguíneo se denomina “ABO”, debido a que es la forma más sencilla de clasificar en diferentes grupos los tipos de sangre, que se combinan de la siguiente manera:
1. Grupo A
En los glóbulos rojos se encuentra el antígeno (la sustancia que permite la formación de anticuerpos, influyendo en la capacidad de respuesta inmunitaria del organismo) de clase A, mientras que en el plasma está contenido el anticuerpo B.
1.1. A+
Cuenta con el antígeno A pero no con el B y dispone de factor RH, que es la proteína que lo convierte en positivo. Es uno de los tipos de sangre más comunes, junto al 0+:
1.2. A-
Únicamente cuenta con el antígeno A, careciendo del factor RH:
2. Grupo B
En su caso, pasa a la inversa: dispone del antígeno B dentro de los glóbulos rojos y de un anticuerpo A en el plasma.
2.1. B+
Como ocurría antes, cuenta con el antígeno B y el factor RH, que lo vuelve positivo, pero no con el marcador A.
2.2. B -
Sólo dispone del antígeno B en su composición.
3. Grupo AB
Estamos ante uno de los tipos de sangre que no necesita comprobación en caso de tener que recibir una transfusión, pues al contener los marcadores A y B pero no tener anticuerpos para ninguno de estos, el organismo no tendrá que combatir contra ninguno de estos antígenos.
3.1. AB+
Los portadores de sangre tipo AB+ pueden recibir de parte de cualquier donante, de ahí que este grupo sea conocido como “receptor universal”.
3.2. AB -
Dentro de lo atípico que es el grupo AB, seguramente el AB- es uno de los tipos de sangre más raros de encontrar:
4. Grupo 0
No disponen de las proteínas antígenas de tipo A o B, aunque sí que cuentan con anticuerpos para los dos casos. Al ser el grupo que puede donar a muchos otros en comparación con lo poco que puede recibir, interesa tener en las salas de hospitales grandes cantidades de sangre tipo 0, pues en caso de necesitar una transfusión de urgencia y no haber tiempo para determinar de qué tipo se trata cada muestra, no hay ningún riesgo para el paciente.
4.1. 0+
Otro de los tipos de sangre más comunes, junto al A+, como decíamos más arriba.
4.2. 0-
De todos los tipos de sangre, este es el más “altruista”: puede donar a todos los grupos. En contraposición, solamente recibirá transfusiones de alguien de su misma clase.
¿Por qué es importante conocer nuestro tipo de sangre?
Como manifiestan muchos especialistas, es fundamental conocer cuál es nuestro tipo de sangre (y en definitiva a qué grupo sanguíneo pertenecemos), ya que dependiendo de ello podremos donar a determinados individuos y también recibir sangre de algunos donantes. Esto es aún más importante cuando necesitamos una transfusión de sangre.
De otro lado, conocer cuál es nuestro factor sanguíneo es también de vital importancia, puesto que si existiera incompatibilidad entre el tipo de sangre de la embarazada y su bebé, pueden existir ciertos problemas durante la gestación.
¿A qué grupos sanguíneos puedo donar?
Como conocíamos en el apartado anterior, si bien es cierto que es importantísimo conocer cuál es nuestro tipo de sangre, sobre todo cuando se produce algún accidente o sufrimos algún tipo de lesión y se requiere una transfusión sanguínea de urgencia, también es esencial conocer a qué grupo sanguíneo podemos donar.
Básicamente, los pacientes reciben sangre de su mismo grupo sanguíneo. Sin embargo, hay personas que son conocidas como “receptores universales de sangre” (paciente del grupo AB+), lo que se traduce en que puede recibir sangre de cualquier donante, independientemente del grupo sanguíneo al que pertenezca este, pero no puede donar más que a personas de su propio tipo.
De otro lado, también podemos encontrarnos con “donantes universales de sangre” (grupo O-), que significa que es una persona que puede donar sangre a cualquier individuo. No obstante, no puede recibir sangre más que de su propio tipo.
Compatibilidad según el grupo sanguíneo
Una vez realizada la diferenciación que hemos expuesto en el apartado anterior, podemos ahondar un poco más descubriendo cuál es la compatibilidad de grupos sanguíneos:
Grupo A+: Puede donar a A+ y AB+ y puede recibir de A± y O±.
Grupo A-: Puede donar a A± y AB± y puede recibir de A- y O-.
Grupo B+: Puede donar a B+ y AB y puede recibir de B± y O±.
Grupo B-: Puede donar a B± y AB± y puede recibir de B- y O-.
Grupo AB+: Puede donar a AB+ y es receptor universal (puede recibir de cualquier grupo).
Grupo AB-: Puede donar a AB± y puede recibir de A-, B-, AB- y O-.
Grupo O+: Puede donar a A+, B+, AB+ y O+ y puede recibir de O±.
Grupo O-: Es donante universal (puede donar a cualquier grupo) y solo puede recibir de O-.