Los precios de los alimentos continúan disparados y las medidas implantadas por el Gobierno no han dado el resultado esperado. Se pensó que habría una contención en el gasto con las rebajas del IVA en los productos esenciales. Después de poner en el punto de mira durante unos meses a los supermercados, el objetivo se centra ahora en otro colectivo.
Comprueban que el verdadero problema se encuentra en el inicio de la cadena alimentaria. De ahí que hayan decidido centrar su presión hacia los empresarios del campo. Pretenden que todas las ayudas concedidas en los últimos meses se dejen notar en el resto de eslabones de la cadena. Sobre todo en los lineales de los supermercados.
Hace un par de semanas, el presidente de Mercadona trató de cubrirse las espaldas y justificó el incremento de los precios. Aseguraba que habían aumentado "una burrada", para hacer "sostenible toda la cadena de producción" y así evitar "un desastre".
Esto hace que todas las miradas vayan a parar a los ganaderos y agricultores. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, mostraba este martes su parecer sobre el asunto.
"Este es el momento de que las empresas trasladen a la siguiente fase de la cadena y en última instancia a las familias la bajada de los costes energéticos", dijo. También las "ayudas que han recibido para compensar el alza de los precios de los fertilizantes".
Subida de los precios de más de un 60%
El sector primario se ha beneficiado en los últimos tiempos de 660 millones en ayudas directas. Se trataron de distintas partidas destinadas a compensar el incremento de los costes de producción. Provocados sobre todo por el aumento del precio de los fertilizantes.
En la realidad, lo que se ha detectado es una subida en origen de los alimentos del 62,7% respecto a febrero del año pasado. El resto de eslabones de la cadena han tratado de asumir en algunos casos esas alzas. Los fabricantes han aplicado incrementos del 20%, mientras que el IPC alimentario ha alcanzado el 16%.
Los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación desvelan unos precios en origen totalmente descontrolados. La cebolla ha encarecido su coste un 370% a partir de que estallara el conflicto en Ucrania. En una línea similar se encuentran las naranjas, que han aumentado su precio más de un 200%.
Por su parte, los huevos y las patatas lo hacían un 98% y un 87%, respectivamente. El pimiento verde elevaba su valor un 84% en el último año, mientras que el arroz, algo más de un 60%.
Malestar en el Gobierno
En el Gobierno existe cierto malestar tras comprobar que las medidas adoptadas a comienzo de año no han surtido efecto. Aprobaron una reducción del IVA en una serie de productos básicos de la cesta de la compra. Pero aquello en ningún momento se tradujo en un ahorro para las familias.
Los precios se han disparado desde el comienzo de la cadena alimentaria y eso le ha pasado factura al resto de eslabones. Pese a que los costes experimentan ya una cierta contención, tampoco detectan una bajada de los precios en origen. De ahí que ahora opten por cargar contra los agricultores y ganaderos, que han podido aprovecharse de la situación.
Calviño apuntó que "antes o después, esta bajada de costes tiene que trasladarse a los precios finales". Añadió que "nuestro interés es que esa traslación y esa bajada de los precios de los alimentos sea una realidad lo antes posible".
Este cambio de parecer en el Gobierno llega después del aviso del Banco de España. Indicaron que la inflación seguirá disparada y rebasará el 12% de media a lo largo de 2023.