El caso del niño desaparecido Gabriel Cruz ha conmocionado a España, sobre todo a partir del hallazgo del cadáver del pequeño. Según los datos aportados por la autopsia preliminar y el informe de la Guardia Civil, Gabriel murió estrangulado, probablemente a manos de la pareja de su padre.
El caso de Gabriel Cruz, el niño desaparecido en Níjar
El 27 de febrero de 2018 desapareció Gabriel Cruz, un niño de 8 años residente en Las Hortichuelas, una barriada situada en la localidad de Níjar (Almería). Eran las 3 y media de la tarde, el pequeño acababa de salir de casa de su abuela y se dirigía a una casa cercana para ver a sus primos.
Después de 12 días de búsqueda, la Guardia Civil detuvo a la pareja del padre de Gabriel, Ana Julia Quezada Cruz, a aproximadamente 60 kilómetros de distancia de Las Hortichuelas. Los agentes encontraron el cuerpo del niño desaparecido en el maletero de su coche; el pequeño estaba manchado de barro y envuelto en una manta.
Al parecer, Quezada había trasladado el cadáver de Gabriel desde el pozo en el que había estado hasta el momento. Presuntamente su intención era trasladarlo a un sitio distinto, y había dejado a su pareja y padre del niño en otro punto de la provincia de Almería.
En 1996 la hija de Quezada murió al caer desde la ventana del piso en el que ambas vivían. El caso fue archivado como muerte accidental en su momento, si bien se está volviendo a investigar a raíz de los sucesos recientes.
Los resultados de la autopsia del niño Gabriel
La autopsia preliminar del cadáver de Gabriel, que se llevó a cabo en el Instituto Anatómico Forense de Almería, reveló que el pequeño murió debido a asfixia por estrangulamiento. Los datos indican que lo mataron el mismo día de su desaparición, y por el momento Ana Julia Quezada es la única sospechosa de la muerte del niño.
Además de las lesiones de estrangulamiento, en el cuello de Gabriel se encontraron signos de golpes; no obstante, hasta la autopsia definitiva no se podrá saber si estas muestras de violencia tuvieron lugar antes de su fallecimiento o después.
¿Cómo sucede la muerte por estrangulamiento?
El estrangulamiento consiste en oprimir el cuello de una persona con el objetivo de dificultar la respiración. Como método de homicidio, la estrangulación comprime las arterias carótidas, impidiendo que la sangre y el oxígeno lleguen al cerebro de forma adecuada.
Esto hace que se llegue a un estado de hipoxia, es decir, de déficit de oxígeno en un tejido determinado. La hipoxia cerebral provoca en primer lugar la pérdida de conciencia y posteriormente la muerte.
Otro proceso que sucede al mismo tiempo es el apretamiento de la tráquea. Si se oprime con mucha fuerza esta parte del cuerpo, ésta puede ser aplastada con cierta facilidad. Cuando esto sucede el flujo de aire hacia los pulmones queda interrumpido y causa la muerte por ahogamiento (un tipo de asfixia debido a la obstrucción de las vías aéreas).
Finalmente, el estrangulamiento con frecuencia provoca que se lesionen los cartílagos que componen la laringe, situada en la parte superior de la tráquea. Si la laringe se desgarra, a la hipoxia cerebral y a la pulmonar se les suma una hemorragia interna que puede provocar la muerte por sí sola.
Según declaraciones del médico José María Domínguez Roldán para el diario El Español, en la muerte por estrangulamiento primero desciende la cantidad de oxígeno en sangre por la obstrucción de las vías aéreas, lo cual causa una parada cardiaca que detiene el flujo sanguíneo hasta provocar la muerte cerebral. Este proceso durante entre 4 y 5 minutos.