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Una mujer con abrigo de color gris se lleva las manos a la nariz con un pañuelo

Las 8 mejores formas de activar tus defensas naturales y reforzar tu inmunidad

Estimula tu defensa natural aplicando estos simples consejos en tu día a día

Los humanos nos hemos preocupado desde siempre por reforzar nuestras defensas. El sistema inmunitario nos protege de todo tipo de amenazas externas: virus, bacterias, hongos, etc. Pero incluso nuestra defensa natural depende de lo bien que se encuentre el organismo

La armonía, tanto interna como externa, resulta fundamental para que estar bien protegidos de cualquier patógeno. Es por ello que alteraciones como una mala alimentación o la falta de higiene nos exponen a todo tipo de peligros. Afortunadamente, existen una serie de consejos simples con los que conseguiremos reforzar nuestras defensas.

Mejores formas de activar tus defensas naturales

Como hemos dicho, el sistema inmunológico depende en gran parte de nuestro equilibrio interno. Sigue los siguientes consejos de Cuerpo y Mente para reforzar tus defensas:

1. Practica ejercicio

La actividad física es muy importante desde muchos puntos de vista. Ejercitar el organismo lo fortalece, ayuda a descargar tensiones y también beneficia enormemente a nuestras defensas. Practicar a diario algún deporte, incluso salir a correr o caminar, resulta ideal para el sistema inmunológico.

Una mujer con sudadera roja y pantalones oscuros en un camino con árboles
El ejercicio ayuda a activar las defensas | Getty Images

Algo que deberías tener en cuenta es que es mucho más beneficioso hacerlo al aire libre. Podemos aprovechar, a la vez que practicamos deporte, para mejorar nuestra respiración, algo que también beneficiará a nuestro organismo y a nuestras defensas.

2. Evita el desorden

Si hay algo que no beneficia en nada a nuestras defensas es el caos y el desorden vital. Trata de formar una rutina y agarrarte a ella todo lo que puedas. Respeta unos horarios para las comidas, para descansar y para disfrutar de tu tiempo libre.

Una mujer comiendo con cuchara de un bol de comida
Respeta tus rutinas, sobre todo para comer y descansar | Getty Images

Esto permitirá a tu cuerpo funcionar a pleno rendimiento en aquellos momentos en los que más falta te hace. Lo ideal es respetar también los periodos naturales de luz y oscuridad, evitando forzar el cuerpo a estar despierto hasta muy tarde. Respetando el sueño conseguirás que tu organismo recupere la energía que necesita, y que tus defensas estén más activas que nunca.

3. Bebe suficiente agua

Los expertos lo repiten una y otra vez, y aun así se nos olvida: necesitamos beber agua para combatir la deshidratación. El cuerpo humano está compuesto en un 60% por agua, y también resulta fundamental para que nuestras defensas estén en perfecto estado. En invierno, lo normal sería tomar al menos un litro al día, mientras que en verano, cuando más líquido perdemos, lo suyo sería llegar a los dos litros diarios.

Un vaso de agua transparente sobre una mesa de cristal con un chorro de agua cayendo
Beber agua es muy importante para el organismo | Getty Images

Algunas de las funciones del agua en el organismo son transportar los nutrientes que necesitan las células y evacuar las toxinas. Los expertos recomiendan evitar beber agua durante las comidas o poco tiempo después, para no perjudicar a la digestión.

4. Date una buena ducha

Ducharse bien es muy importante, y no solo desde el punto de vista higiénico. Los expertos recomiendan realizar pequeñas sesiones de hidroterapia, a poder ser por la mañana, para reforzar nuestras defensas. Estas consisten ir alternando un poco agua caliente y fría, algo que ayuda tanto a despertar el cuerpo como a activar todos nuestros órganos.

Una alcachofa de ducha con agua saliendo por los agujeritos de color azul
Combinar agua fría y caliente en la ducha es muy beneficioso | Getty Images

Además, es recomendable finalizar las duchas con agua fría, sin importar el momento del día. Se trata de un ejercicio cardiovascular muy popular entre los deportistas, que previene enfermedades y resfriados.

5. Valora el tiempo personal

Aunque los humanos somos seres muy sociables, y necesitamos vivir en comunidad y estar rodeados de los nuestros, no siempre tiene que ser así. Lo idóneo es encontrar tiempo para los demás y tiempo para ti mismo. No siempre es malo recuperar la conexión personal con actividades como escribir, pintar o leer.

Un hombre en el sofá leyendo un libro rojo rodeado de cojines
Dedica tiempo a reconectar tu mente | Getty Images

El cuerpo acumula constantemente tensiones de todo tipo, y las defensas también se ven afectadas. Conseguir un estado de paz mental resulta muy beneficioso para todo el organismo. Si te animas, puedes empezar con alguna disciplina que calma el cuerpo, como la medicación o el yoga.

6. Trata de ser flexible

Todos tenemos nuestras propias ideas y nuestra forma de ver las cosas, y en muchas ocasiones no aceptamos una opinión contraria. Sin embargo, la clave está en la flexibilidad, en escuchar al contrario e incluso en tomarse algunas cosas con más humor.

Dos mujeres conversando con dos tazas de café en la mano
La flexibilidad nos aporta calma mental | Getty Images

Para cuidar nuestras defensas naturales, la salud mental también es muy importante. Más allá de los alimentos, los estados de ánimo y los pensamientos también influyen directamente sobre el sistema inmunitario.

7. Cambia tu alimentación

Seguir una correcta alimentación es fundamental para el organismo. En el caso de las defensas, lo que más perjudica son los excesos. Abusar de la proteína y de la grasa animal, consumiendo muchos lácteos por ejemplo, sobrecarga en exceso el sistema inmunitario. 

Personas comiendo en una mesa grande mucha comida con verduras, frutas y legumbres
Una alimentación equilibrada reforzará nuestra inmunidad | Getty Images

El problema con la leche de vaca es que contiene muchas proteínas que nuestro cuerpo es incapaz de reconocer. Esto lo lleva a activar las defensas hasta asegurarse de que no existe ningún riesgo, lo que las distrae de su trabajo.

Los alimentos refinados o ultraprocesados, por su parte provocan estrés metabólico y debilitan nuestra inmunidad. Y si nos pasamos con el azúcar blanco, muy pobre en cuanto a valores nutricionales, perjudicamos nuestra respuesta inmunológica

8. Come más alimentos crudos

Una buena forma de estimular a nuestro sistema inmunológico es mediante el consumo de alimentos crudos. Durante el proceso de cocinado, muchas frutas y verduras pierden parte de sus vitaminas, ya sea por las altas temperaturas o la oxidación.

Verduras de todo tipo cortadas en trozos pequeños: judías, berenjenas, tomates, pimientos
Comer más crudos refuerza a nuestras defensas | Getty Images

Las frutas y verduras crudas nos aportan una mayor cantidad de nutrientes y, sobre todo, fibra. Esta última es especialmente importante porque es el alimento principal de nuestra flora bacteriana, muy beneficiosa porque combate la proliferación de otros microorganismos.