Guardar el dinero en casa tiene sus múltiples riesgos, según advierte la Agencia Tributaria. Uno de los medios que más se ha popularizado a la hora de pagar es la tarjeta de crédito o débito. Desde la pandemia ocasionada por el coronavirus, este fue el medio considerado como más seguro.
De hecho, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Banco de España, el uso del pago con tarjeta se incrementó un 29% en 2021. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los consumidores decidan hacer uso del mismo.
Por otro lado, tenemos a aquellos usuarios que siguen prefiriendo el pago en metálico. Este, aunque legal y completamente válido, puede entrañar riesgos. Sobre todo, si usamos efectivo que tenemos guardado en casa.
El efectivo sigue teniendo valor, pero hay que tomar precauciones
Una de las cosas que desea recordar el Banco de España es que el efectivo continúa manteniendo su valor. Además, a pesar de la proliferación de las compras y la banca online, el efectivo puede seguir cumpliendo otro tipo de funciones.
Por ejemplo, tanto los billetes como las monedas son un medio de pago que no precisa de electricidad o Internet. Además, ningún establecimiento puede rechazar el pago en efectivo, a no ser que se haya acordado con el cliente otro medio.
Asimismo, el efectivo respeta la privacidad y además es inclusivo, ya que es una forma de que las personas puedan ahorrar. También es una ayuda para controlar el gasto y funciona de manera rápida y segura, pues permite ahorrar sin riesgo de quiebra.
¿Qué riesgos entraña tener demasiado efectivo en casa?
A pesar de que el efectivo sigue siendo utilizado y es respaldado por el Banco de España, también tiene sus riesgos. Sobre todo, en el caso de que tengamos guardada en casa una gran cantidad.
1. Pérdida de valor
El primer riesgo ante el que nos enfrentamos cuando guardamos demasiado efectivo es la pérdida de su valor. Este es un punto a tener en cuenta, sobre todo, en la situación actual, con una inflación que roza el 9%.
En este sentido, esta pérdida de valor implica que los bienes que se podrán adquirir con dicho efectivo serán menos, pues el coste habrá subido. Para evitarlo, la solución pasa por introducirlo en un depósito a plazo fijo o hacer inversiones con él.
2. Problemas al volver a ingresarlo
Hacienda también se puede convertir en un problema. Antes de nada, hay que tener claro que sacar dinero del banco y guardarlo en casa es algo absolutamente legal. Sin embargo, puede haber problemas a la hora de volverlo a ingresar.
En el caso de que pase poco tiempo, Hacienda puede creer que es el mismo dinero. No obstante, si el efectivo ha estado demasiado tiempo guardado, la Agencia Tributaria podría empezar a hacer preguntas sobre su procedencia.
3. Riesgos con la Agencia Tributaria
Siguiendo con los riesgos asociados con la Agencia Tributaria, esta podría pedir información, e incluso solicitar un justificante, para los ingresos que superen los 3.000 euros.
En el caso de que no hubiera justificación, Hacienda podría tramitar el cobro del IRPF. Además, también podría aplicar sanciones de hasta el 150% de la cuota resultante en el IRPF que corresponda a la ganancia.
4. Riesgos de accidente
A todos los riesgos mencionados hay que sumarle el añadido de que puede suceder algo en casa que implique su pérdida. Cualquier accidente, como un incendio, robo o una inundación, podría hacer que lo perdiéramos todo.
El papel clave de los bancos
En este sentido, es importante señalar el papel que tienen los bancos. Estos tienen la obligación de notificar los ingresos en metálico que superen los 3.000 euros, sin importar el medio utilizado.
En el caso de que Hacienda detectara que esos ahorros no están justificados, los podría considerar como ganancia patrimonial sin justificar. Por otro lado, sin importar la cantidad, los bancos también pueden alertar a Hacienda en el caso de que un usuario haga ingresos en efectivo de forma habitual. En este caso, lo mejor será recurrir a la transferencia bancaria.