Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, reaparecía en las últimas horas. Y lo hacía para comunicar una medida que llevaban esperando mucho tiempo los españoles y que afecta al uso de la mascarilla.
Anunció que "pronto" dejará de ser obligatoria en todos aquellos espacios en los que todavía se requiere su empleo. Es el caso de las farmacias, centros de mayores y hospitales. En cualquier caso, pidió prudencia y responsabilidad a la ciudadanía.
Puso el foco sobre todo en aquellos que presenten algún tipo de infección respiratoria. Les emplazó a seguir llevándola para evitar contagios. Fernando Simón reivindicó la importancia de esta protección en un encuentro con periodistas antes de participar en una jornada sobre salud laboral en Santander.
El que ejerciera de portavoz del Gobierno durante la crisis del coronavirus reivindicó las lecciones aprendidas durante la pandemia. Insistió que la mascarilla no solo sirve para contener el virus, sino también para proteger al resto de personas de las infecciones respiratorias. De ahí que haya puesto mucho énfasis en la necesidad de usarlas cuando se presenten síntomas de una enfermedad de estas características.
No entiende que "a una persona que se pone una mascarilla cuando tiene tos se le mire mal". En su opinión debería ser todo lo contrario, habría que "agradecerle que evite el riesgo para los demás". Cada vez son menos las personas que recurren al cubrebocas ante la escasa incidencia que presenta ya el coronavirus.
Muy pronto se eliminará su uso en las farmacias
Fernando Simón adelantó que el empleo obligatorio de la mascarilla en las farmacias "se terminará pronto". Sobre todo pensando en aquellas que se encuentren sanas y que no precisen de ellas.
El experto, por su parte, se muestra partidario de prolongar su empleo en centros sanitarios y sociosanitarios. En estos espacios suele haber población vulnerable, por lo que "no estaría de más mantener un tiempito" su uso, recoge 20 Minutos. En este caso pone especial atención a las áreas comunes, para evitar la entrada de virus por medio de empleados y visitas.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias se muestra muy optimista respecto a su retirada definitiva. No cree que "tampoco va a durar demasiado tiempo". Para ello resulta crucial que la gente con una enfermedad respiratoria "garantice" que no contagiará a los demás.
No obstante, la mejor medida de contención es la mascarilla. Insiste en la necesidad de "mantener esa cultura de proteger a los demás". Si se consigue resultará más sencillo "cambiar pronto" la situación y que los cubrebocas dejen de ser obligatorios.
El primer paso se dio hace unos meses con la eliminación de la mascarilla en el transporte público. En cuestión de muy poco tiempo se podría ampliar esta medida a las farmacias. Incide en que a ellas "accede gente enferma, pero no creo que sea un problema tan importante", recoge Europa Press.
El gobierno de Madrid propuso su retirada
De momento, el Gobierno no ha movido ficha respecto a la posibilidad de retirar las mascarillas en centros sanitarios y farmacias. Recientemente la Comunidad de Madrid trasladaba a la Ponencia de Alertas del Consejo Interterritorial la necesidad de revisar dicha medida.
Para que se estudiara dicha propuesta sería necesario abrir un debate formal, para luego llevarlo a la Comisión de Salud Pública. El siguiente paso sería la modificación del decreto.
Ahora queda por ver si las posibles soluciones que adopta el Gobierno se ponen en práctica antes del verano. Todo dependerá de la situación que haya a lo largo de las próximas semanas. De momento, la incidencia parece controlada y los contagios ya no causan tantos estragos como al principio.