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Pareja en la cama uno encima del otro

Eyaculación precoz: qué es, causas y tratamiento

La eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más comunes que afectan a los hombres.

Todavía en la actualidad, los diferentes problemas o dificultades relacionadas con el deseo y el rendimiento sexual suponen una gran fuente de angustia y frustración para quien los padece -sobre todo por el estigma y el secretismo que existe alrededor de ellas.

Aunque no existen datos definitivos, la eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más comunes entre los hombres. En este artículo veremos qué es la eyaculación precoz, cuáles son sus causas y qué tratamientos existen para solucionar este problema, tanto desde la psicología como desde la medicina.

¿Qué es la eyaculación precoz?

Según las distintas clasificaciones diagnósticas de las disfunciones sexuales, la eyaculación precoz es un trastorno orgásmico masculino en que el hombre, tras una mínima estimulación sexual, experimenta una eyaculación involuntaria de manera persistente y recurrente.

Ahora bien, ¿cuándo podemos considerar que la eyaculación se da de manera precoz? Según los archiconocidos investigadores en materia de sexualidad humana William H. Masters y Virginia Johnson se puede considerar que existe un diagnóstico de eyaculación precoz si el hombre alcanza el orgasmo antes que su pareja sexual en más de un 50% de los encuentros sexuales.

Sin embargo, otros muchos autores e investigadores difieren radicalmente con esta descripción. Según la terapeuta sexual y pionera en el tratamiento de las disfunciones sexuales Helen S. Kaplan, el diagnóstico de la eyaculación precoz no puede estar sujeto al tiempo que le exige a la otra persona alcanzar el orgasmo.

El motivo es que cada persona necesita tiempos distintos para desarrollar una respuesta sexual completa, por lo que utilizar este tiempo variable como un criterio diagnóstico resulta poco eficaz.

Según esta autora, el aspecto principal a la hora de distinguir un caso de eyaculación precoz es la falta de control voluntario sobre el reflejo de eyacular. Es decir, existe eyaculación precoz cuando en los casos en los que el orgasmo se da como una respuesta inmediata e incontrolable una vez el hombre alcanza un intenso nivel de excitación sexual.

Pareja en una consulta médica
La causa principal de la eyaculación precoz es la ansiedad | Getty Images

Asimismo, existe otro parámetro importante para el diagnóstico de esta disfunción. Frecuentemente, en la eyaculación precoz se da una ausencia o disminución de la percepción de las sensaciones eróticas. Se trata de una sensación similar a una anestesia genital.

¿Cuáles son las causas de la eyaculación precoz?

Este trastorno es considerado como una afección multifactorial, por lo que la eyaculación precoz puede estar asociada tanto a causas físicas como psicológicas.

Causas físicas

A pesar de que pocos casos de eyaculación precoz tienen causas físicas, resulta imprescindible realizar un examen médico que ayude a descartar un origen orgánico del trastorno.

Por ejemplo, en aquellos pacientes que anteriormente poseían un buen control sobre la eyaculación y que de pronto se convierten en eyaculadores precoces, se recomienda llevar a cabo exámenes neurológicos y urológicos que ayuden a descartar la posibilidad de un mal funcionamiento de estos sistemas.

En estos casos, conocidos como eyaculación precoz secundaria, la incontinencia podría ser un síntoma de un trastorno neurológico -concretamente un mal funcionamiento de las vías nerviosas que inervan los mecanismos reflejos que controlan el orgasmo.

Enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, enfermedades degenerativas y afecciones físicas como la prostatitis pueden ser la causa de la aparición de la eyaculación precoz.

Causas psicológicas

Las causas psicológicas explican la mayoría de casos de eyaculación precoz. Aunque todavía no se ha podido determinar qué factores o aspectos psicológicos son el origen de este trastorno, existen diversas teorías que lo relacionan con un mecanismo de ansiedad.

La teoría que goza de mayor respaldo es la formulada por el sexólogo norteamericano Wardell Pomeroy. Según sus hipótesis la principal causa psicológica de la eyaculación precoz en la ansiedad. Esta ansiedad aumenta conforme se alcanzan los distintos niveles de excitación sexual y es la que desencadena el orgasmo involuntario.

Otros teóricos añaden que, en realidad, la ansiedad impide que la persona perciba claramente las sensaciones premonitorias del orgasmo y, como consecuencia, impide el control eyaculatorio.

Por otra parte, los propios Masters & Johnson formularon su propia teoría (que calificaron como “basada en el sentido común”). Estos autores afirmaban que la principal causa de la eyaculación precoz son las condiciones que se dieron durante las primeras experiencias sexuales de la persona. Si estas fueron especialmente tensas, rápidas o traumáticas pueden generar un condicionamiento involuntario.

Tratamiento de la eyaculación precoz

Sea cual sea la causa de la eyaculación precoz lo cierto es que en todos los casos genera fuertes sentimientos de angustia en la persona, la cual siente que su capacidad y rendimiento sexual se encuentra en entredicho y puede arruinar sus relaciones sexuales.

Antes de iniciar el tratamiento de la eyaculación precoz deben descartarse las posibles causas físicas. En la mayoría de los casos en los que existe una causa o enfermedad física subyacente, el tratamiento provocará una mejora en el control eyaculatorio.

No obstante, debido a que esto ocurre en el menor número de casos y que tiende a dejar una huella psicológica en la persona, los principales tratamientos de la eyaculación precoz son la terapia sexual y psicológica o el tratamiento farmacológico.

Terapia sexual

El objetivo principal de la terapia sexual es que el paciente enfoque constantemente su atención sobre las sensaciones que envuelven al orgasmo, enseñando al paciente a percibir e identificar con claridad las sensaciones pre-orgásmicas y, además, a evitar que el desarrollo del acto sexual le distraiga de su objetivo.

Existen diversas técnicas para el tratamiento de la eyaculación precoz, como los ejercicios de Kegel que ayudan a fortalecer y controlar los músculos del suelo pélvico o la “técnica de compresión”, uno de los procedimientos más comunes para el tratamiento de la eyaculación precoz.

Puesto que la eyaculación precoz se da siempre en momentos de interacción sexual con otra persona, el paciente necesitará de la ayuda de una pareja sexual para el tratamiento. Ambas personas deberán llevar a cabo las indicaciones del terapeuta sexual tal y como este dicte.

Antes que nada, el terapeuta deberá explicar cómo se desarrollan los diferentes pasos que incluye la terapia sexual mediante “técnicas de compresión”. Esta terapia se lleva a cabo de forma gradual mediante ejercicios o tareas sexuales, empezando por la masturbación por parte de la pareja en la cual el hombre debe concentrarse en las sensaciones y avisar a la pareja cuando siente que va a alcanzar el clímax para que esta se detenga.

Pareja en una consulta médica
La terapia sexual es una forma de tratar el problema | Getty Images

La repetición de esta técnica es muy eficaz para aumentar el control de la eyaculación. Una vez el paciente mejora en esta tarea se pasa a tareas de mayor complejidad como las de “parada y arranque”, las cuales ya incluyen penetración.

Es necesario destacar que el tratamiento de la eyaculación precoz debe hacerse siempre de manos de un profesional en terapia sexual y nunca por cuenta propia, puesto que esto puede generar todavía más sentimientos de frustración y ansiedad. Además el terapeuta realizará también una labor de educación sexual y eliminación de mitos sobre la sexualidad.

Medicación

La medicación puede suponer una alternativa para pacientes que se muestran reacios a la terapia sexual. No obstante, esta no siempre es efectiva y supone más un tratamiento paliativo o de “parche” que una solución en sí.

Los fármacos que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro ayudan a disminuir la intensidad de la eyaculación y se utilizan con cierto éxito en el tratamiento de la eyaculación precoz. Entre ellos se incluyen algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como la paroxetina.

El paciente que se somete a un tratamiento de la eyaculación precoz mediante fármacos suele percibir los primeros resultados a las pocas semanas del inicio de la mediación. Sin embargo, estos fármacos también poseen efectos secundarios que afectan al rendimiento sexual. Entre ellos encontramos otros tipos de disfunción sexual como anorgasmia, disfunción eréctil o disminución de la libido.

Finalmente, también se recomienda el uso de fármacos de uso tópico desensibilizante como la lidocaína la cual se aplica en la punta y el tallo del pene momentos antes de la actividad sexual. El principal inconveniente de estos productos es que suelen reducir la sensibilidad tanto del pene del paciente como de las zonas íntimas de la pareja.

 

 

Referencias bibliográficas:

  • Kaplan, H. S. (1974). La nueva terapia sexual. Volúmenes I y II. Madrid: Alianza Editorial

  • Masters, W. H. & Johnson, V. E. (1966). Respuesta Sexual Humana. Buenos Aires: Editorial Intermédica.

  • Masters, W. H., Johnson, V. E. & Kolodny, R. C. (1982). Sexualidad Humana. Volumen III. Barcelona: Grijalbo.