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Una rebanada de pan con foi gras de pato y un cuchillo

Los extranjeros se llevan las manos a la cabeza por un aperitivo que comemos en España

Aunque este producto tiene gran popularidad en España, otros países rechazan su consumo

¿Cómo te quedarías si te dijesen que en España se consumen productos ilegales en otros países? Aunque la prohibición de alimentos responde ante un gran número de leyes muy diversas, estas prohibiciones son mucho más comunes de lo que crees y están justificadas por diferentes razones.

Uno de los casos más populares es el de un alimento muy frecuente entre los españoles. Puede que no sea tu producto favorito, pero seguro que conoces a alguien que consume de forma regular el paté de hígado.

El paté de hígado, un alimento con fronteras

Aunque para muchos es un plato delicioso y esencial en su dieta, otros no tienen la misma opinión. El paté de hígado, también conocido como foie gras, tiene origen francés. Es el resultado del hígado hipertrofiado de diferentes aves que normalmente se comercializa en forma de pasta untable y forma parte de un gran número de recetas.

Pese a ser un producto muy popular en países como Francia o España, no lo es tanto en el continente americano. Desde hace casi dos décadas, el estado de California tiene prohibido la venta del paté de hígado. Como resultado de esto último, su consumo es casi inexistente por la dificultad que conlleva su adquisición para los californianos.

Tostadas con paté
Se puede consumir de diversas formas, pero lo normal es extender el paté sobre tostadas | Getty Images

La razón de esta prohibición se ampara en el sufrimiento de los animales. Para conseguir paté, las aves deben ser alimentadas a la fuerza con cantidades ingentes de comida. Normalmente, se usan tubos y se busca que agranden exageradamente el hígado.

Esta práctica se ilustra bajo este ejemplo: las aves deben, de forma obligada, tragar más de medio kilo de comida en 10 segundos. Los defensores de estos animales creen que se trata de una práctica inhumana e innecesaria. Siguiendo esa dieta, las aves no acaban durando más de dos semanas.

Si no son sacrificadas para conseguir paté, las aves acabarían muriendo de esteatosis hepática. Esta enfermedad es la consecuencia de una alimentación superior a lo que se establecería como saludable.

La lucha por un consumo respetuoso con los animales

La prohibición se basa en una batalla legal que se remonta a 2004. En aquel año, se aprobó la prohibición de la venta de paté de hígado en todo el estado de California. Su consumo facilitado en restaurantes podía acarrear multas que llegaban a los mil dólares. Esta decisión no gustó a un gran número de empresas productoras de este producto. Como símbolo de rechazo, interpusieron una apelación en la Corte Suprema de Estados Unidos. Pese a ello, la apelación fue desestimada.

Foi gras de pato cortado sobre un soporte de madera
El polémico foie gras goza de gran popularidad en España | Getty Images

Más tarde, en 2015 se levantó la prohibición porque se consideraba una vulneración de la producción avícola. Dos años después, la corte volvió a instaurar la ley que prohibía el paté de hígado en California.

Aunque son numerosa las opiniones respecto a esta decisión judicial, es una medida que, cada vez, cuenta con más adeptos. Desde organizaciones como PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) se aboga por una prohibición total de esta práctica porque la consideran cruel e irrespetuosa con la vida animal. En su cuenta de Twitter animaron a sus seguidores a compartir su rechazo.

Francia también reniega de su hijo pródigo

El debate sobre su consumo no se limita solo al estado de California. La propia Francia, mayor país productor de paté, cuenta con retractores de este alimento e incluso lo han llegado a catalogar como "vergüenza nacional". Por suerte, existe una solución que podría reconciliar ambos bandos.

Un chef francés, en colaboración con PETA, ha desarrollado un paté vegano muy similar al original. Alexis Gauthier, ganador de una estrella Michelin, es la cabeza pensante de esta alternativa que no pone en riesgo la vida de animales. Para ello, ha optado por una receta que mezcla ingredientes como los champiñones o las lentejas.