Cuando llega la hora de hacer la compra, muchos son los que se preguntan cuándo llegará el momento en el que los precios de los productos bajen. Tan solo hay que echar la vista atrás, cuando hacer la compra no suponía el mismo esfuerzo económico que ahora.
Pero pese a la incerteza de los usuarios, parece ser que el futuro de los precios seguirá en la misma línea. Al menos, eso es lo que ha confirmado Eduardo Moyano, agrónomo e investigador del C.S.I.C.
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La previsión sobre el precio de los productos no es nada positiva
Como señalaba el experto durante una entrevista en TVE, el futuro de los precios dista mucho de ser positivo o, al menos, el deseado por la mayoría de los consumidores. En su intervención, Eduardo Moya confirmaba el temor de muchos y es que todavía quedan meses complicados por delante.
El investigador señalaba que cuando se trata de una subida de la inflación tan veloz, el descenso es mucho más lento y requiere de más tiempo. Por si fuera poco, se trata de una inflación que ha afectado a varias naciones, por lo que es aún más complicado estimar datos certeros al respecto.
Según sus sospechas, "las subidas de precios de alimentos vamos a tener una inflación de en torno al 8% todavía algunos meses más este año". Una declaración que, sin duda, ha caído como un balde de agua fría para muchos.
Asimismo, aplaudía la intervención del Gobierno ante un contexto sumido por la inflación. El experto señalaba que, en dichos momentos, es cuando se necesita que un Gobierno actúe, pues mantenerse impasible es todavía más perjudicial para los ciudadanos.
Sin embargo, el español, en palabras de Eduardo Moyano, al menos ha tomado medidas, como la rebaja del IVA en productos de primera necesidad o el bono de 200 euros para rentas bajas.
El experto contempla el topar los precios como una decisión viable
En dicha intervención, Eduardo Moyano también compartía su posición respecto a topar los precios de los productos. Lejos de ser útil, el investigador confirmaba estar en contra, pues "la cadena alimentaria es muy compleja" y no se puede reducir todo a poner un límite a los precios que llegan al supermercado.
Por ello, dedicaba unos segundos a señalar las diferencias existentes entre los precios percibidos por los agricultores y los precios con los que se encuentra el consumidor. Además, resaltaba que la cadena alimentaria no funciona exactamente igual que otros sectores, por lo que es necesario comprender su "compleja maquinaria". Esto se debe a que cuenta con un gran número de operados, muy variados entre sí.
De este modo, hay que tener en cuenta ciertos factores, como los agentes intermedios, que también deben hacer rentable su actividad. Y es que, como señalan algunos analistas y expertos en la materia, el poner un tope a los productos podría atentar contra el libre mercado y la competencia.
España no es el único país sumido en la inflación
Desde enero, la inflación en España ha aumentado dos décimas, provocando así gran consternación entre la población. Sin embargo, sigue formando parte del exclusivo grupo representado por países con las tasas más inferiores respecto a la inflación. Por ello, entra en el mismo conjunto en el que se encuentran Bélgica o Luxemburgo.
Al tratarse de un fenómeno internacional, varios países pertenecientes a la Unión Europea se han visto obligados a enfrentarse a este contexto. Y si España parecía estar muy afectado, los peores parados son ciertos países del este europeo. Sin ir más lejos, países como Letonia, Estonia y Lituania cuentan con una inflación superior al 17%.