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Margarita del Val en un despacho

Estupor por la postura de Margarita del Val sobre las vacunas: 'No hay evidencia'

La viróloga Margarita del Val se ha pronunciado sobre la administración de la cuarta dosis

Reconocida científica e investigadora, ha sido la presencia de Margarita del Val una de las más constantes en la divulgación de conocimientos sobre el Covid. Tanto en el inicio de la pandemia como ahora, sus conocimientos han sido de lo más útiles. Del Val se ha mojado en muchas ocasiones sobre la evolución y el tratamiento de la Covid-19, así como sobre las vacunas.

Recientemente, la viróloga y también investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha sorprendido a muchos, una vez más. Y lo ha hecho con su postura ante la administración de la cuarta dosis de la vacuna. En una entrevista en El Independiente, Margarita del Val no ha escondido sus dudas sobre la misma, coincidiendo con su administración.

Cómo ve la situación actual la reconocida Margarita del Val

Pese a la dificultad de asociar aspectos positivos con la palabra "pandemia", Margarita del Val lo ha conseguido. La científica ha creído conveniente señalar los dos aspectos positivos que caracterizan la actual situación sanitaria.

Margarita del Val dando una conferencia
Margarita del Val ha querido señalar algunos aspectos positivos sobre la situación en la que nos encontramos | GTRES

Por un lado, somos partícipes de la longevidad de la variante ómicron, un hecho que se traduce en que convivimos con un virus que "conocemos". En el peor de los escenarios, nos estaríamos enfrentando a una variante desconocida y que se contagia mejor.

Por otro lado, destaca favorablemente el efecto protector de las vacunas. Gracias a la inmunidad adquirida, nos protegemos de "la enfermedad grave y de la muerte. Y para eso siguen funcionando muy bien las vacunas originales."

Sin embargo, Margarita Del Val ha querido reincidir en que "las pandemias no acaban, se vuelven crónicas". Por lo tanto, no se debería bajar la guardia en lo que concierne a las medidas que nos protegen tanto del Covid, como de otras enfermedades que se transmitan por las vías respiratorias.

La postura de la viróloga ante la 4a dosis sorprende a muchos

Tal y como ha declarado la viróloga, no sería necesaria la administración de una cuarta vacuna. Al no existir una evidencia sólida que justifique dicha administración, solo se suministra en lugares como residencias, por razones prudenciales. Por ello, recalca la importancia de no desesperarse ante la no llegada de más vacunas.

Ha insistido en la idea de que "las vacunas clásicas están aguantando muy bien frente a la enfermedad grave y la muerte. No hay evidencia sólida, ni siquiera en las residencias de ancianos, de que nadie necesite estas vacunas."

A diferencia del año pasado, no ha surgido ninguna variante nueva que nos obligue a vacunarnos otra vez. Y como se ha señalado anteriormente, parece que la variante ómicron sigue bastante estables, en palabras de la especialista.

En contraposición a la vacuna de la gripe, ha señalado que no existe, por el momento, ninguna razón por lo que debamos vacunarnos anualmente. Un hecho que podría sustentarse en la inmunidad celular resultante de la vacunación o el contagio.

La opinión de la experta sobre las otras medidas de contención

Pese a su positividad ante la actual situación, ha señalado un aspecto negativo difícil de ignorar: la situación actual dificulta renunciar a la ventilación, sea natural o forzada. De este modo, nos veríamos desprovistos de este método tan efectivo por priorizar el ahorro de la energía.

Un hombre, vacunado en Barcelona (24/03/2021).
Actualmente, la cuarta vacuna se contempla para aquellas personas que situación de riesgo | GTRES

Y teniendo en cuenta la incipiente llegada del otoño y el invierno, la especialista recomienda el uso de filtros de aire HEPA (Hight Efficiency Particle Arresting) como medida de protección. En este caso, dicho sistema de retención es útil para eliminar cualquier partícula perjudicial, así como patógenos respiratorios.

Asimismo, se ha mostrado a favor del uso de las mascarillas en el transporte público, puesto que se interacciona con personas muy distintas, incluidas las de mayor riesgo. Además, compara este tipo de trayecto con el de los coches compartidos, pues en ambos las ventanas están cerradas y el riesgo de contagio es mayor.

Catalogándolo como un pequeño esfuerzo, la científica aboga por llevar a cabo todas esas medidas que estén en nuestras manos para frenar el contagio. Un ejemplo de este pequeño esfuerzo sería la realización de test de antígenos en el caso de encontrarnos con una persona de riesgo.