El Ministerio de Sanidad está en alerta. Desde que el Reino Unido confirmase un auge de casos de estreptococo A, los organismos de nuestro país trabajan conjuntamente para tratar la exponencial suma de infecciones.
La Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) ha señalado que, pese no haber finalizado los análisis, los datos actuales confirman un número inusualmente elevado de infecciones en España.
Dos menores han fallecido en Madrid por estreptococo A
Primero fue el turno del Reino Unido, después el de Francia y, ahora, parece que España es la nueva víctima de esta bacteria. Solo en el primer país, se pasó de 186 a 851 casos en una semana.
A esto, se le suma la creciente incidencia en España. Mientras en los años prepandémicos, la incidencia se encontraba en 0,5 casos por cada 100.000 niños (1 a 4 años), ahora se encuentra en una media de 2,3 infecciones.
Una cifra que se ha visto acrecentada por los últimos datos del país. Por el momento, la Comunidad de Madrid ya ha confirmado el fallecimiento de dos menores, a causa de una enfermedad invasiva por estreptococo A.
Además, corrobora que existen otros 14 casos diagnosticados de esta bacteria. Los afectados, que tienen entre 1 y 12 años, están siendo tratados con diversos antibióticos y parecen estar respondiendo favorablemente al tratamiento.
¿Qué es el estreptococo A?
El estreptococo A, también conocido como Streptococcus pyogenes, es una bacteria que suele encontrarse en la garganta o la piel. Normalmente, provoca infecciones leves que se tratan con antibióticos y afecta, sobre todo, a menores de entre 1 y 15 años.
En los casos más complicados, da pie a otras infecciones graves, las cuales sí pueden ser mortales. Entre ellas, encontramos la escarlatina, el impétigo, la fascitis necrosante, el síndrome de choque tóxico estreptocócico, la fiebre reumática o la glomerulonefritis postestreptocócica.
El principal canal de transmisión de esta bacteria es la vía aérea, pues se dispersa por gotitas respiratorias. Por ello, se debe prestar especial atención a no tener ningún tipo de contacto con los contagiados.
Y aunque no sea una patología especialmente contagiosa, pues deja de ser transmisible 24 horas después de iniciarse el tratamiento, las autoridades sanitarias han lazado una serie de recomendaciones higiénicas.
Entre algunas de ellas: el uso de mascarillas, no compartir objetos o el correcto lavado de manos. Además, recomiendan que ante los síntomas asociados, se acuda directamente a un centro médico. Según la SEIP, en el caso de estar infectado, el menor deberá permanecer en el domicilio durante, al menos, el primer día de tratamiento.
Los síntomas asociados a esta bacteria
La infección por estreptococo A puede presentar una sintomatología muy diversa, la cual depende del paciente. No obstante, los síntomas más comunes son el dolor de garganta o amígdalas, la fiebre y la hinchazón en los ganglios linfáticos.
Los pacientes suelen experimentar molestias al tragar y, en algunos casos, pueden presentar placas de pus en las amígdalas o manchas en el paladar. Asimismo, algunos afectados presentan enrojecimiento en algunas zonas del cuerpo como el cuello o las ingles.
Teresa Cenarro, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, declaraba lo siguiente para el Heraldo: "Todos los pediatras estamos muy habituados a ver y a diagnosticar y tenemos a disposición en centros de salud y hospital los test para detectarlo".
Por fortuna, la mayoría de los síntomas pueden ser tratados con penicilina y experimentan mejoras en tan solo 24 o 48 horas después de haber sido tratados. Cuando la infección deriva en otras más graves, el espectro de síntomas variará dependiendo de qué se haya contraído.
En el caso del síndrome de choque tóxico estreptocócico, por ejemplo, los pacientes experimentan fiebre, escalofríos, dolores musculares, vómitos... Así como hipotensión, taquicardia y taquipnea.