Acabar de pintarse las uñas con esmalte de uñas y que sin ton ni son una de ellas se descascarille y pierda el color es algo que a la mayoría de mujeres nos ha pasado (¡y qué rabia da!).
Pese a la existencia de una gran variedad de esmalte de uñas, casi la totalidad de ellos acaban por perder la uniformidad en pocos días, lo que obliga a quitar el esmalte de uñas antiguo y volverlas a pintar. Esto se traduce en una gran inversión de tiempo y un estorbo.
Con el fin de evitar que esto suceda, hemos decidido crear este artículo en el que explicaremos las características principales de los esmaltes de uñas, qué los diferencia, así como algunos trucos para mantener el esmalte de uñas perfecto durante más tiempo.
Características del esmalte de uñas
En el mercado actual cada vez es más frecuente encontrar una gama más amplia de esmalte de uñas: se anuncian algunos con efecto gel, otros con textura mate, de secado rápido, extra duraderos… Pero, ¿realmente sabemos qué es lo que los diferencia?
Las diferencias entre un esmalte de uñas y otro residen, evidentemente, en su composición química. Añadir un tipo u otro de sustancias se traduce en características dispares. Sea cual sea el tipo de esmalte de uñas que se utilice, tenemos la responsabilidad de recordar que este tipo de productos no son nada beneficiosos para la salud de las uñas.
Son productos químicos, con gran cantidad de agentes agresivos, que en ocasiones pueden alterar incluso el color o la textura natural de la uña, amarilleándola o volviéndola más frágil.
No obstante, somos pocas las que no caemos en la tentación de aportar color al look mediante el uso de pinta uñas, sin tener en cuenta lo negativo que puede resultar para nuestras uñas.
¿Cuáles son los químicos más agresivos para nuestras uñas?
De entre los compuestos químicos de la mayoría de esmaltes de uñas, los más agresivos son los que contienen una elevada cantidad de sustancias como el tolueno, el formaldehído, el ftalato de dibutilo (DBP) o el alcanfor.
1. Tolueno
El tolueno es una sustancia química que, aparte de utilizarse para la creación de esmaltes de uñas, se usa también en la elaboración de disolventes de pintura. Es una sustancia altamente tóxica para los humanos, ya que su fuerte olor puede producir fuertes dolores de cabeza y mareos.
La función que cumple en los esmaltes de uñas es la de hacer que su textura sea más líquida, lisa y brillante.
2. Formaldehído
El formaldehído es otro compuesto químico que permite a los esmaltes de uñas tener un acabado rígido, seco y duro. Conserva las propiedades de la laca de uñas, pero tiene efectos perjudiciales para la salud al ser bastante corrosiva.
3. Ftalato de dibutilo (DBP)
El ftalato de dibutilo hace que el esmalte de uñas sea más o menos duradero. El fuerte olor proveniente de los establecimientos en los que hacen la manicura o el famoso “Nail Art” es debido a este componente.
El DBP puede tener graves repercusiones para las mujeres embarazadas, por lo que se les recomienda no acudir a este tipo de locales.
¿Qué hace que algunos sean más duraderos que otros?
Tal y como se acaba de comentar, el ftalato de dibutilo (DBP) es la sustancia que se encarga de aportar durabilidad al esmalte de uñas; por lo tanto, la durabilidad va en función de la cantidad de DBP que contenga el pinta uñas.
También influyen otros factores como la fluidez del esmalte, su espesor y su adhesividad a la uña, características que aportan otros componentes.
Pese a la toxicidad de los componentes de los esmaltes de uñas, para que estos puedan ser comercializados han de pasar unas medidas de seguridad y demostrar que en bajas dosis sus efectos no son tóxicos ni perjudiciales para la salud.
Es por este motivo que su uso es tan frecuente y que las consecuencias negativas suelen ser asumidas por personas que prefieren dotar a sus uñas de una función estética.
6 trucos para que las uñas pintadas duren más tiempo
Una vez tomada la decisión de pintarse las uñas, uno de los principales inconvenientes es la durabilidad del esmalte y el tiempo que las uñas lucirán un aspecto cuidado y bien pintado.
A continuación os proporcionamos 6 trucos para que vuestras uñas se mantengan perfectas durante más tiempo, evitando que se descascarillen y proporcionen una apariencia de descuido que todas queremos evitar.
1. Recuerda hidratar y desinfectar las uñas antes de pintar
Quitar el esmalte anterior de manera cuidadosa, dejar pasar un par de días con las uñas naturales entre esmaltado y esmaltado y favorecer la hidratación con productos como las cremas son métodos eficaces para mantener unas uñas sanas y evitar las irregularidades que pueden presentarse debido a su quebrantamiento. Desinfectarlas con vinagre de manzana también es adecuado para eliminar impurezas.
2. Aplica una prebase antes de aplicar el color
Una vez se tienen las uñas hidratadas y desinfectadas, es el momento de pasar a la aplicación de una prebase que aporte vitaminas y protección a las uñas.
Existen infinitas variedades de prebases, todas ellas con vitaminas y sustancias que contribuyen a su fortalecimiento. Aplica una fina capa y deja secar bien antes de proceder a pintarlas.
3. Mejor dos capas finas, que una gruesa
Ahora es el momento de aplicar el esmalte de uñas, es decir, el color. Agita bien el esmalte moviéndolo de un lado a otro para que todos sus componentes se mezclen bien y la aplicación sea más sencilla y fluida.
La clave está en no usar grandes cantidades de esmalte, sino que lo más conveniente es aplicar una fina capa, dejar secar y finalizar con otra capa de esmalte de uñas.
4. Haz uso del top coat para mantener el color y la brillantez
Para finalizar con la sesión de manicura, y una vez el esmalte se haya secado por completo, aplica una capa de top coat brillante para dar luz y favorecer la resistencia del esmalte de uñas. Existen top coat con efecto de secado rápido, lo que va a ser ideal para aquellas que nos pintamos las uñas justo antes de salir de casa o en el tren.
Pasados unos días se puede volver a aplicar otra capa para reavivar el color de las uñas y asegurar la resistencia del esmalte.
5. Evita el contacto prolongado con el agua
Este punto es importante para evitar que se descascarillen las uñas. El uso de agua muy caliente o de productos químicos tales como detergentes o jabones contribuye a la minimización de la resistencia del esmalte de uñas.
Es por ello que el uso de guantes para evitar el contacto con sustancias agresivas, por ejemplo a la hora de lavar los platos, puede ser de gran ayuda.
6. Prohibido morderse las uñas
Por último, y no menos importante, morderse las uñas está totalmente prohibido cuando las tenemos pintadas -no solo por lo antiestético que resulta llevar unas uñas mal pintadas, sino por la toxicidad de los esmaltes de uñas que, si entra en contacto con el organismo, puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo.