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Huevos

7 errores que nunca debes cometer al cocinar y conservar huevos

Es probable que estés cometiendo algunos de estos fallos tan comunes y no te hayas dado cuenta.

Los huevos son uno de los alimentos fundamentales en la mayor parte de las culturas dietéticas del planeta. Con este ingrediente es posible preparar platos enormemente variados, desde sencillos huevos revueltos o tortillas francesas hasta otros tan elaborados e idiosincráticos como el Oyakodon japonés.

A pesar de su popularidad, lo cierto es que sigue existiendo controversia en torno a muchos aspectos relativos al manejo de este alimento. En este artículo nos centraremos de forma específica en describir errores típicos que debes evitar cometer a la hora de conservar y cocinar huevos.

7 errores que nunca debes cometer al conservar y cocinar huevos

A continuación revisaremos fallos comunes que se cometen al manipular huevos para su consumo alimenticio. Como podréis ver, el debate está servido en buena parte de estos aspectos y ni siquiera los expertos parecen ponerse de acuerdo.

Huevos
Aprendemos algunos de los principales errores a la hora de cocinar y conservar huevos | Getty Images

1. Dejarlos fuera de la nevera

Expertos en este campo afirman que los huevos deben ser conservados en la nevera con tal de que su calidad como producto culinario no se reduzca. Esto se debería al hecho de que, si la temperatura del entorno en que se encuentran es demasiado elevada, los huevos perderían agua y consistencia.

Sin embargo, es posible que este aspecto no sea muy relevante. Según una investigación realizada por investigadores profesionales y encargada por el diario británico Daily Mail, no importa si dejamos los huevos dentro o fuera de la nevera porque en ambos casos la temperatura se encuentra dentro de un rango que no perjudica a este alimento.

2. Conservarlos durante más de un mes

Los huevos pueden permanecer en la nevera durante aproximadamente un mes sin perder sus propiedades nutricionales; no obstante, conservarlos durante más tiempo puede llevar a que se estropeen y a que su calidad disminuya de forma significativa.

En cualquier caso, y dado que en realidad los huevos son un producto bastante resistente, cuando dudamos sobre si estarán o no en buen estado lo más recomendable es observar si al romperlos su olor y su aspecto son normales o bien resultan extraños y desagradables.

10 huevos dentro de una huevera de cartón
No conservar o cocinar los huevos correctamente puede llevar ciertos peligros para nuestra salud | Getty Images

Otra forma muy buena y fácil para saber si los huevos están en buen estado es ponerlos en un vaso lleno con agua. Si el huevo se hunde y queda en posición horizontal, significa que es fresco. Si se hunde, pero queda inclinado o en vertical en el fondo, quiere decir que no es fresco, pero se puede consumir. Si se queda en la parte superior del vaso flotando, quiere decir que está totalmente podrido.

3. Mezclarlos dentro de la sartén

Por falta de tiempo o de experiencia, por vagancia o por cualquier otro motivo, muchas personas no baten correctamente los huevos antes de añadirlos a la sartén, sino que intentan hacerlo directamente en su interior, incluso mientras se están cocinando. Esto es muy habitual al preparar huevos revueltos.

Este tipo de manejo no sólo resulta muy poco práctico sino que además da como resultado un alimento poco atractivo y cocinado de forma irregular; así, tendremos partes casi totalmente crudas y lo más probable es que también haya otras demasiado cocinadas.

4. Introducir huevos en agua hirviendo

Al preparar huevos duros hay que evitar introducir los alimentos en agua que ya está hirviendo porque esto incrementa la probabilidad de que la cáscara se rompa. La causa es la notable diferencia de temperatura entre la nevera y el agua.

El modo adecuado de cocer huevos consiste, por contra, en introducirlos primero en el recipiente y después añadir agua fría para a continuación hervirla; de este modo se obtienen huevos duros con una calidad idónea.

5. Cocinarlos a temperatura demasiado alta

Independientemente del tipo de plato que estemos cocinando, lo más probable es que el modo de preparación adecuado consista en hacerlos a fuego moderado o incluso lento.

Si bien es cierto que cada persona tiene sus propias preferencias culinarias, a muy poca gente le gusta que la tortilla o los huevos fritos o revueltos queden quemados y marrones, puesto que resultan mucho menos atractivos a nivel de aspecto y de sabor.

Muchos huevos zoom
Romper los huevos en el mismo bol que los vamos a batir puede hacer que las bacterias de la cáscara pasen al alimento | Getty Images

6. Servirlos en el plato que hemos usado para prepararlos

Al preparar tortillas, muchas personas emplean platos para darles la vuelta cuando el huevo aún está crudo; algo similar sucede en el caso de otros alimentos elaborados a base de huevo.

Un error muy común en este sentido es servir la tortilla en el plato que hemos usado para girarla: al hacer esto la comida bien cocinada se mezcla con restos de huevo crudo, que no resulta muy saludable. Un lavado o secado rápido del plato tampoco ayuda, sino que es necesario limpiarlo muy bien -o sencillamente usar un plato diferente.

7. Romperlos en el mismo bol que vamos a batirlos

Finalmente, otro de los errores que cometemos al manipular huevos para cocinar es romperlos en el mismo sitio donde los vas a batir. Esto se tiene que evitar ya que la cáscara del huevo es una gran fuente de bacterias perjudiciales, por lo que es mejor romperla en un sitio y entonces ponerlo en el plato.