Endesa ha querido salir al paso de todas las especulaciones que habían surgido en las últimas semanas. Se vieron obligados a desmentir una de las teorías que sonaba con más fuerza desde hace tiempo. Y es que dicho comentario hacía referencia al consumo de electricidad en los hogares.
Nadie pone en duda que el frigorífico es el electrodoméstico que más consume de una vivienda. Se estima que representa en torno al 30% del gasto energético que soporta una casa. Por mucho que nos preocupe el ahorro y la factura de la luz, es algo que debemos asumir.
No nos queda más remedio que tenerlo encendido las 24 horas del día al tratarse de un aparato imprescindible. Gracias a él conseguimos que los alimentos se conserven durante más tiempo en un mejor estado.
Las familias cada vez están más concienciadas sobre la necesidad de ahorrar. De ahí que le presten tanta atención a las recomendaciones que efectúan tanto las compañías eléctricas como desde las organizaciones de consumidores.
Un rumor que afectaba al gasto eléctrico
La compañía energética ha tenido que desmentir un rumor que llevaba circulando desde hace tiempo y que afectaba al consumo de luz. En más de una ocasión se ha dicho que los imanes de recuerdo que se ponen en los frigoríficos incrementaban el gasto. Es algo de lo más común en cualquier cocina y hasta la fecha nadie había reparado en esta cuestión.
Algunas personas sostienen que su colocación en la puerta de la nevera puede llegar a alterar su rendimiento. Sobre todo provocando que se incremente el consumo. Pero en foros y redes sociales también indican que estos elementos decorativos pueden llegar a resultar perjudiciales para los alimentos.
Desde Endesa han dejado muy claro que se trata de un mito al que no debe concedérsele mayor trascendencia, recoge Xataka. "La mentira" es que estos adornos "obligan a la nevera a consumir más electricidad al aumentar la fuerza electromagnética del campo eléctrico del aparato".
Explican que "todo en este mito es falso. Incluyendo los estudios científicos que cita y la posibilidad de que estos imanes sean perjudiciales para la comida que guardas en el frigorífico". Aclaran que los campos magnéticos de estos objetos de recuerdo "son tan insignificantes que ni siquiera atraviesan la puerta de la nevera".
Por lo tanto, confirman que los imanes no afectan al gasto energético ni tampoco a la comida que se guarde en su interior. Sí que habría que prestarle una mayor importancia a otros gestos que adoptamos en nuestro día a día y que sí influyen en el consumo. Es el caso, por ejemplo, de abrir y cerrar la puerta con mucha frecuencia o dejarla abierta un largo tiempo.
¿Qué ocurre al abrir la puerta?
Es algo lógico que a lo largo del día abramos varias veces la puerta del frigorífico. Ya sea para coger una botella, los alimentos que cocinaremos o alguna salsa que le echemos a la comida.
Cada vez que se ejecuta esta acción conseguimos que la nevera pierda temperatura en su interior. Esto hará que también consuma una mayor cantidad de energía en su objetivo de recuperar los grados perdidos. No obstante, los electrodomésticos más modernos disponen de numerosas tecnologías para ahorrar en consumo con las aperturas.
Está comprobado que el uso de aparatos eficientes pueden ayudarnos a rebajar la factura de la luz. Es cierto que nos obligará a realizar un desembolso mayor, pero la inversión merecerá la pena. Se amortizará el dinero gastado en muy poco tiempo.
La Unión de Consumidores y Usuarios OCU desvela que el ahorro puede llegar a ser de hasta 450 euros durante la vida útil del electrodoméstico. De media suele alargarse unos doce años.