Desde hace tiempo, la Agencia Tributaria ha puesto el foco en las operaciones que se efectúan con dinero en metálico. Entre otras cosas, eso ha obligado a limitar los pagos con efectivo. Pero también afecta a las cantidades que podamos llevar con nosotros por la calle y que serían interceptadas por la Policía.
Hoy en día, las tarjetas de crédito y los medios digitales de pago se han convertido en las opciones más utilizadas por los usuarios. Pero las monedas y los billetes siguen teniendo mucha presencia en nuestras vidas, sobre todo para pequeñas transacciones. También resultan más seguras que los métodos electrónicos, sobre todo para la gente mayor, que se muestra más desconfiada.
El dinero en metálico resulta más complicado de rastrear, pero Hacienda se puso manos a la obra para reducir el riesgo de blanqueo de capitales. Para ello introdujeron una serie de variaciones en la legislación en lo que se refiere al empleo de dinero en efectivo.
Decidieron que la cantidad máxima que se podía abonar en metálico para realizar cualquier compra quedaría estipulada en los 1.000 euros. La misma cuantía sería el límite fijado para la retirada de dinero en los cajeros automáticos. En el caso de que necesitáramos más de 3.000 euros, la única opción que nos queda pasaría por ir a la ventanilla del banco.
De la misma manera, también se topa la cantidad de dinero que podemos portar por la vía pública. La Ley 10/2010 determina que el máximo en efectivo que se permite llevar en el bolsillo son 100.000 euros, indica La Información. Pero hay que aclarar que esto no significa que no sea posible disponer de más dinero.
Qué necesito para llevar 100.000 euros en metálico por la calle
Cuando alguien circule por la calle con una cantidad en efectivo por encima de los 100.000 euros será preciso que lleve un documento. Se trata de una declaración firmada en donde se especifique el origen y los motivos por los que lo tiene.
Además, en dicho papel deben estar incluidos también el portador y el propietario del metálico, el remitente y destinatario, así como el importe exacto. Se le pedirá que explique la procedencia, el uso que se le dará al dinero y trayecto que realizará hasta llegar a destino.
Este documento se puede conseguir con bastante facilidad si la operación se realiza desde una entidad bancaria. Habrá la posibilidad de facilitar el justificante ante la propia sucursal, pero la situación varía cuando el movimiento se efectúe a través de otro medio. La otra opción disponible es que la presentación de la declaración se haga en las oficinas de Hacienda o en su web.
¿Qué ocurre si me detiene la Policía con el dinero?
Aunque no resulte lo más habitual, puede darse la circunstancia de que circulemos con más de 100.000 euros y la Policía nos dé el alto. De ocurrir esto, tendremos que dar explicaciones sobre el origen del dinero que llevamos, ya que de lo contrario podríamos meternos en un lío.
Lo correcto sería llevar con nosotros el citado justificante. Pero de no tenerlo o encontrarse incompleto, podríamos enfrentarnos a una sanción que partiría desde los 600 euros. Podría alcanzar la mitad del valor del medio de pago utilizado.
Existe la posibilidad de que los agentes, a modo de prevención, retengan el metálico hasta que realicen las pertinentes comprobaciones. Cuando encuentran a alguien con tal suma de dinero, siempre hay la tendencia a sospechar que puede tener un origen ilícito.
Para descartar esta creencia, lo que debemos hacer es portar esta acreditación. Este tipo de acciones no nos llevarán mucho tiempo y nos librarán de un mal trago.