¿Cuántas veces hemos ido al supermercado y hemos encontrado estas frases en los envases de muchos productos? Se trata de algo muy habitual y lo solemos ver día a día.
¿Puedo consumir un alimento "caducado"? ¿Qué significa "consumo preferente"? Todas estas preguntas rondan en la cabeza de muchas personas, llegando incluso a confundirlas. En el artículo de hoy te explicamos cuál es la diferencia entre una y otra, y aprovechamos también para resolver todas las dudas sobre este tema. ¡Sigue leyendo!
Fecha de caducidad y de consumo preferente: 2 conceptos diferentes
Pongámonos en situación: vamos al supermercado y encontramos dos productos con diferentes etiquetas. En uno pone una fecha de caducidad y en el otro una fecha de consumo preferente.
1. La fecha de caducidad
La fecha de caducidad indica el momento hasta el cual el alimento puede consumirse de forma segura. Normalmente, esta etiqueta está presente en alimentos perecederos, como el la carne y el pescado, al tratarse alimentos frescos.
Sin embargo, también es posible que nos encontremos con otros productos o alimentos que no presenten esta etiqueta de caducidad. En este caso, se tratan de alimentos como los vinos, los productos de consumo inmediato (panadería, fruta...) o los productos de confitería elaborados exclusivamente con azúcar, por ejemplo. Estos alimentos, debido a su naturaleza y elaboración, no están obligados a llevar las fechas de duración.
Así mismo, cuando los productos son congelados también se le incluye una fecha de congelación. Ambas etiquetas se indican siguiendo un modelo estándar que pone: "fecha de caducidad, seguido del día/mes y el año". Si consumimos un alimento que haya pasado la fecha de caducidad que indica en su envase, posiblemente nos arriesguemos a ingerirlo en mal estado y a contraer algunas bacterias patógenas.
2. La fecha de consumo preferente
Por otra parte, nos podemos encontrar también con una fecha que indique "consumo preferente". A diferencia de la fecha de caducidad (que una vez sobrepasada no se puede consumir) la fecha de consumo preferente nos indica que si el alimento está en buen estado, aunque se haya pasado la fecha que indica en el envase, se puede comer.
Una fecha de consumo preferente nos indica que ese alimento o producto se debería consumir antes de la fecha indicada. No obstante, si se realizase después tampoco se pondría en riesgo nuestra salud. Algunos alimentos muy comunes con estas etiquetas son los arroces, las pastas, la harina, las conservas y los alimentos congelados.
Eso sí, el sentido común debe primar por encima de todo. Por lo tanto, si abrimos el producto y vemos que no hace buena pinta, ante la duda es mejor no consumirlo y tirarlo.
¿Qué pasa si consumimos un alimento caducado?
Lo cierto es que existen algunos productos que sí podemos consumir aunque su fecha de caducidad se haya pasado. Los alimentos que podemos ingerir sin poner en riesgo nuestra salud pueden ser varios. Los yogures, por ejemplo, pueden comerse aunque la fecha de caducidad haya pasado hace días.
Quizás estén algo más ácidos, pero lo cierto es que no corremos ningún peligro si los consumimos, ya que la leche es pasteurizada. En el caso de las galletas o los bollos tampoco pasaría nada. Eso sí, debemos tener en cuenta que una vez hayan pasado la fecha posiblemente estén más secos y más rancios.
Las bebidas alcohólicas y los refrescos también podrían consumirse algo más tarde. Puede darse el caso de que el color o el sabor se vean alterados, pero si los pruebas y están bien, puedes seguir consumiéndolos.
Evidentemente, los alimentos frescos como la carne, el pescado o el queso no deberían consumirse una vez hayan caducado, ya que supondría un riesgo para tu salud.
Cómo conservar los alimentos
Tanto la fecha de caducidad como de consumo preferente dependerán mucho de cómo haya sido conservado el producto o el alimento. Lo ideal es conservarlos siempre en las condiciones óptimas, pero muchas veces esto no es así.
Para evitar el desperdicio alimentario, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria aconseja congelar los alimentos antes de que caduquen, así se alargará su conservación en buenas condiciones.