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Sopa quemagrasas con polvo de cúrcuma y jengibre al lado

Dieta blanda: alimentos y recetas para la diarrea y la gastroenteritis

La dieta blanda incluye alimentos astringentes, no astringentes o laxantes para distintos problemas intestinales.

En caso de patologías gástricas o digestivas como la gastroenteritis se suele recomendar hacer una dieta blanda. Existen diferentes tipos aunque  la más común es la dieta astringente que sirve para cortar la diarrea, entre otras cosas.

En este artículo te contamos todo sobre la dieta blanda, desde qué es y cuáles son los tipos principales a diferentes recetas para preparar en casa, así como los alimentos astringentes y no astringentes que se recomiendan en función del tipo de problema intestinal.

Dieta blanda: qué es y cuándo hacerla

La dieta blanda es un tipo de plan alimentario específico que se caracteriza por ingerir alimentos no irritantes, picantes o con muchos condimentos y ser moderada en grasas.

Asimismo las formas de preparación de los alimentos son sencillas, como los hervidos o los alimentos al horno. Por otro lado se evitan alimentos fritos, muy salados o con salsas.

El objetivo principal de la dieta blanda es dar el menor trabajo posible al aparato digestivo  para facilitar su recuperación en casos de diarrea, vómitos y otros problemas digestivos. Esto se consigue fomentando la fácil digestión y la no estimulación de la secreción gástrica, en la medida de lo posible.

Se suele recomendar en la mayoría de los casos para mitigar problemas asociados a ciertas cirugías específicas o a enfermedades, principalmente de tipo gástrico o digestivo, tales como las siguientes:

  • Gastritis

  • Cólicos

  • Úlceras

  • Diarrea

  • Vómitos

  • Virus intestinal

  • Disfagia (dificultad para tragar)

Otras prescripciones

De la misma manera, se sugiere a aquellas personas -tanto niños como adultos- que han sufrido cirugías mandibulares, que utilizan aparatos dentales o que padecen de reflujo gastroesofágico.

También  puede ser necesaria antes de someterse a colonoscopias o a alguna operación quirúrgica como indicación previa para preparar al cuerpo.

Aunque se identifique con comer alimentos blandos no es así. En una dieta blanda también se comen alimentos duros.

La dieta blanda debe ser recomendada por el médico por indicación terapéutica y normalmente se relaciona con gastroenteritis y otras enfermedades que causan vómitos o diarrea.

Tipos de dietas blandas

Existen diferentes tipos de dietas blandas y no solo recomendadas para aquellas personas con gastroenteritis.  La dieta astringente, no astringente o por disfagia y la laxante son las más conocidas.

Asimismo existen dietas blandas específicas para ciertos tipos de operaciones quirúrgicas o exámenes médicos tales como la colonoscopia. A continuación os mostramos las más comunes.

Dieta astringente

La dieta blanda de tipo astringente se recomienda a aquellas personas que tienen diarrea, dolor de estómago ocasionado por gastritis, etc. Es ideal para tratar problemas y síntomas de tipo gástricos.

Dieta no astringente

Por otro lado, la dieta no astringente -también conocida como dieta blanda por disfagia- está indicada para aquellas personas que tienen dificultades para masticar o tragar.

Normalmente estas personas tienen inflamada la garganta o el esófago y no pueden tragar bien.  La mayoría de alimentos de la dieta blanda no astringente son líquidos o en puré.

Dieta laxante

La dieta laxante se recomienda para aquellas personas con estreñimiento, es decir, dificultad para evacuar de forma normal. Se considera que una persona tiene estreñimiento cuando hace deposiciones menos de 3 veces a la semana y estas tienen una consistencia muy seca o rígida.

En general se deben evitar los alimentos secos, el alcohol y las comidas muy grasosas o fritas. Se recomiendan las comidas ricas en fibra y los líquidos.

Alimentos recomendados

Para conocer más el funcionamiento de una dieta blanda, seguidamente os mostramos algunos ejemplos de alimentos y comidas que pueden incluirse en este tipo de planes alimentarios, tanto astringentes como no astringentes.

Alimentos astringentes

En general, los cereales se deben consumir en forma de pan blanco o tostado, arroz blanco hervido y papillas de cereales. Se recomienda incluir pan tostado en la dieta astringente porque es más digerible.

Asimismo se recomiendan las carnes como el pollo o el pavo en cocciones ligeras, como a la plancha, hervido o al horno. Los fiambres magros como el jamón de york también son adecuados.

Los huevos se recomienda comerlos pasados por agua, en tortilla francesa o escalfados. Las verduras se deberán consumir hervidas, en puré o caldos y no crudas.

Las frutas se deberán comer en compotas o cocidas, por ejemplo en el caso de la manzana. Es mejor rallarla y dejar que se oscurezca porque la oxidación de su pulpa hace que aparezcan unos compuestos que potencian su capacidad astringente.

Alimentos no astringentes

Por otro lado en la dieta no astringente se recomienda consumir alimentos triturados y con poca consistencia física tales como caldos de verdura, de pollo o de pescado pero evitando los condimentos.

Asimismo las cremas de verduras digestivas, como la de zanahoria o la de calabacín, son muy recomendables.

No obstante, se requiere evitar aquellas más ácidas como la de tomate o la de pimiento, y todas deben ser bajas en sal y sin condimentos picantes.

Como en las dietas astringentes se recomienda también compota de manzana o de otras frutas como la pera, agua e infusiones, así como yogures.

Alimentos prohibidos en este tipo de dietas

En general en cualquier tipo de dieta blanda se deben evitar bebidas como el café, el alcohol, los zumos ácidos, los refrescos gaseosos y carbonatados. En su lugar se debe optar por beber agua, leche desnatada, infusiones y zumos como el de melocotón.

Asimismo, con relación a los alimentos, quedarán prohibidos aquellos que se consideren de difícil digestión como los frutos secos, los fritos, la bollería o los productos precocinados.

De la misma manera tampoco se recomiendan los alimentos flatulentos como las coles, las legumbres y productos ácidos como el tomate o los cítricos.

Las salsas, la comida picante, los encurtidos -aceitunas, pepinillos, etc.- y los alimentos muy azucarados tampoco se deben comer.

Recomendaciones y consejos

En general existen ciertas  recomendaciones claves para realizar una dieta blanda. Normalmente esta dieta se suele mantener de 2 a 3 días y luego de forma progresiva se van introduciendo alimentos propios de una dieta más normal.

Si pasados estos días el dolor o los problemas persisten es muy importante acudir al médico. Conviene ir comiendo pequeñas cantidades de alimento para evitar llenar el estómago y realizar las ingestas de forma más frecuente.

Estas deben ser tibias para procurar una temperatura parecida a la del cuerpo y de esta forma facilitar mejor la digestión. Se evitará la sal y en todo caso si se quiere condimentar las comidas se utilizará ciertas hierbas digestivas como el orégano.

La hidratación será también esencial y se procurará el consumo poco a poco de agua y de  infusiones como la manzanilla, el poleo menta, el té verde o la hierbaluisa -tibias y a pequeños sorbos.

Finalmente, a la hora de comer se debe masticar bien e ir despacio, evitando de esta manera tragar aire y acumular gases. Asimismo reposar un rato tras comer es clave para facilitar el proceso.

Recetas de dieta blanda

Para saber qué comer con gastroenteritis o cualquiera de las patologías anteriormente mencionadas, te mostramos 2 recetas sencillas y caseras de de que podríamos incluir perfectamente en una dieta blanda.

Sopa de pollo casera

Una sopa de pollo casera es una receta sencilla y muy rica aunque tengamos que estar en dieta blanda. Solo se necesita carcasa de pollo, 1 puerro, 4 ramas de perejil, 1 cebolla grande y 3 zanahorias de tamaño normal.

Hay que pelar y limpiar los ingredientes para cubrirlo todo con agua en una olla grande y dejar que hierva. Una vez que esto ocurra hay que bajar el fuego y dejarlo que se cocine lentamente durante 2 horas. Luego se sacan los ingredientes, se cuela el caldo y se trituran las verduras.

Compota de manzana

La compota de manzana es un plato perfecto para una dieta blanda astringente. Solo se necesitan unas 3 manzanas, 20 gramos de azúcar y 250 mililitros de agua. Hay que pelar la fruta, cortarla en trozos y añadir en una olla el agua y el azúcar.

Seguidamente se deja cocer durante unos 4 minutos a fuego medio. Añadimos los trozos de fruta, removemos, bajamos el fuego y dejamos que se cocine todo durante una media hora aproximadamente. Finalmente removemos para conseguir una textura más suave.