Esta semana trae malas noticias para los conductores. Los próximos días se espera un repunte en el precio de los carburantes. Se trata de algo de lo que vienen advirtiendo desde hace tiempo en las gasolineras.
De hecho, en un encuentro que mantuvieron recientemente los responsables de Repsol y Cepsa con el presidente del Gobierno así se lo transmitieron. El sector no ha empezado con buen pie el 2023.
El pasado 31 de diciembre se ponía fin al descuento de 20 céntimos por litro de gasolina que había puesto en marcha el Gobierno. Pero a medida que transcurrían los días se ha apreciado un crecimiento imparable en el precio de los combustibles. Sin embargo, lo peor todavía está por llegar.
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El sexto paquete de sanciones contra Rusia, que fue aprobado en junio por parte de la Unión Europea, empezará a tener consecuencias sobre los carburantes. A partir del próximo 5 de febrero entra en vigor la medida que prohíbe la importación de diésel desde el país de Putin. Lo más previsible es que afecte sobre todo al gasóleo, pero tampoco se acabará librando la gasolina.
La medida que castigará a los conductores
El pasado verano la Unión Europeo decidió castigar a Rusia con medidas de cierto calado. En un intento por ahogar su economía optaron por embargar el petróleo ruso. Dicha solución se empezó a aplicar sobre la mezcla cruda de este compuesto en diciembre.
No obstante, el veto a las importaciones no tendrá lugar hasta este 5 de febrero. A día de hoy resulta complicado realizar predicciones sobre lo que ocurrirá. Pero es casi seguro que estas limitaciones contra el Kremlin tendrán incidencia en el precio de los carburantes.
Como es lógico, siempre será el cliente final el que tendrá que asumir dichos recargos. Es cierto que durante los últimos meses, en vista de lo que iba a suceder, los países han ido acumulando gasóleo. Trataron de ser previsores sabiendo que más adelante podría haber una cierta escasez de esta materia.
Temor a lo que pueda ocurrir en Semana Santa
El precio de los dos carburantes se sitúa ahora en torno a los 1,7 euros por litro. Pero lo más probable es que a medida que nos acerquemos a la Semana Santa más se aprecie el incremento de los mismos. Se espera una subida paulatina a lo largo de las próximas semanas.
Ya se sabe, además, que en épocas de más desplazamientos es cuando más cuesta llenar el depósito. No es descartable que se llegue a los niveles de julio de 2022, cuando se alcanzaron unos máximos históricos. La gasolina alcanzó los 2,14 euros, mientras que el diésel estuvo en los 2,1 euros por litro.
Esto obligó en su día al Gobierno a tomar medidas. Por eso decidieron ampliar hasta final de año la bonificación de los 20 céntimos. A finales de 2022 el gasto de repostaje se consiguió estabilizar, situándose en torno a los 1,5 euros.
Pero habrá que comprobar si el Estado decide mover ficha en este sentido para ayudar a los conductores. De momento, los únicos que mantienen la rebaja de los 20 céntimos son los profesionales. Pero no se descarta que pueda rescatarse esta promoción más adelante.
Todo dependerá del precio que alcancen los combustibles. No hay que pasar por alto que desde el Ejecutivo valoraron de manera muy positiva los datos conseguidos con esta campaña. Sobre todo porque se consiguió contener la inflación.
Pero siempre está presente la opción de recuperar la ayuda. Principalmente porque hay a la vista unas elecciones municipales y regionales. Más a largo plazo, posiblemente en diciembre, habrá una nueva cita con las urnas en los comicios generales.