Mucho ojo de que no se te pase el día. Poco a poco nos hemos adentrado en el otoño y, aunque la temperatura no ayuda a asumirlo, toca pasar a la hora de invierno. En España, pese al debate de los últimos años, seguimos cambiando los relojes dos veces por año, así que debes ir con cuidado de que no se te pase.
Parece una tarea sencilla, pero cuando llega el momento no todos tienen claro qué deben hacer. Unos dicen de adelantar una hora, otros de atrasarla... En definitiva, este cambio de horario genera muchas dudas.
¿Cuándo tenemos que cambiar en España?
Lo cierto es que es más fácil de lo que parece: durante el año solo se realizan dos cambios horarios, uno en marzo y otro en octubre. Estos cambios, como puedes deducir, se corresponden con la primavera y el otoño.
Pues bien, ahora nos encontramos en plena transición otoñal. Esto quiere decir que, a diferencia de lo que hacemos en marzo (que es adelantar una hora), ahora nos tocará retrasarla.
Por lo tanto, la noche que va del 29 al 30 de octubre, concretamente a la madrugada, se retrasará una hora en todos los relojes. Así pues, a las 3.00 de la madrugada pasarán a ser las 2:00.
¿Qué supone este cambio de hora?
Con este cambio de hora volveremos a presenciar días más cortos, y disfrutaremos de menos horas de luz solar. Sin embargo, hay una parte buena en todo esto... ¡Y es que este cambio nos regalará a todos una hora más de sueño!
De forma general, este cambio siempre se realiza el último fin de semana del mes de octubre, aunque el día concreto para realizarlo puede variar ligeramente. En cualquier caso, el objetivo de hacerlo así es para interferir lo menos posible en la vida de las personas.
Y es que al hacerlo justo durante el fin de semana, tanto la jornada laboral como escolar no se ven afectadas. Sin embargo, todavía existen personas que no tienen muy claro porque se realizan estos cambios de hora.
La razón principal no es otra que la de ahorrar energía. Con el objetivo de aprovechar al máximo la luz solar, realizar estos ajustes horarios puede hacer que disfrutemos más del sol en invierno.
No obstante, y a pesar de las pretensiones beneficiosas que persigue esa práctica, muchas personas llevan tiempo demostrando su disconformidad al respecto. Aunque el objetivo sea contribuir al ahorro energético, gran parte de la población está preocupada porque ocurra justamente lo contrario: es decir, que aumente su consumo.
El cambio de hora puede aumentar el consumo de luz
Si ya veníamos de un periodo crítico respecto a las facturas, precios y consumo de luz, todo parece indicar que después del cambio de hora esto podría agravarse más. Tal y como apunta un informe publicado por Selectra, el horario de invierno reducirá las horas de luz solar coincidentes con el periodo de hora punta. Esto, evidentemente, es un problema.
Si la reducción de luz solar se produce justamente en esas franjas (recordemos que los precios más caros van desde las 18:00 hasta las 22:00), todo apunta a que el consumo aumentará durante ese tramo.
Por lo tanto, si lo vemos desde esta perspectiva, es muy probable que el cambio de hora afecte negativamente a nuestras facturas. Ahora bien, para evitar sustos, conviene estar preparados.
Quizás ahora sea el momento de buscar alternativas para hacer frente a estos gastos. Bien sea revisando nuestra potencia contratada, reduciendo el uso de calefacción o desenchufando los electrodomésticos cuando no los utilicemos. En cualquier caso, todo contribuye.