La DGT quiere tener más controladas las carreteras españolas. De ahí sus planes de instalar 270 nuevos radares que se distribuirán por todo el país a lo largo de los próximos 3 años.
De momento se han gastado 17,5 millones de euros en licitaciones. En la cadena Cope desvelaban en qué puntos se situarán dichos controladores de velocidad. Estarían localizados en "carreteras de segundo orden y de categoría provincial", apuntó Alfonso García.
Especificó que "90 serán de tramo, 60 fijos y 120 cabinas". Está previsto que empiecen a ponerse en muy poco tiempo y la intención es que para "2026 ya estén en funcionamiento" todos.
Los nuevos radares que la DGT instalará en toda España
En lo que se refiere a su instalación, "8 de cada 10 estarán en carreteras secundarias y una tercera parte serán de tramo". El departamento que dirige Pere Navarro mantiene su política de control. En la actualidad, Tráfico dispone de casi 800 radares, "de los cuales 92 son radares de velocidad de tramo".
La colocación de estos dispositivos, como recoge Auto10, se efectuará en dos fases. La primera afectará sobre todo a la zona centro de la península ibérica. Es decir, a las provincias de Ciudad Real, Toledo, Cuenca, Guadalajara, Cáceres y Madrid.
También se intentará que en este periodo lleguen a las cuatro provincias de Galicia. En una segunda tanda estos controladores de tráfico irán a parar a los centros de gestión de tráfico del suroeste. Esto engloba a las provincias de Huelva, Badajoz, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Las Palmas.
A continuación le llegará el turno a Granada, Almería, Málaga, Jaén, Tenerife, Ceuta y Melilla. Le seguirán la Comunidad Valenciana, Murcia, Albacete, Huesca, Teruel, Navarra, Zaragoza y Baleares.
Según recoge el diario La Razón, el desembolso que realizará la DGT alcanzará los 17,5 millones. Sin embargo, creen que "la operación" será rentable, ya que lo amortizarán en poco tiempo. Esperan aumentar la cantidad de multas con estos dispositivos.
Por lo tanto, un nuevo mazazo para los conductores españoles. En cuestión de unos pocos meses verán como se incrementan los radares de velocidad en las carreteras. Para algunos, con un claro objetivo recaudatorio.
Un nuevo tipo de radar
El experto en motor de la Cope anunciaba la llegada de un nuevo sistema de radares en nuestro país. Se les conoce como "medusa por su forma exterior". En Francia ya están trabajando y se presentan con una tecnología muy sofisticada.
Están equipados con cinco micrófonos. Además, son capaces de "detectar el nivel de ruido de los coches que circulan por algunas calles". Tienen la capacidad de "identificar y escanear todo tipo de sonido, hasta 10 veces por segundo".
A ello se le suma que llevan incorporada "una cámara tipo 360 grados". Con ello podrán identificar con más facilidad a los automóviles que emitan "un nivel de ruido superior" a lo fijado por la ley.
En el país vecino ya llevan un tiempo multando. Las sanciones llegan hasta los 135 euros cuando el ruido que hagan esté por encima de los 90 decibelios. En España, solo están colocados en Barcelona, donde ya funciona el primero a modo de pruebas.
Con ello pretenden reducir la contaminación acústica, pero también las molestias a los vecinos. Según las informaciones que maneja el Ministerio del Interior francés, el daño que pueden llegar a hacer es importante. En el caso de una motocicleta que rebase los límites de ruido "podría despertar a 10 000 personas".
En principio, lo previsible es que pueda instalarse en grandes ciudades, donde los volúmenes de ruido llegan a ser muy altos. Sobre todo a ciertas horas del día o en el caso de una serie de vehículos.