Los delincuentes cada vez recurren a métodos más ingeniosos para sorprender a sus víctimas. Uno de ellos es el 'carding', una técnica importada de Estados Unidos y que amenaza con vaciar todas nuestras cuentas si no somos especialmente hábiles en la detección.
Por lo general, estos amigos de lo ajeno actúan con mucha discreción para hacerse con el dinero de los estafados. Cuando nos demos cuenta ya será demasiado tarde y poco se podrá hacer.
La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) fue la encargada de alertar sobre este nuevo timo. Se trata de una estrategia que siguen los delincuentes para robar el dinero de las cuentas tras hacerse con las tarjetas de crédito.
Para obtener los datos de la tarjeta recurren a métodos tan conocidos como el smishing o el phishing, publica Ok Diario. Será la manera que tengan para conseguir la información que precisan y así empezar el 'carding'.
¿En qué consiste el 'carding'?
Con los datos de la tarjeta en su poder empezarán a efectuar compras online. Casi siempre por importes muy reducidos que irán aumentando paulatinamente, en un intento por conocer el saldo disponible.
Una vez que confirman que los datos de la misma son correctos ya disponen de mucha más libertad para actuar y gastar lo que quieran. De ahí la importancia de percatarse lo antes posible de esta irregularidad. La víctima debe tomar medidas lo antes posible, ya que de lo contrario se expone a perderlo todo.
Recomendaciones para evitar el 'carding' y otras estafas
Los ciberdelincuentes actúan cada vez con más destreza. Recurren a los avances tecnológicos para hacerse con toda la información que necesitan y así cometer con más facilidad sus delitos. Pero en ocasiones es importante que los usuarios también hagan algo por evitarlo.
Los expertos en la materia ofrecen una serie de consejos al respecto. En primer lugar proponen que no se hagan caso a los mensajes que lleguen por email o SMS de remitentes desconocidos. Casi siempre se hacen pasar por organismos públicos como la Seguridad Social, Agencia Tributaria, o incluso por bancos o empresas de energía.
Este tipo de entidades nunca recurren a estos canales de comunicación para contactar con sus clientes. Tampoco te pedirán que les facilites números de tarjeta de crédito o actualizaciones de datos por teléfono o formularios.
Para evitar males mayores, es conveniente revisar con regularidad el estado de las cuentas. Sobre todo para que no te carguen gastos que no estés realizando tú. No estaría de más que lo miraras al menos cada dos días.
En la actualidad esta gestión se puede hacer con mucha sencillez a través de las apps de los bancos. Por lo tanto, la operación apenas te llevará unos segundos y sin necesidad de desplazarse a la entidad.
A la hora de hacer compras por internet debes tener la seguridad de que estás ante una tienda online de confianza. Comprueba que usen una pasarela de pago o acepte métodos de pago seguros.
Para ciertas transacciones no estaría de más que recurrieras a tarjetas monedero o de prepago. Las suelen ofrecer los bancos para las adquisiciones online, y no suelen estar vinculadas a tu cuenta. En el caso de que se hagan con ellas no tendrán acceso a tu dinero y les resultaría imposible robarte más.
Debes tener claro que tus datos bancarios son confidenciales y que no debes facilitárselos a nadie. Tampoco deberías utilizar un ordenador público o una red wifi compartida para entrar en tus cuentas o realizar compras que exijan la introducción de datos.
Por último, no te olvides de activar el doble factor de autentificación para realizar los pagos con tarjeta. A través del móvil deberás de confirmar que eres tú el que lleva a cabo la compra y no otra persona.