Los cajeros automáticos podrían acabar desapareciendo mucho antes de lo que pensamos. La manera de operar por parte de los usuarios ha ido cambiando con el tiempo. Y lo más probable es que debido al protagonismo adquirido por los móviles, una acción común como la retirada de efectivo pase a la historia.
Durante los últimos años, las entidades financieras se han afanado en buscar soluciones para mejorar la seguridad de sus clientes. Como se ha podido comprobar recientemente, algunas de ellas emiten tarjetas de crédito sin numeración e incluso omiten el nombre del usuario. Todo ello para conseguir una mayor discreción en cuanto a las operaciones.
La intención es que a partir del próximo año, las tarjetas no presenten bandas magnéticas. Pero también se contempla la supresión de los cajeros automáticos, publica el portal ensedeciencia.com. Es probable que esta última opción se lleve a cabo de manera progresiva.
Este cambio se debe sobre todo a los nuevos sistemas de pago utilizados por las nuevas generaciones. Recurren a las transferencias interbancarias, como los códigos CoDi, sin necesidad de usar dinero en efectivo o tarjetas de crédito. Todas las operaciones de compra y de pago se llevan a cabo de manera telemática.
Da la impresión de que el dinero físico también podría desaparecer. La mayoría de jóvenes ya realizan sus operaciones a través de los teléfonos inteligentes. Les resulta mucho más cómodo y sencillo que empleando los métodos tradicionales, con monedas y billetes.
Esto hará, según publica dicho medio, que los cajeros efectivos ya no resulten imprescindibles. Además de la sencillez de las operaciones, también les resultan sistemas más seguros.
El papel que tendrá la tecnología NFC
Una de las tecnologías que está llamada a revolucionar los métodos de pago es la NFC. Consiste en un sistema inalámbrico, con un radio de hasta 15 centímetros, que facilita el intercambio de datos entre dispositivos. De esta forma, tan solo habrá que aproximar el teléfono al terminal de pago para efectuar las compras.
Se presenta como una solución muy interesante tanto para los clientes como para los negocios. Saldrán ganando todas las partes por la seguridad y sencillez del proceso.
Para realizar este tipo de operaciones es preciso contar con un dispositivo compatible con NFC. Puede tratarse de un móvil inteligente o de una tarjeta de crédito habilitada para este tipo de tecnología. Para que conozcas algo más sobre ella, te aportaremos una serie de datos de interés para realizar los abonos.
En primer lugar hay que comprobar que el dispositivo NFC se encuentre habilitado en el teléfono inteligente. Además, habrá que tener instalada una aplicación de pagos móviles compatible.
A ello debe unirse la necesidad de encontrar un comercio que admita pagos NFC. Cada vez hay más negocios que cuentan con ello, entre los que están supermercados, restaurantes y establecimientos minoristas. Las nuevas tecnologías se van incorporando a nuestro día a día y ya no hay marcha atrás, como se puede apreciar.
Para comenzar la transacción será preciso abrir la aplicación de pagos móviles en el teléfono y escoger la opción de pago NFC. Una vez hecho esto habrá que acercar el dispositivo al terminal de pago NFC. Una etiqueta o un símbolo te indicarán sobre el punto exacto en el que debes pasarlo.
Tanto el móvil como el terminal de pago establecerán una conexión NFC llevándose a cabo una transferencia de datos con seguridad. Es probable que solicite al cliente la confirmación de la operación en su teléfono, la introducción de la cantidad a abonar o la selección de una cuenta concreta.
Una vez que se autorice la transacción se recibirá una notificación en el dispositivo que la dará por confirmada. También será posible obtener un comprobante de la misma.