Es necesario aclarar que este estado no es sinónimo de debilidad, así como tampoco significa que el hijo no sea querido o deseado, sino que simplemente es una afección psicológica que puede aparecer al dar a luz por diversos motivos. En este artículo hablaremos acerca de qué es la depresión posparto, sus síntomas, causas y tratamientos.
La depresión posparto es una afección psicológica que aparece en forma de una compleja combinación de cambios físicos, emocionales y conductuales que ocurren después de dar a luz. Según los diferentes manuales diagnósticos, la depresión posparto es una forma de depresión mayor que tiende a aparecer dentro de las cuatro semanas posteriores a dar a luz.
Aunque se han dado casos en hombres, es una alteración del estado de ánimo propia de las mujeres que acaban de dar a luz y en la que pueden aparecer síntomas como sentimientos de tristeza extrema, falta de energía, ansiedad, llanto, cambios de humor e irritabilidad y alteraciones en los patrones de sueño y alimentación.
Aunque la causa exacta no es clara, esta está relacionada con los cambios químicos, sociales y psicológicos que implica el dar a luz. Estos cambios químicos implican, sobre todo, una disminución rápida de los niveles hormonales tras el parto y, aunque el vínculo real entre estos cambios y la depresión postparto no ha sido demostrado, se sugiere que la principal causa de esta afección psicológica.
A estos cambios o alteraciones hormonales se le añaden la falta de sueño, la implementación o actualización del rol de madre y los factores psicosociales y culturales. Si bien un gran número de mujeres experimentan un corto período de preocupación, temor e incluso infelicidad después del parto, solamente se deberá sospechar de este tipo de depresión cuando los síntomas se agravan y permanecen durante más de dos semanas.
Los signos y síntomas de la depresión posparto pueden variar de una mujer a otra. Además, estos también difieren según si la depresión se presenta de manera más leve o más grave.
Los síntomas de la depresión posparto leve son aquellos que aparecen solamente durante una o dos semanas. Estos síntomas pueden incluir:
Cambios de humor
Ansiedad
Tristeza
Irritabilidad
Sensación de estar abrumada
Llantos
Disminución de la concentración
Cambios en el apetito
Problemas para dormir
Aunque en un principio pueda ser confundida con la forma leve, en este caso los signos y síntomas son mucho más intensos y también duran más, pudiendo llegar a interferir con la capacidad para cuidar al bebé y manejar otras tareas diarias.
Generalmente, los síntomas aparecen dentro las primeras semanas tras el parto, pero también pueden comenzar mucho más tarde, hasta seis meses después del nacimiento del bebé. Los síntomas de la depresión posparto puede incluir:
Estado de ánimo deprimido o cambios de humor graves
Llanto excesivo
Dificultad para vincularse con el bebé
Retraimiento social y/o aislamiento
Pérdida de apetito o aumento excesivo del apetito
Insomnio o hipersomnia
Pérdida de energía o sensación de cansancio extremo
Anhedonia o incapacidad de disfrutar de actividades anteriormente placenteras
Irritabilidad o accesos de ira
Miedo a no ser una buena madre
Sentimientos de vergüenza, inutilidad y culpa
Falta de concentración y dificultad para pensar con claridad
Ansiedad severa y/o ataques de pánico
Pensamientos de autolesionarse o dañar al bebé
Ideaciones suicidas
La psicosis posparto es la más grave y extraña. Esta rara afección psicológica se desarrolla habitualmente dentro de la primera semana tras el parto y los síntomas son todavía más severos que en la forma anterior.
Esta variedad puede llegar hasta el punto de presentar pensamientos o conductas potencialmente mortales, por lo que se requiere de una atención y tratamiento médico inmediato. Entre los signos y síntomas de la psicosis posparto podemos encontrar:
Confusión y desorientación
Pensamientos obsesivos sobre el bebé
Alucinaciones y delirios
Trastornos del sueño
Paranoia
Intentos de autolesión o de daño al bebé
Tal y como comentábamos, no existe una causa específica de la depresión posparto pero es hipotetiza que las alteraciones y cambios físicos y emocionales poseen un papel muy relevante en la aparición y desarrollo de esta afección emocional.
Durante el embarazo, los niveles hormonales de estrógenos y progesterona aumentan considerablemente y tras dar a luz estos niveles sufren una caída muy drástica que puede contribuir a la aparición de esta afección psicológica.
La adquisición del rol de madre, la falta de sueño y las expectativas o presión social, pueden provocar todo tipo de cambios y alteraciones emocionales difíciles de manejar.
La ansiedad por sentirse la persona responsable del cuidado de un recién nacido, la percepción de los cambios físicos asociados al embarazo o un sentimiento de que se ha perdido el control sobre la propia vida, también son factores que contribuyen a intensificar los sentimientos tras el parto y propician la aparición de la depresión.
No obstante, estos son cambios que no se dan en todas las mujeres tras dar a luz, por lo que se hipotetiza que existen una serie de factores de riesgo que favorecen la aparición de la depresión posparto en unas mujeres y no en otras. Los factores de riesgo de la depresión posparto incluyen:
Historial de depresión anterior
Trastorno bipolar
Depresión postparto en emberazos anteriores
Historial familiar de depresión o trastornos del estado de ánimo
Complicaciones en el embarazo
Experimentación de sucesos estresantes durante el embarazo
Bebé con problemas de salud
Dificultades para amamantar
Problemas de pareja
Falta de red de apoyo tras el embarazo
Problemas económicos
Embarazo no planeado o deseado
Por suerte, existen diferentes tipos de tratamiento para la depresión posparto. La intervención más eficaz depende de la gravedad de la depresión y de las necesidades de la mujer.
El “baby blues” o tristeza posparto leve suele remitir de forma gradual en unos pocos días sin necesidad de ningún tipo de tratamiento. Sin embargo, entre las recomendaciones para este tipo de depresión se incluyen:
Descansar todo lo posible
Aceptar ayuda de otras personas
Relacionarse con otras madres
Reservar tiempo para una misma
Evitar el alcohol y las sustancias tóxicas
Generalmente, el tratamiento incluye terapia psicológica, terapia farmacológica o ambos.
En la terapia psicológica se busca la manera de manejar las emociones y sentimientos de la mejor manera posible. Se realiza un entrenamiento en resolución de problemas, se establecen metas y expectativas realistas y se aprende a responder a las situaciones relacionadas con la maternidad de una forma positiva.
En cuanto al tratamiento farmacológico, este suele incluir terapia con antidepresivos que tengan un leve efecto sobre la lactancia. De ahí la importancia de combinar los fármacos con la terapia psicológica.
Con un tratamiento adecuado, la depresión posparto suele desaparecer alrededor de los seis meses desde el inicio del tratamiento. Aunque, en ocasiones, puede alargarse mucho más y convertirse en una depresión crónica, por lo que es importante continuar el tratamiento aunque la persona empiece a encontrarse mejor.
Finalmente, en el caso de la psicosis posparto, esta requiere de un tratamiento inmediato que a menudo también de un periodo de estancia y vigilancia hospitalaria. Este tipo de tratamiento incluye:
Fármacos antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo
Terapia electroconvulsiva
Terapia psicológica
Field, T. (2010). Postpartum depression effects on early interactions, parenting, and safety practices: A review. Infant Behavior and Development, 33:1–6.