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Una mujer escogiendo cita en una sede de la Agencia Tributaria

Casi nadie lo sabe: el gasto común que puedes desgravarte en la Renta en 2023

Se trata de un gasto muy frecuente en muchos hogares y que pasa desapercibido

Los contribuyentes más hábiles pueden ahorrarse una importante cantidad de dinero al año si son capaces de aprovecharse de las deducciones. Hay un gasto muy común en casi todas las casas que puede desgravarnos, aunque muchos lo desconocen.

Por lo general estamos más al tanto sobre otro tipo de deducciones, como pueden ser por nacimientos o ayudas a la vivienda. Pero existen otras alternativas, que aunque resulten menos públicas pueden llegar a beneficiar a un importante número de ciudadanos.

Nos referimos a la posibilidad de desgravar el seguro del hogar. No tendrán acceso a ello todas las personas, ya que únicamente podrán disfrutar de este privilegio los que reúnan una serie de requisitos.

La Agencia Tributaria, en su manual de la Renta 2022, especifica que "son deducibles las primas de contratos de seguros. Bien sea de responsabilidad civil, incendio...", según recoge el diario Las Provincias.

Cuándo se puede desgravar el seguro del hogar

Desde Hacienda aclaran cuáles son los gastos que permiten disfrutar de la deducción por compra de vivienda habitual. En primer lugar hablan de la amortización del capital, los intereses y demás gastos procedentes de la financiación. Es el caso de los seguros de vida y de incendios cuando aparezcan en las condiciones de los préstamos hipotecarios para la compra del inmueble.

Un hombre haciendo la declaración de la Renta en una sede de Hacienda con el logo azul
El seguro del hogar se puede deducir cuando se cumplan una serie de requisitos | Europa Press

También incluyen la compra o rehabilitación cuando se efectúe con financiación ajena. El dinero que se financia se considera invertido a medida que se amorticen los préstamos.

La Agencia Tributaria, además, entiende como deducibles los gastos e impuestos derivados por la adquisición. Siempre que hayan sido sufragados por el adquiriente. Esto incluye los gastos de notaría y registro, de agencia, IVA o el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

Hay que aclarar que la cuantía de los gastos que dan derecho a la desgravación por inversión en domicilio habitual alcanza los 9.040 euros. Es la cifra máxima permitida por cada ejercicio.

Lo que exceda de esa cuantía no se tendrá en cuenta por parte de Hacienda ni podrá trasladarse a futuros ejercicios. Esta limitación se aplica de la misma forma tanto en tributación individual como en conjunta.

¿Cuál es la casilla del seguro del hogar?

Cuando el contribuyente es el dueño del inmueble y deduce su coste por inversión en vivienda habitual, el seguro del hogar también se puede incluir. Siempre que se cumplan las circunstancias detalladas anteriormente. Para ello habrá que reflejarlo en las casillas 547 y 548, que es donde se recoge la desgravación por gasto en vivienda habitual.

Una oficina de la Agencia Tributaria con una trabajadora en segundo plano
Antes de presentar la Declaración hay que comprobar qué gastos se pueden desgravar | Europa Press

No obstante, cada vez son menos las personas que pueden beneficiarse de esta deducción. Solo está disponible esta opción para aquellos que adquirieron su inmueble con anterioridad al 1 de enero de 2013. A partir de esa fecha no existe esa posibilidad.

Qué gastos se pueden deducir en la Declaración

Es preciso aclarar que cada comunidad autónoma aplica sus propias desgravaciones. Por lo tanto, sería conveniente asesorarse sobre los posibles beneficios fiscales que tenga la región en la que vivamos.

Entre los conceptos más comunes que pueden deducirse están el nacimiento de hijos, el cuidado de personas dependientes o inversiones en la vivienda. También hay otras opciones que resultan menos conocidas y que contribuirán a rebajar el dinero que paguemos a Hacienda. Es el caso, por ejemplo, del material escolar, la ayuda doméstica o las clases por aprender otros idiomas, recoge El Periódico.

Puede darse el caso de que no te manejes muy bien a la hora de realizar este trámite. De ser así, lo más conveniente sería ponerlo en manos de un asesor fiscal que disponga de los conocimientos suficientes. Él se encargará de que la Declaración nos salga lo más beneficiosa posible.