Todos tenemos la obligación de ir a comprar, y por consiguiente, para satisfacer nuestras necesidades no nos queda otra que acudir al supermercado. Realizar esta actividad puede ser satisfactoria para unos y una pesadilla para otros, pero en definitiva, en algún momento u otro tendremos que ir.
Sin embargo, y aunque se trata de uno de los sitios que más podemos frecuentar en nuestra vida, los supermercados esconden grandes secretos. Quizás cuando vamos a hacer la compra apenas nos fijemos en algunos detalles, pero cuando descubras lo que te diremos a continuación... seguro que te sorprenderás.
¿Por qué no hay ventanas en los supermercados?
Es muy probable que hasta ahora nunca te hayas hecho esta pregunta, pero tampoco te alarmes, porque es algo completamente normal. Cuando vamos a hacer la compra entramos directamente a los pasillos y nuestro único objetivo es hacernos con los productos que necesitamos.
No nos detenemos a pensar ni a mirar más allá de los estantes que tenemos en frente, la verdad. Pero como todo en esta vida es cuestionable... ha llegado el momento de dar respuesta a una de las mayores incógnitas que hasta ahora poca gente se había planteado.
Y es que... ¿Alguna vez te has preguntado por qué no hay ventanas en los supermercados? Lo cierto es que a priori puede parecer algo extraño. Pero lejos de la realidad, este hecho está perfectamente estudiado y pensado.
Muchas empresas analizan minuciosamente cada detalle de sus instalaciones, servicios y productos. Y en el caso de los supermercados, desde luego, no iba a ser menos. Por eso, el hecho de que no existan ventanas en los pasillos tiene un motivo que mucha gente desconoce.
La razón principal la encontramos en la psicología. Cada vez son más las empresas que recurren al marketing para estudiar el comportamiento humano y nuestros hábitos de consumo, y entre todas esas estrategias se encuentran la no colocación de ventanas.
Así pues, si permanecemos en un sitio en el que no tenemos contacto con el exterior, es más probable que nos sintamos motivados a permanecer más tiempo dentro de él. Recordemos que el objetivo principal de cualquier empresa o supermercado es facturar lo máximo posible.
Por eso, la mejor forma para captar la atención de los consumidores es evitándoles posibles estímulos externos, puesto que eso podría acelerarles la prisa por terminar la compra. Pero ojo, porque cuando se trata de aplicar estrategias de consumo... la cosa no acaba aquí.
Cuanto más tiempo permanezca una persona en un supermercado, más probabilidades tendrá de gastar, eso es así. Ahora bien, también existen otras estrategias que suelen emplear los departamentos de marketing para fomentar todavía más el consumo. Vamos a verlas.
Más curiosidades que quizás no sabías
Si ya te ha aparecido increíble la razón por la cual no hay ventanas en los supermercados, cuando descubras las otras estrategias te acabarás de sorprender. La conducta humana es susceptible de muchas variables, y los expertos lo saben mejor que nadie.
Por ejemplo, otra de las grandes incógnitas a las que podemos dar respuesta es a la de los suelos. Quizás nunca te hayas fijado en este detalle, pero cuando lo hagas, observarás que la mayoría de los supermercados tienen baldosas en sus suelos.
Como siempre, este dato no es fruto de la casualidad. El propósito de este material tiene mucho que ver con los carritos de la compra, ya que al hacer más ruido el cliente ralentiza el ritmo de caminar. De esta forma, y al ir más lento, es más probable que se detenga a observar más productos.
Y por último, también debemos fijarnos en la colocación estratégica de los productos, especialmente aquellos que suscitan interés en los niños. Si observamos los estantes, veremos que los dulces y los juguetes están colocados a una altura media, la justa para despertar el interés de los más pequeños.