Tener un buen colchón y cuidarlo de forma adecuada es muy importante para nuestra salud. Si dormimos en un colchón viejo, de baja calidad o sucio es probable que experimentemos distintos problemas, entre ellos dolor de espalda, fatiga crónica, irritación de las vías respiratorias, dolor de articulaciones e incluso envejecimiento prematuro.
En este artículo nos proponemos daros unos sencillos consejos para escoger un colchón y cuidarlo correctamente. De este modo podréis descansar de forma satisfactoria y probablemente ahorrar una cantidad importante de dinero.
Consejos para escoger y cuidar un colchón
Sigue estas recomendaciones para conseguir un descanso más saludable. Ten en cuenta que las especificidades pueden variar en función del tipo de colchón; en todos los casos conviene consultar las instrucciones del fabricante.
1. Decide qué material prefieres
Los colchones de muelles son firmes y transpiran muy bien, lo que los hace una buena elección en lugares donde hace mucho calor. No obstante acumulan muchos ácaros en comparación con otros tipos de colchón.
La espuma viscolástica se adapta al contorno del cuerpo y es de firmeza variable. Si bien tiene fama de dar calor, los modelos más modernos producen este efecto de forma mucho menos marcada. Los colchones de látex son cómodos y frescos, aunque son muy firmes y se endurecen más con el paso del tiempo.
También existen colchones híbridos, que combinan en distintas proporciones los materiales que componen los de muelles, los de espuma y los de látex.
La posición en que dormimos también es importante al escoger un colchón. Para las personas que duermen de lado suele ser recomendable escoger un colchón menos firme que para las que duermen de espalda y boca abajo.
2. Transpórtalo con cuidado
Es muy fácil que los colchones se deformen y se estropeen; por ejemplo, si compramos un colchón nuevo y para llevarlo a casa lo embutimos en un coche demasiado pequeño es probable que quede inutilizable. Este riesgo es especialmente marcado con los colchones de muelles, más rígidos que los de espuma y los de látex.
Para transportar un colchón se recomienda protegerlo con una funda de plástico; esto ayudará a evitar que se doble y que se manche. Dejar un colchón descubierto al almacenarlo o al meterlo en un camión de la mudanza nunca es una buena idea.
3. Cámbialo cada 8-12 años
La vida útil de los colchones varía en función del material del que estén hechos: los colchones de muelles duran unos 8 años, los de espuma viscoelástica 10 y los de látex 12.
Conviene que prestemos atención a nuestro estado físico. Si empezamos a notar que descansamos poco y sabemos nuestro colchón está cerca de llegar al final de su vida útil, será el momento de sustituirlo por uno nuevo.
4. Cúbrelo para mantenerlo limpio
Si nuestro colchón está cubierto por una colcha o algún otro tipo de protección será más difícil que la suciedad, la humedad o el polvo lleguen a él. No sólo debemos tapar la parte superior del colchón sino que también es importante cubrir la cara inferior.
Mantener el colchón cubierto es especialmente importante para las personas con alergia al polvo o a los ácaros. Es posible encontrar colchas y fundas especiales para proteger el colchón del polvo, las chinches o incluso del líquido, ideales para personas que sudan mucho mientras duermen.
5. Lava la ropa de cama con frecuencia
Es inevitable que la ropa de cama se manche ocasionalmente de polvo, pelos, sudor o comida, en especial si vivimos con mascotas. La suciedad puede llegar al colchón, dañándolo y aumentando la probabilidad de que acumule bacterias.
Lavar las sábanas y las mantas al menos cada dos semanas nos ayudará a mantener nuestro colchón limpio. El protector de colchón puede lavarse de forma menos regular.
6. Dale la vuelta con regularidad
Girar el colchón en ambos sentidos evita que el polvo se acumule en su superficie: al darle la vuelta, las partículas que puedan haberse depositado caerán con más facilidad. Se recomienda que esta tarea sea llevada a cabo por dos personas.
Al comprar un colchón nuevo conviene girarlo cada dos o tres semanas para evitar que tome mala forma, pero después darle la vuelta tres o cuatro veces al año será suficiente. Cuando se haga se puede utilizar una aspiradora para eliminar el polvo más eficazmente, y aprovechar la ocasión para dejar que el colchón y la cama se aireen.
Hay que tener en cuenta también que se están popularizando modelos de colchón que sólo pueden utilizarse en una posición determinada.
7. Límpialo con un trapo seco
Si necesitas quitar una mancha de tu colchón debes usar un trapo seco humedecido en un poco de agua caliente; esto evitará que el exceso de agua lo estropee. Si tu colchón se moja, sécalo primero y después procede a limpiarlo.
Para manchas difíciles se suele recomendar el uso de peróxido de hidrógeno y bicarbonato sódico, que también ayudará a eliminar los olores. Siempre será importante procurar que el colchón esté húmedo durante el menor tiempo posible.