Es evidente que el consumo de lácteos es muy importante y necesario para nuestra salud. De hecho, los nutricionistas y profesionales de la salud recomiendan su ingesta de forma diaria. Bien sea a través de la leche o sus derivados, cualquier opción es buena si lo que queremos es obtener calcio.
Ahora bien, según El Español, parece ser que de entre todas las opciones lácteas hay una especialmente en el punto de mira, y son los yogures. Quien más o quien menos, todos hemos ido al supermercado alguna vez a hacernos con ellos. Sin embargo, ahora se abre una nueva incógnita en cuanto a su consumo.
¿Debemos eliminar los yogures de nuestra dieta? Esto dicen los expertos
Es indiscutible que los yogures se han convertido en un alimento casi indispensable en cualquier hogar. Grandes y pequeños recurren a ellos en cualquier momento del día, ya que es un alimento fácil y rápido de consumir.
Su versatilidad los ha convertido en la mejor opción para el momento del postre, de la merienda o incluso del desayuno. No obstante, debemos saber que detrás de ellos también se esconden algunos 'secretos' que, en la mayoría de casos, pasan inadvertidos.
Cuando hacemos la lista de la compra y añadimos los yogures en ella, es casi automático llegar al supermercado y escoger los primeros que se nos antojen. De frutas, de sabores, de chocolate... cualquiera nos parece buena opción. Ahora bien, ¿esto realmente es siempre así?
Pues según los médicos, muy a nuestro pesar no, no lo es. Si bien es cierto que actualmente existen una infinidad de tipos de yogures, realmente podemos decir que la gran mayoría de ellos no son para nada saludables.
Con esto no queremos desanimarte a que dejes de consumirlos, ni mucho menos. Pero sí es cierto que conocer la información que te mostraremos a continuación podrá ayudarte a discernir mejor. De esta forma, la próxima vez que vayas a comprarlos te asegurarás de que sean saludables.
Cuidado con los engaños
La mayoría de nosotros solemos pensar que, al consumir yogures, estamos comiendo un producto saludable. Y puede que en parte sea así, pero antes de nada debemos observar qué tipo de yogur es el que estamos ingiriendo.
Así pues, la primera idea que tenemos que tener en la cabeza es que no todos los yogures son saludables, y no todos no pueden caer igual de bien a nuestro estómago. Por ejemplo, los yogures que suelen contener trozos y/o sabores son los peores, ya que la gran mayoría suelen estar ultraprocesados.
Vigila la composición
Al hilo de la información anterior, es de pura lógica pensar que cualquier producto o alimento ultraprocesado puede presentar componentes poco saludables. En este sentido, los yogures no iban a ser menos.
Cuando quieras comprarlos, asegúrate de leer el envase, ya que en él podrás observar los ingredientes que lleva. Es muy habitual que la mayoría contengan altos niveles de azúcar, algo verdaderamente perjudicial si tenemos en cuenta que, consumir productos así, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes.
Existen otras alternativas
Si bien es cierto que los yogures son una buena fuente para obtener calcio y otros minerales, es importante saber que no es la única. A menos que consumamos yogures totalmente naturales (los más sanos y óptimos), es mejor optar por otras alternativas.
Por ejemplo, si lo que queremos es fortalecer la densidad de nuestros músculos y huesos, también podemos incorporar otros alimentos ricos en calcio. Algunos de ellos podrían ser las sardinas, el brócoli o las almendras.
¿Y qué ocurre con la microbiota?
Desde pequeños nos han inculcado que el consumo de yogures es muy necesario para nuestra salud, especialmente por las bacterias que estos tienen. A día de hoy, son varios los nutricionistas que sostienen la idea de que esto quizás no es tan importante.
Según El Español, nuestro intestino es capaz de generar por sí mismo sus propias bacterias saludables, por lo tanto, la ingesta diaria de yogures no es completamente necesaria. Si lo que queremos cuidar es nuestra microbiota, también podemos optar por consumir alimentos vegetales y ricos en fibra.