Llevar una vida sana es un propósito que muchas personas se hacen cada año. Es una preocupación que cada vez es más grande y afecta a más personas.
Como es lógico, además de nuestro presente, también nos preocupa nuestro futuro.
Por este motivo hay que ser consciente de cómo puede afectar lo que ingerimos a largo plazo. Es muy importante que nuestro organismo obtenga la energía necesaria para poder desarrollarse.
El creciente interés por la comida sana ha obligado a las empresas a idear nuevas fórmulas para vendernos sus productos. No nos equivoquemos, los productos ultraprocesados están más presentes que nunca en las tiendas. Lo que pasa es que algunos de estos alimentos los consideramos saludables, a pesar de que en realidad no lo sean.
Ojo con estos 4 alimentos que no son nada sanos
A continuación te explicamos cuáles son los cuatro alimentos que nos han hecho pensar que son sanos aunque en realidad no lo sean:
1) Alimentos sin grasas saturadas
Las dietas donde se restringen los alimentos con grasa han sido muy presente en nuestra sociedad y aún lo son actualmente. Es muy popular esa teoría de que las grasas saturadas son dañinas, aunque en realidad es algo totalmente falso.
Las grasas saturadas han sido acusadas a lo largo de estos años de causar enfermedades cardíacas, entre muchas otras cosas. Bajo el lema de reforzar su "compromiso con la alimentación saludable y equilibrada", muchas empresas se han propuesto eliminar la grasa de muchos de sus productos.
Pero los expertos lo tienen claro. No todo lo que diga "libre de grasa" implica que está libre de azúcar. Para que los alimentos no pierdan su sabor, las empresas no han dudado en agregar cuantidades exageradas de azúcar. Y todo ello, conscientes de que el azúcar puede resultar igual o más dañino que las grasas saturadas.
2) Bebidas energéticas deportivas
Actualmente, tenemos a nuestro alcance a una gran variedad de bebidas deportivas. Estas se caracterizan por una apariencia saludable, pero lo cierto es que esta imagen puede resultar tremendamente engañosa.
Las bebidas energéticas son populares tanto entre los deportistas como entre los que no lo sean. Pero detrás de esta imagen de bebida saludable se esconde una gran cantidad de azúcar, para mejorar su sabor y crear incluso adicción.
El azúcar es un carbohidrato que el cuerpo usa para obtener energía, pero en grandes cantidades no es bueno. Los expertos recuerdan que la mejor opción para tomarlo es de manera natural. Podemos optar, por ejemplo, por las frutas, las verduras e incluso los productos lácteos.
3) Comida vegana, ¿es realmente sana?
La comida vegana ha ido ganando cada vez más popularidad. Muchas veces pensamos que vegano es sinónimo de sano, pero la realidad es bien distinta. Si optamos únicamente por consumir alimentos de este tipo, corremos el riesgo de no ingerir suficientes proteínas, vitaminas y nutrientes, algo esencial para nuestro cuerpo.
En las dietas dónde se eliminan los alimentos de origen animal también encontramos productos ultraprocesados. Y es que, para mejorar su aceptación social, muchos alimentos veganos se esfuerzan por imitar el sabor de la carne.
Son muchos ya los casos en los que se ha encontrado el uso de aditivos para poder mejorar el sabor y la apariencia. Esto es un dato alarmante según los expertos, ya que puede repercutir negativamente en nuestra salud.
Si se decide adoptar una dieta vegana, hay que hacerlo con conocimiento y valorando siempre la etiqueta nutricional de todos los productos. Los expertos recuerdan que, vegana o no, la alimentación tiene que ser siempre equilibrada.
4) Alimentos sin gluten
Los alimentos sin gluten también han ganado cierta popularidad en los últimos años. Muchas personas que no son celíacas ni tienen problemas de estómago optan por comprar estos productos, bajo la creencia de que son más sanos.
Las empresas han aprovechado el crecimiento de las ventas en el mercado para lanzar cada vez más productos. Y os preguntaréis, ¿cuál es el problema? Pues, muchos de estos alimentos son (¡menuda sorpresa!) ultraprocesados. No tendrán gluten, pero concentrarán más sal, azúcares y grasas de los que posee el gluten.
La opción más saludable es comer alimentos que no estén procesados; lo más naturales posible. Las personas celíacas no tienen otra opción que consumir productos sin gluten, es cierto. Ahora bien, los expertos recomiendan a todos aquellos que puedan escoger, que apuesten por alimentos naturales: frutas, verduras, hortalizas o carnes.
La alimentación es un pilar imprescindible en nuestras vidas, por lo que hay que ser constante y prestar atención a lo que comemos. Darle importancia y leer sus ingredientes, su composición y su procedencia resulta sumamente necesario.