El Corte Inglés podría enfrentarse durante los próximos meses al derribo de tres de sus establecimientos. La compañía está realizando todo lo posible para que esto no se lleve a cabo, pero detrás de esto se esconde una medida judicial.
Se tratan de tres centros comerciales que tienen en Madrid y que se consideran de ilegales al haberse construido con más metros de los permitidos. Para evitar esta situación la empresa ha pedido una mediación intrajudicial con el ayuntamiento de la capital. El consistorio fue el que les concedió las licencias de construcción en su día.
Pero en este conflicto también se encuentra un particular, que fue el encargado de llevar el asunto a los tribunales hace ya diez años. Así lo recoge eldiario.es. Los establecimientos de El Corte Inglés afectados se ubican en zonas muy cotizadas de Madrid.
La batalla judicial arrancó en 2013 tras una ampliación de esos espacios después de que una sentencia declarara nulo el planeamiento de sus licencias. Por el camino hay una orden de demolición de septiembre de 2018, en donde se pide tirar abajo lo construido de forma irregular.
La estrategia de El Corte Inglés
El Corte Inglés trata de defenderse argumentando que tenían el visto bueno tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad. Los dos organismos habían aprobado la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, que les permitía esa ampliación de las tiendas. A cambio abonaron una cantidad de 9,8 millones y la cesión de un par de parcelas.
En base a ese planteamiento, el consistorio madrileño otorgó las licencias solicitadas. Desde la conocida firma reclaman la mediación intrajudicial. Esgrimen que las medidas afectan a un conjunto de intereses que se han entreverado con el tiempo y con las posturas municipales.
Además, insisten en la necesidad de adoptar soluciones de forma colectiva que contenten a todas las partes. Incluso a los interesados en las pretensiones indemnizatorias.
El juzgado que requirió las demoliciones de esos establecimientos optó por trasladar el pleito a la mediación intrajudicial. Algo en lo que está de acuerdo el ayuntamiento. Indican que el propósito de El Corte Inglés es ganar algo de tiempo antes de que se lleven a cabo las últimas decisiones judiciales.
Para ello piden la suspensión de la ejecución de la sentencia durante sesenta días.
El órgano que se ocupa del caso señala que el ámbito del urbanismo debe cumplir una función de interés general. En ella debe prevalecer el bien común, y en ningún caso el individual.
? El Corte Inglés sorprende a los clientes con la novedad que muchos pedían a gritos
Es probable que con la mediación intrajudicial se alcance un acuerdo de intereses que convenza a los distintos agentes implicados. De esta manera se pondría fin a un conflicto enquistado que lleva ya una década sin encontrar soluciones.
Sería probablemente el último cartucho para El Corte Inglés, que se vería muy perjudicado ante un posible derribo. No hay que olvidar que se tratan de tres centros comerciales ubicados en zonas muy cotizadas de la capital.
El Corte Inglés ofrece más de 80 empleos
Hace unos días, El Corte Inglés daba a conocer que buscaba personal, sobre todo con vistas al verano. El gigante de los grandes almacenes oferta algo más de 80 puestos en todo el país. Para muchas vacantes no se precisa de experiencia y el sueldo puede llegar a alcanzar los 1.500 euros mensuales, publica Las Provincias.
La mayor parte de las propuestas son para desempeñar labores de vendedor, cajero, reponedor y ayudante de sección. En el caso de estos últimos y de los vendedores, tan solo piden disponibilidad para trabajar a turnos. Además de ser un profesional proactivo, con dotes de comunicación y contar con la ESO o una formación parecida.