Los alquileres en España están por las nubes en la mayoría de las ciudades, sobre todo, las que tienen una mayor población. Esto hace que cada vez sea más complicado acceder a una vivienda con una renta no superior al 30% de los ingresos mensuales.
A este aspecto, además, se le une otro problema que la nueva Ley de Vivienda desea atajar: la falta de transparencia en los contratos. En este sentido, ha habido un ejemplo reciente que pone sobre la mesa este gran inconveniente.
En esta ocasión, un fallo judicial ha determinado como abusivas nueve cláusulas de un contrato de 30 páginas, difícil de leer para la inquilina.
Un fallo judicial encuentra 9 cláusulas abusivas en un contrato de alquiler
Los hechos han sucedido en Barcelona, una de esas ciudades donde el tema del alquiler es cada vez más complicado. Ahora, un fallo judicial ha determinado que nueve de las cláusulas recogidas en un contrato de alquiler son ilegales.
Esto se debe a que se consideran como abusivas. Se trata de una sentencia pionera en España que puede asentar las bases de cara a nuevas acciones legales que se puedan dar en el futuro. Sin embargo, la sentencia se puede todavía apelar a la Audiencia Provincial.
El contrato que ha sido motivo de disputa lo redactó la empresa Azora. Se trata de una de las gestoras con mayor cartera de viviendas en toda España. Además, está considerada como un fondo buitre.
Estas son las cláusulas consideradas abusivas
Una de las cosas que más interesan sobre esta sentencia es qué cláusulas ha determinado como abusivas el fallo judicial. Conocerlas será primordial para tener conocimientos de cara al futuro.
1. Actualización de la renta
En este caso, la primera cláusula es una que recoge que la actualización de la renta se puede hacer en un 30%. Es decir, pasaría de 690 euros en 2020 a cerca de 1.100 euros a partir del tercer año de alquiler.
2. Visitas de la propietaria
Por otro lado, también destaca otra que recoge que la propietaria tiene permitido realizar visitas de forma periódica al domicilio con el objetivo de comprobar en qué condiciones está la vivienda. Asimismo, se retenía la fianza en su totalidad en el caso de haber pequeños desperfectos en el inmueble.
3. Multa por retraso en la entrega de llaves
Otra de las cláusulas consideradas como abusivas establecía una multa de nada menos que el 300% de la renta diaria por cada día en el que la inquilina se retrasara en entregar las llaves tras desalojar la vivienda. Es decir, 100 euros al día.
4. Renuncia de derechos
En otro aspecto, también se obligaba a la inquilina a renunciar a algunos derechos si se interrumpía el suministro por causas ajenas al arrendador. Además, estaba permitido rescindir el contrato por incumplimientos no esenciales por parte del inquilino.
Un contrato de alquiler con 30 páginas
Una de las cosas que más llaman la atención de este contrato es que contaba con un total de 30 páginas. Es decir, era complicado el poder realizar un análisis exhaustivo por parte de la inquilina y demandante, Silvia Torres.
Por otra parte, también se especificaba que todas las cláusulas recogidas en el mismo se habían colocado tras llegar a un acuerdo entre la inquilina y el propietario. Esto es algo que resulta cuestionable.
En la demanda se impugnaban 10 cláusulas del contrato
Silvia Torres, en primer lugar, presentó una demanda para impugnar 10 de las cláusulas del contrato de alquiler. Sin embargo, tras el fallo judicial, solo se consideraron abusivas nueve de ellas.
Hubo una que, en su caso, se consideró legal. Era aquella que permitía incluir a la inquilina en un registro de morosos en el caso de no pagar la renta.