La Organización de Consumidores y Usuarios ha ofrecido los consejos necesarios para que todo el mundo pueda disfrutar de un helado. Estamos en pleno verano y es el momento ideal para disfrutar del sol, del aire libre y porque no de un buen polo.
El mundo de los helados es casi infinito. En el mercado hay helados de todos los sabores, texturas y formas., pero eso no quiere decir que no podamos prepararlos en casa, ya sea con una heladera, una batidora o un buen robot de cocina.
Es cierto que el helado se compone de leche entera (500 ml), azúcar (150 g), huevo (4 yemas) y los sabores que prefieras: chocolate, café, de fresa, frutas del bosque etc.
Sin embargo, si se es celiaco, diabético o intolerante a alguno de ellos, también se pueden adaptar a nuestras necesidades. Recientemente la Organización de Consumidores y Usuarios han realizado un estudio y han ofrecido los consejos necesarios para que cualquiera pueda disfrutar de este delicioso postre. A continuación te dejamos con ellos.
Helados para todos
Según la OCU, en el caso de los celiacos se podría utilizar el helado base, pero se debería ir con cuidado si se añade chocolate o cacao, porque algunos pueden llevar trazas de gluten.
Si el problema reside en la leche como suele suceder con los intolerantes a la lactosa o los alérgicos a la proteína de leche simplemente pueden sustituir la leche entera por una sin lactosa o cambiarla directamente por una bebida vegetal de almendra, arroz, avena o soja que, obviamente, están compuestas por cereales y no poseen proteína de leche.
Para los alérgicos, no a la leche, al huevo se debería sustituir la receta por otra: 200 ml de leche entera, 200 ml de nata para montar (35% MG), 150g de azúcar, una cucharada de maicena y aromáticos al gusto. En esta situación se mezclarían los ingredientes en la batidora, y se llevaría al fuego, removiendo constantemente la mezcla hasta que espese.
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En el caso de que la enfermedad que se padezca en el hogar sea la diabetes, calma. Aun así, se puede disfrutar de un delicioso y clásico helado. Solo se tendría que sustituir el azúcar de la receta por un edulcorante que aguantes el calor del procesador inicial, es decir, el xilitol.
El xilitol (azúcar de abedul) no sube el azúcar en sangre y es un polialcohol que evita la formación de cristales de hielo, por lo que es muy adecuado para la elaboración de helados. No obstante, se pueden utilizar otras opciones como la estevia, el ciclamato o el acesulfame. (Los edulcorantes llevan en su etiquetado las indicaciones de uso, para sustituir el azúcar).
Sorbetes de fruta
Si quieres reducir la ingesta de grasa y de azúcar, la alternativa es un sorbete, en vez del helado de base láctea. La composición de los sorbetes naturales es el agua que contienen las frutas. Así que, para elaborar este tipo de helados, solo se debe emplear fruta madura que aportará el dulzor necesario por lo que es posible no añadir azúcar.
La receta es muy sencilla y se puede usar cualquier fruta madura, un truco para mejorar la textura es añadir plátano maduro, o mango. A continuación, se bate en la batidora, y se procede como en el helado base, sacando y batiendo la mezcla cada 30-40 minutos. Asimismo, una vez, se tenga la mezcla hecha se puede meter en moldes para polos, con palo.
Otra versión saludable de los sorbetes tradicionales son los sorbetes de fruta y clara montada. Estos helados son muy fáciles de montar si se dispone de un robot de cocina, un procesador de alimentos.
Para prepararlo solo se deberían congelar los trozos de la fruta que se prefieran (piña, fresas, mango, etc) y añadir en el procesador de alimentos 4 claras de huevo y 300 g de fruta, con la mariposa de montar. En pocos segundos podríamos disfrutar de una estupenda crema helada.